Las alternativas l¨®gicas al Brexit
La prevalencia de las ideas m¨¢s euroesc¨¦pticas en el Reino Unido durante todo el proceso que ha estado detr¨¢s del Brexit no ha dejado de sorprender en Europa, y son un ejemplo m¨¢s de c¨®mo los sesgos culturales y pol¨ªticos se imponen a veces a la l¨®gica econ¨®mica. Las encuestas del refer¨¦ndum que preve¨ªan una victoria del Brexit en 2016 se recibieron con incredulidad; el discurso de Theresa May que defin¨ªa la relaci¨®n que se buscar¨ªa con Europa, alejada del mercado ¨²nico, se consider¨® desde la UE poco racional; y, ahora que Boris Johnson insiste en no prolongar un per¨ªodo transitorio muy corto (hasta finales de 2020) y desde el Gobierno brit¨¢nico se se?ala que es m¨¢s importante la independencia regulatoria que lograr un acuerdo comercial pr¨®ximo a Europa, la perplejidad es a¨²n mayor.
Este desconcierto en la UE recuerda bastante al de algunos economistas anglosajones durante la crisis de deuda, convencidos de que el euro no ten¨ªa mucho sentido econ¨®mico en una uni¨®n econ¨®mica incompleta, sin entender que el proyecto pol¨ªtico que sustentaba la moneda ¨²nica era mucho m¨¢s fuerte que las posibles y muy inciertas ventajas que podr¨ªa traer consigo la soberan¨ªa monetaria.
Esta semana, la apelaci¨®n del ministro del Tesoro brit¨¢nico para buscar los sectores en los que pueda haber divergencia regulatoria no s¨®lo revela que el nuevo Gobierno tiene las ideas poco claras sobre lo que busca, sino que tambi¨¦n siguen dominando las pulsiones m¨¢s soberanistas sobre el sentido com¨²n, incluso despu¨¦s de haber llegado a la catarsis del Brexit real hace menos de una semana. Esto se ha reflejado en los mercados financieros, con una depreciaci¨®n de la libra durante los ¨²ltimos d¨ªas. Tras la salida del Reino Unido, se esperaba un per¨ªodo de calma largo antes de llegar al final de la etapa transitoria. Pero la tregua no ha durado mucho.
Aparte de unos pocos temas generales ya pactados, el acuerdo comercial y la multitud de regulaciones sectoriales adyacentes quedan a¨²n por negociar, en un proceso que deber¨ªa llevar a?os y para el que s¨®lo quedan once meses. El espectro de un desregulado singapur a pocos kil¨®metros del continente y el miedo a que el Reino Unido saque m¨¢s ventajas fuera que dentro de la Uni¨®n ¡ªdando as¨ª un ejemplo a otros pa¨ªses con tentaciones de abandonar la UE¡ª van a seguir rigiendo la t¨¢ctica negociadora europea.
El sentido com¨²n sigue diciendo que romper del todo la relaci¨®n entre dos zonas fuertemente integradas no beneficia a nadie, pero perjudica sobre todo al m¨¢s peque?o (siete veces m¨¢s peque?o). Aun as¨ª, el dominio de las l¨®gicas que se salen del ¨¢mbito econ¨®mico va a asegurar que 2020 vuelva a ser agitado en el tema del Brexit.
Miguel Jim¨¦nez, de BBVA Research
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.