Recuperaci¨®n econ¨®mica palpable, pero entorpecida
El plan de ayudas a empresas prefigura el giro coyuntural, un inquietante ciclo alcista de costes lo inhibe
El pulso de la recuperaci¨®n empieza a latir con un cierto vigor en los pa¨ªses m¨¢s avanzados en la vacunaci¨®n. En Israel y el Reino Unido, los principales ¨ªndices de coyuntura apuntan a un fuerte impulso de la demanda interna liderada por el consumo privado. El factor confianza es el que reacciona con m¨¢s intensidad: las familias pierden el miedo a gastar a medida que se sienten inmunizadas ante el virus, mientras que las empresas que han sobrevivido a la crisis entrev¨¦n una mejora de su facturaci¨®n en un horizonte no muy lejano. Ese bucle virtuoso tambi¨¦n est¨¢ en marcha en la econom¨ªa americana, dopada por una sucesi¨®n sin parang¨®n de planes fiscales.
Un cambio de expectativas deber¨ªa tambi¨¦n producirse a este lado del Atl¨¢ntico, y singularmente en Espa?a, aunque con mucho retraso por la lentitud de la distribuci¨®n de los f¨¢rmacos y el inquietante repunte de los contagios en forma de cuarta ola. Las cuentas de los sectores institucionales que se han dado a conocer esta semana muestran el potencial expansivo al que nos asomamos. Durante el primer a?o de la pandemia las familias espa?olas incrementaron su ahorro en cerca de 62.000 millones de euros. Un esfuerzo que solo se pudieron permitir las que dispon¨ªan de rentas m¨¢s altas, pero que evidencia la magnitud del consumo embalsado como consecuencia de la incertidumbre y de las limitaciones de actividad.
Sin embargo, el desfase temporal tiene inconvenientes. El m¨¢s acuciante ata?e a las disrupciones de la cadena de suministros: ya aparecen fen¨®menos de desabastecimiento de algunos de los principales metales y productos energ¨¦ticos que vertebran el sistema productivo, as¨ª como de microprocesadores y de contenedores. La causa es el car¨¢cter abrupto del rebote, iniciado en Asia y que se extiende por EE UU y otros pa¨ªses occidentales que pueden levantar sus restricciones.
Los problemas de abastecimiento podr¨ªan entorpecer la recuperaci¨®n de la econom¨ªa europea que se espera a partir del verano. De momento, los plazos de entrega de los suministros se alargan, y los costes se orientan al alza, magnificados por la apreciaci¨®n del d¨®lar frente al euro (un 4,5% desde el inicio del a?o). Todo ello acarrea un repunte de la inflaci¨®n (ver el IPC de marzo) y sobre todo una p¨¦rdida de ingresos para los pa¨ªses importadores como Espa?a, algo que, de consolidarse, restar¨¢ fuerza a la recuperaci¨®n, por el efecto relaci¨®n real de intercambio.
De alguna manera, la eurozona no ha aprovechado el periodo de bajos precios energ¨¦ticos y otros productos importados, y ahora se enfrenta al reto de evitar que la elevaci¨®n de los costes entorpezca la recuperaci¨®n. Y esto podr¨ªa ir a peor, seg¨²n algunos analistas que auguran incluso un nuevo ciclo de subidas en los precios de las materias primas.
Otra consecuencia de nuestro retraso coyuntural estriba en el par¨®n prolongado del turismo, lastrado por el doble impacto de las restricciones de movilidad y de la larga aton¨ªa de los desplazamientos internacionales. Porque todo apunta a que la normalizaci¨®n del turismo de sol y playa ser¨¢ dilatada en el tiempo, y que en ese proceso la situaci¨®n sanitaria jugar¨¢ un papel importante, tal vez determinante, para la competitividad internacional de nuestro sector. El plan de ayudas directas a empresas es una decisi¨®n acertada, a la espera de su puesta en marcha por las comunidades aut¨®nomas.
Asimismo, se incrementa el riesgo de paro de larga duraci¨®n para las personas en ERTE, los j¨®venes, que en su inmensa mayor¨ªa se han quedado fuera de los dispositivos de empleo, y otros colectivos desprotegidos. Todo ello evidencia la necesidad de reformas orientadas a facilitar la generaci¨®n de empleo estable y acabar con la polarizaci¨®n del mercado laboral, adem¨¢s de mejorar la adecuaci¨®n entre las competencias y la demanda de las empresas.
Reformas inclusivas, junto con una pol¨ªtica presupuestaria flexible, para no quedar rezagados y limitar las cicatrices de la crisis.
Incentivos
El Real Decreto-ley de apoyo a las empresas establece ayudas similares a las que se aplican en pa¨ªses europeos. Adem¨¢s, al incorporar un m¨ªnimo (de 4.000 euros), el dispositivo tiende a favorecer a los peque?os negocios. La principal inc¨®gnita reside en la gesti¨®n, que depende de las convocatorias que lance cada comunidad aut¨®noma. En otros pa¨ªses como Francia e Italia las empresas pueden solicitar ayudas directamente desde el portal de la Agencia Tributaria. El plan tambi¨¦n incluye un dispositivo original de apoyo a la solvencia de medianas empresas, por 1.000 millones de euros.
Raymond Torres es director de coyuntura de Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_
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