El reto de pagar la jubilaci¨®n del ¡®baby boom¡¯
Las declaraciones del ministro Escriv¨¢ ponen sobre la mesa el debate de c¨®mo se van a financiar las pensiones de la generaci¨®n m¨¢s poblada
¡°Los baby boomers podr¨¢n elegir entre un ajuste peque?o en su pensi¨®n o podr¨¢n trabajar algo m¨¢s¡±, se?al¨® el pasado jueves el ministro de Seguridad Social, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ en una entrevista a TVE. Por primera vez un titular de las pensiones mencionaba abiertamente en p¨²blico ...
¡°Los baby boomers podr¨¢n elegir entre un ajuste peque?o en su pensi¨®n o podr¨¢n trabajar algo m¨¢s¡±, se?al¨® el pasado jueves el ministro de Seguridad Social, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ en una entrevista a TVE. Por primera vez un titular de las pensiones mencionaba abiertamente en p¨²blico las consecuencias de la llegada a la jubilaci¨®n del baby boom ¡ªaquella generaci¨®n nacida entre finales de los a?os cincuenta y finales de los setenta del siglo XX¡ª, y apuntaba que esto conllevar¨ªa un esfuerzo.
Y lo dec¨ªa justo el d¨ªa en el que el Gobierno, la patronal y los sindicatos firmaban el acuerdo de la primera parte de la reforma de pensiones. Sobre este pacto los sindicatos afirman que garantiza que las pensiones se sufragar¨¢n con m¨¢s ingresos y no con recortes como con la reforma del PP que ahora se deshace por completo. La declaraci¨®n de Escriv¨¢ aguaba esa argumentaci¨®n. As¨ª que enseguida se abalanzaron sobre ¨¦l. La patronal tambi¨¦n se desmarc¨® del ministro con una nota que dec¨ªa: ¡°Dicha pretensi¨®n no forma parte del acuerdo alcanzado ni se comparte¡±. Al d¨ªa siguiente, Escriv¨¢ corrigi¨®: ¡°Tengo que reconocer que ayer no tuve mi mejor d¨ªa y no transmit¨ª esa certidumbre sobre algo que todav¨ªa est¨¢ por definir. Probablemente no me expres¨¦ bien o se me entendi¨® mal. Eran reflexiones en voz alta¡±.
Las declaraciones de Escriv¨¢ ponen sobre la mesa el debate de c¨®mo afrontar la jubilaci¨®n del llamado baby boom, la generaci¨®n m¨¢s numerosa. En principio solo hay una certeza sobre el sistema de pensiones espa?ol: el n¨²mero de prestaciones va a subir de los 10 millones de la actualidad hasta los 15 millones en 2050. A partir de 2023 se empieza a retirar esta generaci¨®n, que tiene una mayor esperanza de vida. Y adem¨¢s le sigue otra caracterizada por una natalidad baja: el llamado baby collapse.
En un sistema de reparto como el actual, en el que los cotizantes de hoy pagan las prestaciones de los pensionistas, ese es el elefante en la sala que estos d¨ªas se ha ignorado hasta las declaraciones de Escriv¨¢. M¨¢xime cuando esta situaci¨®n durar¨¢ unas tres d¨¦cadas y adem¨¢s esas generaciones han cotizado m¨¢s y durante m¨¢s tiempo y, por lo tanto, han generado prestaciones m¨¢s altas. Siempre se podr¨¢ seguir financiando en torno al 12% del PIB que se destina ahora y, en consecuencia, los baby boomers tendr¨¢n seguro una prestaci¨®n. Dependiendo del tama?o de la econom¨ªa y de la demograf¨ªa, ese trozo de la tarta, y por ende la cuant¨ªa, podr¨¢ ser m¨¢s o menos grande.
A partir de ah¨ª se entra en el terreno de las hip¨®tesis. De cumplirse las proyecciones demogr¨¢ficas, en tres d¨¦cadas solo habr¨¢ 1,8 personas en edad de trabajar por cada mayor de 66 a?os frente a los 3,4 de la actualidad. ?C¨®mo se puede financiar eso? Un informe del Banco de Espa?a se?ala que habr¨ªa que subir las cotizaciones m¨¢s de un 35% para poder mantener en 2050 la generosidad de la pensi¨®n respecto al salario medio. Y eso con una tasa de ocupaci¨®n del 80%, que ahora mismo en todo el mundo solo alcanza Suiza. En Espa?a est¨¢ cerca del 60%.
El propio Gobierno reconoce en su plan de recuperaci¨®n enviado a Bruselas que, dado el elevado desempleo, no parece lo m¨¢s adecuado subir cotizaciones. Sin embargo, s¨ª que admite subir impuestos. Esa es la posici¨®n que respaldan los sindicatos, que defienden que con las alzas tributarias, el crecimiento econ¨®mico, una mayor inmigraci¨®n y el aumento de bases impositivas por el menor fraude se puede sostener el sistema sin ajustes.
La Autoridad Fiscal calcula que el aumento que habr¨¢ del gasto en pensiones tras deshacer la reforma del PP es de unos cuatro puntos de PIB. Esto es el equivalente a un incremento de la recaudaci¨®n por IRPF de cerca del 60%. En su comparecencia ante la comisi¨®n del Pacto de Toledo en el Congreso, el gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, record¨® que una subida de impuestos de tal escala acabar¨ªa teniendo efectos econ¨®micos similares a las subidas de cotizaciones y, como afectar¨ªa tambi¨¦n a los pensionistas, al final se les estar¨ªa restando renta igual que si se redujese la generosidad de la pensi¨®n.
Dicho esto, hay m¨¢s teclas que pueden tocarse para hacer el sistema sostenible. Si sube la productividad, por ejemplo con avances tecnol¨®gicos, podr¨ªa elevarse el PIB y permitir financiar cuant¨ªas mejores. Solo que la tendencia reciente de esta han sido repuntes muy exiguos. Y la natalidad parece estancada alrededor de 1,2 hijos por mujer incluso cuando las cosas van bien.
Tambi¨¦n puede mejorar el porcentaje de gente trabajando hasta los niveles de pa¨ªses como Suiza, Holanda o Nueva Zelanda, si bien eso paliar¨ªa solo la mitad del problema, explicaba el director de Econom¨ªa del Banco de Espa?a, ?scar Arce, en una presentaci¨®n.
Las recetas del FMI: m¨¢s inmigraci¨®n y ahorro
El FMI calculaba que podr¨ªan hacer falta unos 5,5 millones de inmigrantes adicionales, el equivalente a lo que entr¨® entre 2000 y 2007, para ayudar a financiar las pensiones. Y aun as¨ª pronosticaba que la pensi¨®n perder¨ªa cerca de un tercio de su poder adquisitivo respecto al salario medio. Har¨ªa falta tocar todo lo dem¨¢s, dec¨ªa el Fondo, incluyendo elevar los ingresos, disminuir la generosidad de la pensi¨®n, aumentar la gente trabajando, alargar la edad de jubilaci¨®n y subir el ahorro complementario. Una combinaci¨®n de todo ello ser¨ªa necesario para mantener un nivel de pensiones aceptable socialmente a la vez que sostenible financieramente, conclu¨ªa.
Por el lado de los ajustes, Espa?a es uno de los pa¨ªses en los que la pensi¨®n representa un mayor porcentaje del ¨²ltimo salario y del salario medio. As¨ª que se podr¨ªa reducir algo la generosidad con relaci¨®n a estos, desacelerando el incremento que habr¨¢ del gasto.
Otra opci¨®n es aumentar la edad de jubilaci¨®n. Pa¨ªses como Italia, Portugal, Dinamarca o Finlandia han ligado la edad de jubilaci¨®n a la esperanza de vida.
La reforma suscrita esta semana se centra en que no haya ajustes y tiene b¨¢sicamente tres ejes: la recuperaci¨®n de las revalorizaciones con el IPC; el traspaso gradual del d¨¦ficit de la Seguridad Social al Presupuesto del Estado alegando que cubre gastos impropios del sistema ¡ªeste a?o se transfieren unos 13.000 millones y se espera llegar a 22.000¡ª; y los incentivos para acercar la edad de jubilaci¨®n efectiva a la legal. Estos en realidad suponen una mejora sobre los anteriores salvo en los meses 24 y 23 antes de jubilarse y en los meses 3, 2 y 1 antes del retiro, y un informe de la Universidad de Valencia y la de Extremadura constata que evitar la jubilaci¨®n anticipada en realidad no es un ahorro para el sistema porque los coeficientes reductores son altos y cuando un pensionista se jubila antes en realidad es una ganancia para la Seguridad Social. ¡°De momento la reforma que ha sido firmada no mejora la sostenibilidad de las cuentas p¨²blicas y aplaza las decisiones m¨¢s dif¨ªciles¡±, asegura Rafael Dom¨¦nech, economista del BBVA.