El car¨ªsimo error de Citigroup
El banco estadounidense reestructura sus cuentas tras perder 500 millones a causa de una transferencia realizada por error
En tiempos de operaciones burs¨¢tiles supers¨®nicas, que atraviesan el planeta de una punta a otra en segundos, y con la tecnolog¨ªa m¨¢s precisa al alcance de los operadores, cuesta creer que una decena de fondos de inversi¨®n fueron inopinadamente agraciados por un error: una millonaria transferencia del banco estadounidense Citigroup que no tendr¨ªa que haberse producido.
El verano pasado, la entidad transfiri¨® por equivocaci¨®n ¡ªpor un fallo humano, han explicado¡ª cerca de 900 millones de d¨®lares (unos 755 millones de euros) de sus propi...
En tiempos de operaciones burs¨¢tiles supers¨®nicas, que atraviesan el planeta de una punta a otra en segundos, y con la tecnolog¨ªa m¨¢s precisa al alcance de los operadores, cuesta creer que una decena de fondos de inversi¨®n fueron inopinadamente agraciados por un error: una millonaria transferencia del banco estadounidense Citigroup que no tendr¨ªa que haberse producido.
El verano pasado, la entidad transfiri¨® por equivocaci¨®n ¡ªpor un fallo humano, han explicado¡ª cerca de 900 millones de d¨®lares (unos 755 millones de euros) de sus propios fondos, en vez de un pago de 7,8 millones de d¨®lares (6,5 millones de euros) de intereses a los acreedores de la compa?¨ªa Revlon; los 900 millones representaban el monto total del capital del pr¨¦stamo, que no vence hasta 2023.
Algunos beneficiarios, sorprendidos, devolvieron el dinero que les cay¨® en suerte, unos 400 millones, pero una decena de administradores de activos no lo hicieron. Y un juez acaba de darles la raz¨®n, lo que ha causado a Citigroup un agujero de 500 millones de d¨®lares (unos 420 millones de euros) que le ha obligado a reestructurar sus cuentas.
El magistrado de Manhattan Jesse Furman fall¨® el pasado 16 de febrero que las transferencias bancarias en cuesti¨®n, realizadas el 11 de agosto de 2020, eran ¡°transacciones finales y completas, no sujetas a revocaci¨®n¡±, pese a admitir tambi¨¦n que la operaci¨®n hab¨ªa sido resultado de un error.
En el fallo, de 105 p¨¢ginas, se establece que la decena de reclamantes argumentaron que las transferencias coincid¨ªan con lo que se les deb¨ªa como acreedores, por lo que pudieron pensar razonablemente ¡°que los pagos eran deliberados¡±, asumiendo adem¨¢s que ser¨ªa ¡°del todo irracional¡± que Citi cometiera un error tan may¨²sculo. El juez cita precedentes legales, que detalla pormenorizadamente en la sentencia, para dar la raz¨®n a los reclamantes. ¡°Si hubiera podido escribir en una pizarra vac¨ªa, el fallo habr¨ªa sido otro¡±, recalca. Parte del escrito desmenuza la inconsistencia del sistema denominado ¡°de seis ojos¡± o filtros utilizado por Citi para aprobar grandes transferencias. El banco queda al desnudo, sus verg¨¹enzas al aire, en ese centenar de p¨¢ginas redactadas en oscura jerga jur¨ªdico-financiera.
La entidad prev¨¦ recurrir el fallo. Mientras tanto, contin¨²a trabajando con Revlon, pero ha empezado a castigar a los inversores que se han quedado con los importes transferidos accidentalmente, bloque¨¢ndoles el acceso a determinadas ofertas de deuda que gestiona la entidad, seg¨²n informa Bloomberg. Tras la sentencia, el banco ha tenido que sumar 390 millones de d¨®lares adicionales en gastos operativos en el ¨²ltimo trimestre de 2020, lo que le ha obligado a revisar sus ganancias de ese periodo y rebajar hasta 1,92 d¨®lares la acci¨®n, en vez de 2,08. Aunque indirectamente, el descuido tambi¨¦n le ha costado un recorte del 20% en su liquidaci¨®n final al jefe ejecutivo saliente, Michael Corbat, que a finales de febrero pas¨® el relevo a Jane Fraser, la primera mujer al frente de una gran entidad bancaria estadounidense.
La merma en el finiquito de Corbat ¡ªque asciende a solo 19 millones de d¨®lares¡ª no se debe ¨²nicamente al error de la transferencia, sino a la suma de contratiempos acumulados durante 2020. Primero, el impacto global del coronavirus; en octubre, una multa de 400 millones de d¨®lares, impuesta por el consejo de gobernadores de la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, y la Oficina del Contralor de la Moneda ¡ªel organismo federal que regula los bancos¡ª, por ¡°deficiencias de larga data en la gesti¨®n de riesgos, la gobernanza y la gesti¨®n de datos internos¡±. Es decir, una sanci¨®n millonaria por el d¨¦ficit de controles.
Si a estos defectos se suman imponderables como la pandemia, el balance de Citigroup en el conjunto de 2020, aun positivo, entr¨® en p¨¦rdidas. Los ingresos netos de la entidad cayeron a 11.400 millones de d¨®lares el a?o pasado, frente a los 19.400 millones registrados en 2019.
Corbat no ha sido el ¨²nico jefe ejecutivo de un banco de EE UU que ha visto recortado su bono por la pandemia; similar rev¨¦s han sufrido sus hom¨®logos del Bank of America ¡ªcon una ca¨ªda del 10% en los ingresos¡ª o Wells Fargo, entre otros grandes, debido a las bajas tasas de inter¨¦s, cercanas al 0%, adoptadas hace un a?o por la Reserva Federal para combatir la crisis pand¨¦mica, que han perjudicado especialmente el negocio de la banca de consumo.
Pero la suma de reveses de Citigroup parece m¨¢s sist¨¦mica que coyuntural, como sugiere la sanci¨®n de la Fed. La entidad ha quedado a la zaga de competidores como JP Morgan Chase o Bank of America, tanto en ganancias como en retorno del capital, y sus acciones han tenido un rendimiento sensiblemente inferior a las de otros megabancos.
Fraser, la nueva jefa ejecutiva, cuyo nombramiento ha sido saludado como un hito que rompe el techo de cristal para las mujeres en la ¨¦lite de la banca, ha manifestado que intentar¨¢ aplicar en la gesti¨®n de la entidad lo aprendido en sus destinos en Am¨¦rica Latina, donde el banco ha tenido una considerable presencia si bien ha soltado amarras estos a?os en algunos sectores y pa¨ªses.
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