La recuperaci¨®n empieza a suturar parte de la brecha de g¨¦nero en el empleo
Por octavo mes consecutivo sube el n¨²mero de trabajadoras ocupadas mientras el total de desempleadas va a la baja desde febrero, cuando se alcanz¨® el pico m¨¢s elevado
La pandemia aprieta, pero cada vez ahoga menos al mercado laboral. Cercado el impacto del virus gracias al cortafuegos de las vacunas, el regreso de la actividad permite que empresarios y trabajadores respiren m¨¢s holgadamente aunque sea todav¨ªa a trav¨¦s de la mascarilla. ...
La pandemia aprieta, pero cada vez ahoga menos al mercado laboral. Cercado el impacto del virus gracias al cortafuegos de las vacunas, el regreso de la actividad permite que empresarios y trabajadores respiren m¨¢s holgadamente aunque sea todav¨ªa a trav¨¦s de la mascarilla. Los datos de paro registrado de septiembre, dados a conocer este lunes por los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social, evidencian que la recuperaci¨®n no ha perdido su empuje, sino m¨¢s bien todo lo contrario. Hasta tal punto que algunas de las heridas abiertas por el virus empiezan a cicatrizar. Es el caso del desempleo femenino, agigantado durante gran parte de la pandemia, y que en 2021 acumula siete meses a la baja y se encuentra ya en cifras pr¨¢cticamente similares a las de la ¨¦poca precoronav¨ªrica.
Septiembre termin¨® con 3.257.802 trabajadores desempleados, de los cuales 1.932.239 eran mujeres (59,3%). Sin embargo, esta cifra es el resultado de siete meses consecutivos de mordiscos al montante con el que comenzaba el a?o (2.273.375). Si bien entre los meses de enero y febrero el n¨²mero de trabajadoras desempleadas creci¨® hasta situarse en 2.304.779 (+31.404), el pico m¨¢s elevado durante la pandemia, desde entonces la cifra se ha reducido considerablemente: hoy hay 372.540 paradas menos (-16,16%).
Gracias a esta cadencia, replicada tanto a nivel general como poniendo la lupa en la distinci¨®n de sexos, los datos de paro est¨¢n cada vez m¨¢s cerca de sintonizarse con los anteriores a la pandemia. Aunque actualmente ya hay menos hombres en paro que en febrero de 2019, la ¨²ltima mensualidad sin rastro del virus, (1.325.563 a 1.360.225), las mujeres tambi¨¦n est¨¢n cerca de empatar con esos registros (+3.424).
Empiezan a quedar cada vez m¨¢s lejos los guarismos de 2020, los que m¨¢s castigaron al colectivo de mujeres trabajadoras: entre enero y diciembre el paro femenino pas¨® de 1.896.873 desempleadas a 2.225.121 (+328.248). Y m¨¢s todav¨ªa cuando el paro alcanz¨® su m¨¢ximo en la pandemia. Ocurri¨® en el pasado febrero y se superaron por primera vez los cuatro millones de desempleados (4.008.789). Entonces las mujeres representaban el 57,4% del total, y se acercaban peligrosamente a la barrera de los dos millones y medio de desempleadas.
Diversificaci¨®n
Sin embargo, los n¨²meros reflejan tendencias, pero lo hacen desde una frialdad estad¨ªstica que en ocasiones esconde realidades opuestas. Al menos esa es la opini¨®n de Lola Santillana, secretaria de Empleo y cualificaci¨®n profesional de CC OO. ¡°Que aparentemente la brecha de g¨¦nero que ha agudizado la pandemia se est¨¦ cerrando no quiere decir que la situaci¨®n entre hombres y mujeres se haya equiparado¡±, reconoce. ¡°Durante la pandemia se ha visto c¨®mo las mujeres han podido mantener su empleo en sectores como la ense?anza o la sanidad, tradicionalmente feminizados, pero eso no significa que las condiciones de trabajo respecto a los hombres sean hoy las mismas¡±, a?ade.
Santillana se centra, por ejemplo, en otra remesa de datos que evidencian la existencia todav¨ªa de esta diferenciaci¨®n entre sexos: la contrataci¨®n temporal. Seg¨²n los ¨²ltimos registros, en septiembre se firmaron 1.923.846 contratos, de los cuales 1.707.158 fueron temporales (88,7%) y tan solo 216.688 (11,3%) indefinidos. Entrando en las tripas de estas contrataciones, de los 894.925 acuerdos que protagonizaron las mujeres, 788.970 (88,1%) fueron eventuales. ¡°Hay que ponerle freno a la temporalidad, y mejorar las condiciones de trabajo de hombres y mujeres¡±, reclama Santillana. Para ello, propone una ¡°diversificaci¨®n de las ocupaciones¡± que no arrincone a las mujeres en sectores muy determinados.
Disgregadas por edades, esta ca¨ªda del paro femenino que se registra en 2021 encuentra un mayor reflejo entre las mujeres mayores de 25 a?os: de las 2.100.682 con las que comenz¨® el a?o tan solo quedan 1.807.807 (-318.989). Del mismo modo, en la franja de menores de 25, la ca¨ªda es igualmente significativa, aunque los n¨²meros son algo menos opulentos: de 172.693 a 124.432 (-48.261).
En el reverso de la moneda laboral se colocan por norma general las afiliaciones a la Seguridad Social, y ah¨ª las mujeres tambi¨¦n han ganado peso. Los datos del ministerio son reveladores. En primer lugar, porque el n¨²mero de ocupadas no ha dejado de crecer a lo largo de 2021: de las 8.779.888 con las que comenz¨® enero se ha pasado en septiembre hasta las 9.087.731 (+307.843). Bien es cierto que porcentualmente la cifra apenas ha variado: del 46,63% al 46,53%.