Biden se apunta su primera gran victoria con un plan de est¨ªmulo que marca un rumbo progresista a EE UU

El Congreso estadounidense aprob¨® el mi¨¦rcoles, tras semanas de agotadora negociaci¨®n, un hist¨®rico paquete de rescate a la econom¨ªa por valor de 1,9 billones de d¨®lares. Con ¨¦l, Joe Biden se apunta su primera gran victoria legislativa, marca cu¨¢les ser¨¢n algunas de las prioridades de su mandato y env¨ªa una se?al de unidad de su partido, que ser¨¢ clave para sacar adelante su agenda. Pero, a la vez, la aprobaci¨®n del plan muestra claramente los l¨ªmites de lo que podr¨¢ conseguir y lo dif¨ªcil que ser¨¢ cumplir su proyecto, reiterado incansablemente durante la campa?a electoral, de tender puentes entre los dos partidos y lograr consensos.

El proyecto de ley, que el presidente deber¨¢ rubricar en los pr¨®ximos d¨ªas, ha recibido el rechazo un¨¢nime, en ambas C¨¢maras del Congreso, de unos republicanos que lo consideran un desembolso desorbitado de dinero p¨²blico, y un caballo de Troya para introducir pol¨ªticas progresistas, que ignora las se?ales de que la crisis sanitaria est¨¢ remitiendo.

Su tramitaci¨®n, con exiguas mayor¨ªas dem¨®cratas en ambas C¨¢maras, ha constituido una aut¨¦ntica odisea, con jornadas maratonianas que se prolongaban hasta la madrugada. Su ag¨®nica aprobaci¨®n en el Senado la semana pasada requiri¨® tantas concesiones al sector centrista de los dem¨®cratas que el texto hubo de ser devuelto a la C¨¢mara de Representantes para que volviera a pronunciarse sobre ¨¦l, cosa que hizo el mi¨¦rcoles por 220 votos contra 211. Ning¨²n republicano ha votado a favor y un dem¨®crata ha votado en contra. Por el camino qued¨® la subida del salario m¨ªnimo, de 7,25 a 15 d¨®lares (6,2 a 12,5 euros) la hora, que constitu¨ªa una de las prioridades del sector progresista del partido.

La aprobaci¨®n llega en la s¨¦ptima semana de Joe Biden en la presidencia, y cuando m¨¢s de 60 millones de personas en Estados Unidos han recibido ya al menos una dosis de las vacunas contra la covid, una enfermedad que ha matado a m¨¢s de medio mill¨®n de estadounidenses en un a?o. Conocido como el Plan de Rescate Estadounidense, el objetivo de los dem¨®cratas era tener la ley antes de mediados de marzo, cuando expiran para millones de ciudadanos las prestaciones por desempleo contempladas en el anterior rescate. ¡°Es un texto legislativo extraordinario, hist¨®rico, transformador, que llega muy lejos en machacar al virus y resolver la crisis econ¨®mica¡±, dijo el martes la dem¨®crata Nancy Pelosi, presidenta de la C¨¢mara baja.

Para los dem¨®cratas, animados por su control de la Casa Blanca y las dos C¨¢maras del Congreso, as¨ª como por las encuestas que muestran un s¨®lido apoyo al presidente, el proyecto de ley es la plasmaci¨®n de algunas de sus creencias primordiales. Constituye un cat¨¢logo de sus prioridades pol¨ªticas, y la afirmaci¨®n de que el gasto p¨²blico no tiene por qu¨¦ ser la maldici¨®n que pintan los republicanos, sino que puede proporcionar la soluci¨®n a los problemas de la sociedad y convertirse en una fuerza transformadora. Tampoco los republicanos, cuando estuvieron en el poder y aprobaron un hist¨®rico recorte de impuestos hace tres a?os, se comportaron como salvadores de la deuda p¨²blica, que se acerca a los 22 billones de d¨®lares.

Al contrario que aquel recorte fiscal a las empresas y las rentas m¨¢s altas, el ¨¦nfasis de las medidas del paquete de rescate aprobado este mi¨¦rcoles est¨¢ en las familias de ingresos bajos y medios. Adem¨¢s de otra ronda directa de pagos a los ciudadanos (de 1.400 d¨®lares), complementos a la prestaci¨®n de desempleo y fondos para acelerar la campa?a de vacunaci¨®n, hay medidas hist¨®ricas contra la pobreza infantil, ayudas para el cuidado de los ni?os, para la alimentaci¨®n y para el alquiler de vivienda. La ley incluye fondos para las escuelas, las administraciones locales y sectores particularmente golpeados como los de los viajes y la cultura. Y contiene tambi¨¦n ayudas espec¨ªficas a los Estados que expandan la cobertura sanitaria p¨²blica a trabajadores de ingresos bajos.

La euforia entre los dem¨®cratas les llev¨®, seg¨²n el diario The Washington Post, a contemplar la posibilidad de que los cheques que se van a entregar a los ciudadanos lleven la firma de Biden, algo que criticaron cuando lo hizo Trump con la anterior remesa. La posibilidad se descart¨®, pero la Casa Blanca s¨ª estudia una serie de m¨ªtines del presidente por todo el pa¨ªs para promocionar la legislaci¨®n aprobada, que los dem¨®cratas contemplan como uno de los logros en pol¨ªtica nacional m¨¢s significativos de la historia reciente. Seg¨²n una encuesta publicada ayer por Pew Research, cuentan con el respaldo del p¨²blico: hasta el 70% de los estadounidenses apoya el plan, incluido el 41% de los republicanos.

Se trata del tercer paquete de rescate que se aprueba desde que el coronavirus golpe¨® hace ahora un a?o: el primero, el mayor de la historia con un volumen de 2,2 billones, sali¨® adelante en primavera de forma un¨¢nime en el Congreso; el segundo, de 900.000 millones, tambi¨¦n logr¨® un apoyo casi total en diciembre. Pero la particular relevancia de este, con la nueva legislatura en marcha, y unos republicanos en la oposici¨®n que no han cedido un solo voto ante el primer plan dise?ado por Biden, radica en que se atisba ya la luz al final del t¨²nel y el plan marca las prioridades y la direcci¨®n de la remontada.

La batalla legislativa ha concluido, pero la lucha pol¨ªtica no ha hecho m¨¢s que comenzar. Los republicanos arremeter¨¢n contra un supuesto fest¨ªn de dispendio progresista. Los dem¨®cratas, por su parte, no quieren caer en lo que consideran un error de la Administraci¨®n Obama, que no logr¨® capitalizar el plan de est¨ªmulo que aprob¨® al llegar a la Casa Blanca, para combatir los efectos de la Gran Recesi¨®n.