Bruselas relanza sus planes para que las multinacionales paguen m¨¢s impuestos en la UE

El Ejecutivo comunitario lanza otra intentona para tapar los agujeros fiscales en la UE, que cada a?o le cuestan hasta 166.000 millones de euros. La Comisi¨®n Europea conf¨ªa en un acuerdo en el marco de la OCDE sobre un impuesto m¨ªnimo de sociedades para proponer una nueva f¨®rmula que armonice por fin ese tributo en 2023 y poner sobre la mesa una reformulada tasa Google. El comisario de Econom¨ªa, Paolo Gentiloni, prometi¨® una ¡°actuaci¨®n decidida¡± por parte de Bruselas, cuyos proyectos para acabar con la competenc...

El Ejecutivo comunitario lanza otra intentona para tapar los agujeros fiscales en la UE, que cada a?o le cuestan hasta 166.000 millones de euros. La Comisi¨®n Europea conf¨ªa en un acuerdo en el marco de la OCDE sobre un impuesto m¨ªnimo de sociedades para proponer una nueva f¨®rmula que armonice por fin ese tributo en 2023 y poner sobre la mesa una reformulada tasa Google. El comisario de Econom¨ªa, Paolo Gentiloni, prometi¨® una ¡°actuaci¨®n decidida¡± por parte de Bruselas, cuyos proyectos para acabar con la competencia fiscal dentro de la UE se topan con la oposici¨®n rotunda de Irlanda o Luxemburgo.

La Comisi¨®n Europea vuelve a la carga con la vieja ambici¨®n de armonizar el impuesto de sociedades en Europa. Bruselas se fij¨® este martes una nueva hoja de ruta sobre fiscalidad que empezar¨¢ este a?o con una propuesta legislativa para poner coto a las empresas fantasma y que culminar¨¢ en 2023 con una nueva oferta para armonizar la tributaci¨®n de las multinacionales. A pesar de que no avanz¨® detalles sobre el nuevo proyecto, fuentes comunitarias explicaron que se basar¨¢ en una base com¨²n m¨ªnima y en la redistribuci¨®n de los actuales ingresos entre pa¨ªses.

Esta ser¨¢ la cuarta vez que la Comisi¨®n trata de poner fin a la competencia fiscal entre Estados miembros. Ahora, socios como Irlanda o Luxemburgo se oponen a homogeneizar tributos como la tasa Google con el argumento de que esos impuestos deben reformarse a escala global, en el marco de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) y no de la UE. La nueva agenda del presidente estadounidense, Joe Biden, amenaza con dejarles sin razones, puesto que Washington ha anunciado ya su inter¨¦s en imponer un tipo m¨ªnimo mundial en sociedades. ¡°Ahora tenemos una tremenda oportunidad en el terreno internacional¡±, sostiene un funcionario europeo.

Los trabajos en la OCDE, que cuentan ya con un cierto acuerdo t¨¦cnico, avanzan en dos frentes. El llamado ¡°pilar 1¡± busca adaptar la fiscalidad a los modelos de negocio actuales para que se tribute all¨ª donde se hace negocio y no donde est¨¢ la sede. El segundo, trata de crear un tipo impositivo m¨ªnimo para las multinacionales. Bruselas quiere aprovechar el impulso que pueda dar ese acuerdo, que espera que se cierre este a?o, para proponer dos directivas que permitan aplicar casi de inmediato esos dos principios en la UE. Gentiloni afirm¨® ser ¡°optimista¡± con la consecuci¨®n de un pacto en la OCDE. Y si bien dijo que la viabilidad de la propuesta europea no se f¨ªa por completo a ese acuerdo, s¨ª admiti¨® que sellarlo permitir¨ªa ¡°darle un impulso de una forma extraordinaria¡±.

Bruselas ve injustificable la p¨¦rdida de impuestos ¡ªentre 35.000 y 76.000 millones solo en sociedades¡ª por la evasi¨®n. Menos si esta se produce por cauces legales. La Comisi¨®n, adem¨¢s, ve m¨¢s urgente alcanzar un acuerdo para gravar la actividad de las multinacionales ante los varapalos que recibe del Tribunal de Justicia de la UE, que ha tumbado sus decisiones para que Starbucks, Amazon o Apple devolvieran ayudas de Estado que consideraba ilegales.

Sin embargo, Bruselas se ha dado siempre de bruces contra la unanimidad que requieren los asuntos fiscales entre los 27 socios. Irlanda, Luxemburgo, Malta, Chipre y Pa¨ªses Bajos suelen rechazar cualquier intento de armonizaci¨®n. ¡°Todas estas propuestas tan ambiciosas pueden quedar en papel mojado si no pueden ponerse en pr¨¢ctica, como ha pasado en el pasado con muchas de las principales iniciativas sobre justicia fiscal¡±, advierte el diputado de Los Verdes Ernest Urtasun.

Para lanzar la nueva propuesta sobre sociedades ¡ªbautizada con el nombre de Befit¡ª la Comisi¨®n retirar¨¢ las iniciativas pendientes. La nueva oferta ser¨¢, seg¨²n la comunicaci¨®n aprobada este martes, ¡°un reglamento ¨²nico sobre los impuestos empresariales en la UE¡±, basado en una base imponible com¨²n y una redistribuci¨®n de los ingresos fiscales entre los Estados miembros de acuerdo con una f¨®rmula todav¨ªa por concretar. Seg¨²n fuentes comunitarias, solo estar¨¢n sujetos a ese tributo las empresas que operen en m¨¢s de un pa¨ªs del bloque.

M¨¢s tasas ambientales

Los nuevos acuerdos en el marco de la OCDE tambi¨¦n supondr¨¢n que la UE reformule su propuesta para una tasa digital, impulsada en 2018 y rechazada por Finlandia, Suecia e Irlanda. ¡°En julio presentaremos una propuesta que ser¨¢ muy diferente de la de 2018¡±, aseguraron fuentes comunitarias.

La Comisi¨®n tambi¨¦n quiere que el sistema tributario se adapte a los grandes objetivos europeos, en particular a las transiciones verde y digital. Ahora el 50% de los ingresos fiscales de los 27 socios procede de los impuestos sobre el trabajo, incluidas las contribuciones sociales. La otra mitad de la cesta est¨¢ compuesta por el IVA (15%) y tasas medioambientales (6%), sobre la propiedad (5%) y sobre beneficios empresariales (7%). Bruselas ve poco recorrido en la imposici¨®n sobre los salarios por el envejecimiento de la poblaci¨®n, y cree que los tipos sobre el IVA est¨¢n ya en m¨¢ximos hist¨®ricos.

A pesar de ser una competencia nacional, la Comisi¨®n sugiri¨® el camino que deber¨ªan seguir los pa¨ªses: impuestos medioambientales y sobre la salud (tabaco y alcohol), una fiscalidad sobre el capital que sea justa y una tasa digital que asegure que ¡°esas compa?¨ªas¡± contribuyen ¡°con su parte¡± a la sociedad.