Para superar la recesi¨®n social
La historia nos ense?a que si el progreso social no acompa?a al tecnol¨®gico el ajuste viene por Gobiernos totalitarios
Espa?a padece una prolongada recesi¨®n social desde finales de los a?os setenta, una herida que se acent¨²a en las fases de ca¨ªda de la econom¨ªa y que no se cura en las de expansi¨®n. La ¨²ltima se?al de que esta herida contin¨²a agrand¨¢ndose la ha dado el FMI en su informe sobre la Uni¨®n Europea, publicado hace unos d¨ªas, en el que se?ala que en Espa?a contin¨²a avanzando una triple desigualdad: intergeneracional, territorial y de g¨¦nero. La causa fundamental es la falta de buenos empleos. No por casualidad, la principal preocupaci¨®n de los espa?oles desde aquellas lejanas fechas ha sido el empleo. La equivocada pol¨ªtica de reconversi¨®n industrial frente a la crisis de la energ¨ªa de los setenta y la err¨®nea estrategia de integraci¨®n en la Comunidad Econ¨®mica Europea castigaron a la industria y a la agricultura y dejaron un desempleo permanente en localidades antes pr¨®speras. La pel¨ªcula Los lunes al sol, rodada en la industrial Vigo, es un acertado an¨¢lisis de las causas de esa herida.
Esta recesi¨®n social podr¨ªa agravarse en los pr¨®ximos a?os. La digitalizaci¨®n, los algoritmos y la robotizaci¨®n pueden provocar una considerable destrucci¨®n de los actuales empleos. La pandemia acent¨²a la digitalizaci¨®n. Lo mismo puede suceder con la transici¨®n a una econom¨ªa verde. Aun cuando se puede pensar que estos procesos de transici¨®n acabar¨¢n creando m¨¢s empleo neto, cosa que no est¨¢ clara, nos enfrentamos a lo que John Maynard Keynes llam¨® ¡°desempleo tecnol¨®gico¡±: cuando la velocidad con la que una nueva tecnolog¨ªa destruye empleos existentes es superior a la velocidad con la que crea otros nuevos.
La recesi¨®n social puede conducir a una recesi¨®n democr¨¢tica. La hist¨®rica nos ense?a que si el progreso social no acompa?a al progreso tecnol¨®gico, la variable de ajuste es la recesi¨®n democr¨¢tica; es decir, Gobiernos totalitarios. La importancia que tiene el empleo queda reflejada en el hecho de que, frente al lema liberal de ¡°Libert¨¦, ?galit¨¦, Fraternit¨¦¡±, el de los totalitarios ha sido el de ¡°Trabajo, Familia, Patria¡±. El ¡°Am¨¦rica First¡± de Trump.
?Qu¨¦ hacer para curar esta recesi¨®n social? Hay dos caminos. Uno es un gran programa permanente de rentas b¨¢sicas, con dos objetivos: 1) Dar ingresos a las personas que no encuentran empleo para que puedan llevar una vida digna; 2) Sostener la demanda agregada para que el capitalismo pueda seguir funcionando. Otro camino es un compromiso con el pleno empleo que garantice que a toda persona que quiera trabajar y no encuentre empleo se le ofrecer¨¢ uno en condiciones m¨ªnimas dignas.
Dependiendo de los efectos de la robotizaci¨®n y la transici¨®n verde sobre el empleo, puede que a la vieja idea de una renta b¨¢sica de ciudadan¨ªa le llegue su momento. Pero, mientras tanto, y dado que la renta universal es una soluci¨®n individualista a un problema colectivo, pienso que la opci¨®n del pleno empleo es la m¨¢s adecuada para curar la herida social. Lo es para la econom¨ªa y la democracia, pero tambi¨¦n para las personas, en la medida en que el empleo es la fuente m¨¢s importante de la autoestima, la dignidad y el reconocimiento que todo ser humano busca en la vida.
La opci¨®n por el pleno empleo ha de comenzar reconociendo dos realidades. La primera es que el sector privado empresarial no puede lograr el pleno empleo ni siquiera en las etapas de expansi¨®n. La segunda es que las medidas de pol¨ªtica que hemos aplicado desde los a?os ochenta no han logrado crear buenos empleos. Al contrario, los han precarizado. Por eso es contradictorio que algunos, como el FMI, sigan defendiendo ese tipo de medidas y a la vez lamenten la temporalidad y la precarizaci¨®n, como si la causa no tuviera que ver con la consecuencia. Adem¨¢s, esas descompensadas pol¨ªticas de flexibilizaci¨®n laboral han provocado dos comportamientos perversos. Por un lado, han hecho que la econom¨ªa espa?ola manifieste un comportamiento man¨ªaco depresivo. Por otro, han incentivado un modelo de gesti¨®n empresarial no ¨®ptimo de las crisis, basado en un exceso de empleo temporal y en las prejubilaciones como mecanismos de ajuste. Lo vemos estos d¨ªas con los anuncios de destrucci¨®n de decenas de miles de empleos y de prejubilaciones en las fusiones bancarias.
El mejor camino para curar la recesi¨®n social y cerrar el paso a una recesi¨®n democr¨¢tica, a la vez que para construir una econom¨ªa m¨¢s resiliente a crisis y pandemias es un compromiso p¨²blico y empresarial con el empleo. Pero de esto hablaremos en otra ocasi¨®n.
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