El BCE acelera la inyecci¨®n de est¨ªmulos ante la duraci¨®n de la crisis y las nuevas tensiones en el mercado de deuda
El organismo encabezado por Christine Lagarde aumenta para este a?o una d¨¦cima su previsi¨®n de crecimiento
Directa al grano, Christine Lagarde ha mostrado este jueves su preocupaci¨®n por el endurecimiento de las condiciones de financiaci¨®n de familias, empresas y Estados. El aumento de la rentabilidad experimentado por los mercados de deuda en las ¨²ltimas semanas es ¡°indeseado¡±, ha dicho la presidenta del Banco Central Europeo. No son solo palabras. El organismo responde a estas tensiones en los mercados con el compromiso de acelerar el ritmo de compras en su programa estrella de est¨ªmulos contra la pandemia.
Fr¨¢ncfort no da un volantazo, pero s¨ª lanza un mensaje claro. Tras una ...
Directa al grano, Christine Lagarde ha mostrado este jueves su preocupaci¨®n por el endurecimiento de las condiciones de financiaci¨®n de familias, empresas y Estados. El aumento de la rentabilidad experimentado por los mercados de deuda en las ¨²ltimas semanas es ¡°indeseado¡±, ha dicho la presidenta del Banco Central Europeo. No son solo palabras. El organismo responde a estas tensiones en los mercados con el compromiso de acelerar el ritmo de compras en su programa estrella de est¨ªmulos contra la pandemia.
Fr¨¢ncfort no da un volantazo, pero s¨ª lanza un mensaje claro. Tras una reuni¨®n en enero en la que dej¨® intactas sus medidas monetarias, en esta ocasi¨®n ha dado un giro de tuerca: ante las cr¨ªticas recibidas por haber reducido el volumen de compras en los primeros meses del a?o, el eurobanco dice ahora confiar en que ¡°el ritmo de compras durante el pr¨®ximo trimestre sea significativamente m¨¢s elevado¡±. Si este aumento persiste, ha advertido Lagarde, ¡°se podr¨ªa traducir en un endurecimiento prematuro de la financiaci¨®n para todos los sectores de la econom¨ªa¡±.
El anuncio supone un paso decidido para tranquilizar a los mercados, pero no cambia el panorama general del programa lanzado en una noche dif¨ªcil de olvidar de la que est¨¢ a punto de cumplirse un a?o, en la que el BCE cerr¨® la boca a los que criticaban por excesivamente t¨ªmida su respuesta a la crisis. Entonces, Lagarde sorprendi¨® con un manguerazo de dinero por valor de 750.000 millones. Esa cifra ha ido creciendo por culpa de las dentelladas de una crisis sin igual hasta los 1,85 billones de euros que deber¨¢n inyectarse hasta marzo de 2022.
El BCE no toca ahora esa cantidad, pero s¨ª acelera el ritmo de gasto en los pr¨®ximos meses. ¡°Esta dotaci¨®n puede recalibrarse si es necesario para mantener unas condiciones de financiaci¨®n favorables que contribuyan a contrarrestar el impacto negativo de la pandemia en la senda de inflaci¨®n¡±, a?ade el comunicado en un intento de acallar las dudas de que est¨¦ dispuesto a ir m¨¢s lejos si es necesario.
En los ¨²ltimos meses, los confinamientos y cierres obligados por la pandemia han te?ido de escepticismo las previsiones de crecimiento para la primera mitad de este a?o. Y en el horizonte, adem¨¢s, se divisa una creciente preocupaci¨®n por el mercado de deuda soberana y corporativa, con rentabilidades m¨¢s altas y, por lo tanto, m¨¢s carga financiera. Pese a que esta carga sigue estando en niveles bajos en t¨¦rminos hist¨®ricos, la tendencia al alza es objeto de atenci¨®n en muchos ministerios de Hacienda.
Ante este c¨®ctel de dif¨ªcil digesti¨®n, el BCE mantiene la cautela. Deja intactos los tipos de inter¨¦s (0% la tasa de referencia, y un -0,5% la facilidad de dep¨®sito, es decir, que los bancos tienen que pagar por dejar sus fondos en las arcas del organismo) y no ofrece cambios de gran magnitud en el resto de instrumentos de pol¨ªtica monetaria contra la crisis. Pero s¨ª deja claro un mensaje: las compras buscan ¡°evitar un endurecimiento de las condiciones de financiaci¨®n¡±. Este endurecimiento ser¨ªa ¡°incompatible con el objetivo de contrarrestar el impacto de la pandemia en la senda de inflaci¨®n proyectada¡±. En plata: que si Lagarde se ve obligada a arremangarse y actuar para evitar que los costes de financiaci¨®n se disparen, est¨¢ dispuesta a hacerlo.
La dirigente francesa enfatiz¨® esta idea en una rueda de prensa en la que repiti¨® hasta la saciedad ese intento de mantener unas condiciones favorables de financiaci¨®n. En su discurso no queda ni rastro de las palabras que pronunci¨® hace ahora un a?o: ¡°No estamos aqu¨ª para reducir las primas de riesgo¡±, dijo el 12 de marzo de 2020, en un resbal¨®n morrocotudo que r¨¢pidamente tuvo que corregir. Sus palabras son importantes. Porque de ellas depender¨¢ que los inversores decidan vender m¨¢s deuda soberana, elevando su rentabilidad, o no.
Voto de confianza de los mercados
Por ahora, la magia del BCE ha surtido efecto, con ca¨ªdas generalizadas en la rentabilidad de los bonos europeos tras la intervenci¨®n. ¡°Los mercados han dado un voto de confianza. Ahora hace falta que las palabras se transformen en acciones¡±, opina Francisco Vidal, economista jefe de Intermoney. Pero analistas como Carsten Brzeski, de ING, achacan a Lagarde haber a?adido confusi¨®n, en lugar de claridad, en una rueda de prensa cargada de conceptos novedosos cuyo significado la propia presidenta se ha esforzado por explicar.
Tanto tiento al elegir las palabras se explica por el alambre sobre el que camina. Porque no todo el mundo en el BCE piensa lo mismo. Ella insisti¨® en que el compromiso para acelerar las compras se hab¨ªa alcanzado por unanimidad de todos los miembros del Consejo de Gobierno, desde las palomas a los halcones.
En los ¨²ltimos d¨ªas hab¨ªa habido ruido de sables. Fabio Panetta, uno de los seis miembros de la c¨²pula del organismo, el Comit¨¦ Ejecutivo, dej¨® caer la semana pasada que el BCE est¨¢ cerca de tener que disparar a¨²n m¨¢s munici¨®n. En un homenaje a Daft Punk, el italiano recomend¨® una actuaci¨®n monetaria ¡°m¨¢s dura, mejor, m¨¢s r¨¢pida y m¨¢s fuerte¡±, tal y como cantaba el d¨²o de pop electr¨®nico franc¨¦s. Una opini¨®n que el influyente Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, no comparte. ¡°No debe ser fuente de preocupaci¨®n cualquier incremento en los costes de financiaci¨®n¡±, dijo el presidente del banco central alem¨¢n y, por tanto, miembro del Consejo de Gobierno. Lagarde ha logrado, pues, una soluci¨®n a medio camino que complace a unos y a otros: m¨¢s dinero a corto plazo, s¨ª; pero a cambio de no tocar el paquete global.
Un 2020 con m¨¢s inflaci¨®n y (algo) mas de crecimiento
No solo de las tensiones del mercado habl¨® Lagarde. En su actualizaci¨®n de previsiones para la eurozona, el BCE anticipa para este a?o un poco m¨¢s de crecimiento y bastante m¨¢s inflaci¨®n. De la subida del PIB del 3,9% que anticipaba en diciembre, pasa al 4%. Y del 1% de inflaci¨®n al 1,5%.
Esto ¨²ltimo parecer¨ªa una buena noticia, ya que se acerca al 2% de objetivo oficial, pero suena a espejismo. Porque el aumento de los precios se explica por motivos coyunturales. Y la inflaci¨®n a medio plazo, la que realmente importa, sigue estancada. El BCE no ha modificado sus previsiones para 2023, que siguen en el 1,4%. El repunte en el mercado de deuda y medidas de est¨ªmulo como el plan Biden de rescate reci¨¦n aprobado por el Congreso de Estados Unidos por valor de 1,9 billones de d¨®lares (unos 1,6 billones de euros) pueden aumentar estas previsiones de inflaci¨®n.
Pese a la ligera revisi¨®n al alza para el conjunto del a?o, Lagarde anticipa una ca¨ªda del PIB en el primer trimestre, lo que empujar¨ªa a la eurozona a una nueva recesi¨®n. ¡°Los riesgos se han equilibrado a medio plazo, anque a corto persisten a la baja¡±, resumi¨® la presidenta del BCE.