La nueva realidad de la mujer en el trabajo
La pandemia ha golpeado a las mujeres con mayores tasas de desempleo, contratos m¨¢s precarios y salarios m¨¢s bajos, problemas que se a?aden a las dificultades para conciliar. Esta es una visi¨®n global de la situaci¨®n de la mujer en el ¨¢mbito laboral un a?o despu¨¦s del estallido de la crisis sanitaria
Los nombres de las cient¨ªficas Lise Meitner y Marthe Gautier quiz¨¢ sean poco conocidos, pero son claves en sus ¨¢mbitos de investigaci¨®n. La primera fue responsable de la fisi¨®n nuclear junto a Otto Hahn ¡ªquien obtuvo el Premio Nobel por ello¡ª, y la segunda, una de las protagonistas del descubrimiento del cromosoma causante del s¨ªndrome de Down, en colaboraci¨®n con los genetistas Raymond Turpin y J¨¦r?me Lejeune.
Los logros cient¨ªficos de los que formaron parte indispensable se atribuyeron a sus compa?eros de investigaci¨®n. Fueron v¨ªctimas del efecto Matilda, bautizado as¨ª por Matilda Joslyn Gage, una sufragista y abolicionista norteamericana del siglo XIX, que utiliz¨® esta etiqueta para evidenciar la falta de reconocimiento de los logros cient¨ªficos de las investigadoras.
Este efecto no es el ¨²nico que distorsiona el trabajo de las mujeres, que suponen la mitad de la poblaci¨®n mundial. Tambi¨¦n se ha puesto en evidencia el s¨ªndrome de la impostora, por el que muchas profesionales se ven obligadas a justificar su val¨ªa continuamente. Ambos problemas complican un mundo laboral en el que sus salarios son un 13% m¨¢s bajos que los de los hombres, seg¨²n la Oficina europea de estad¨ªstica (Eurostat) ¡ªla llamada brecha salarial¡ª; en el que las tasas de desempleo femenino son un 2,5% superiores a las masculinas y en el que el porcentaje de mujeres con contratos a tiempo parcial triplica al de los hombres (el 23% frente al 7%), seg¨²n el informe de Esade Trabajo e hijos en Espa?a: retos y oportunidades para la igualdad entre hombres y mujeres.
Estas realidades que ya exist¨ªan antes de la covid-19 se han acrecentado. ¡°La pandemia est¨¢ teniendo un impacto muy negativo sobre las mujeres, con m¨¢s paro y m¨¢s precariedad. En el ¨¢mbito social, con m¨¢s riesgo de pobreza y de ser v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero. Espa?a es el pa¨ªs europeo en el que m¨¢s creci¨® el paro femenino en 2020. Adem¨¢s, seis de cada 10 parados de larga duraci¨®n son mujeres. Sin trabajo ni independencia econ¨®mica, somos m¨¢s vulnerables¡±, advierte Ana Bujald¨®n, presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE).
En el ¨²ltimo trimestre de 2020, la tasa de paro de las mujeres en Espa?a se situ¨® en el 19,3%, frente al 14,1% de los hombres, seg¨²n datos de la octava edici¨®n del informe #EmpleoParaTodas. La mujer en riesgo de exclusi¨®n, publicado por la Fundaci¨®n Adecco. Mientras que en 2019 este porcentaje era del 15,5% y el 12,2%, respectivamente.
Los sectores m¨¢s afectados por la pandemia, como el del turismo, el de la hosteler¨ªa y el del ocio, en los que la destrucci¨®n de empleo ha sido m¨¢s virulenta, son precisamente los que tienen mayor presencia femenina. A diferencia de lo que ocurri¨® en la crisis de 2008, donde la destrucci¨®n de empleo se produjo principalmente en el de la construcci¨®n, un sector eminentemente masculino.
El Parlamento Europeo ha expresado su preocupaci¨®n por estas circunstancias. Considera que la desigualdad entre g¨¦neros ser¨¢ cada vez mayor si no se toman medidas, por lo que urge a los pa¨ªses miembros a incluir en sus planes de recuperaci¨®n propuestas espec¨ªficas para acabar con el desequilibrio producido en el mercado laboral. De hecho, es una de las l¨ªneas de actuaci¨®n del Fondo de Recuperaci¨®n Europeo. Esta grieta ralentiza el crecimiento econ¨®mico. En el caso de Espa?a, los expertos consideran que luchar contra la desigualdad existente entre hombres y mujeres aumentar¨ªa el Producto Interior Bruto (PIB) en 230.847 millones de euros, un 18,5% m¨¢s.
La importancia de la corresponsabilidad
La Fundaci¨®n Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound) ha advertido de que la crisis de la covid-19 pone en riesgo los avances en materia de igualdad, por el considerable aumento de la participaci¨®n de las mujeres en el trabajo no remunerado, como el cuidado de ni?os y de enfermos. Antes de la pandemia, las mujeres ya se hac¨ªan cargo del 75% de las tareas que supon¨ªan la atenci¨®n a los hijos y las labores del hogar, de acuerdo con datos de la consultora McKinsey.
Durante la pandemia el porcentaje de mujeres que perdieron o abandonaron sus trabajos fue significativamente mayor que el de los hombres. Seg¨²n el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, cuando lleg¨® la crisis sanitaria muchas mujeres no pudieron seguir trabajando al no ser capaces de conciliar los ¨¢mbitos laboral y familiar. La falta de corresponsabilidad tambi¨¦n fue clave.
El informe de Esade llega a la misma conclusi¨®n y muestra que en el ¨²ltimo trimestre de 2020, la tasa de empleo de los hombres con hijos recuper¨® el nivel de 2019, mientras que en el caso de las mujeres cay¨® 2,4 puntos porcentuales. Entre abril y junio de 2020, el 16% de los hombres con hijos estaba en un expediente de regulaci¨®n temporal de empleo (ERTE), mientras que este porcentaje sub¨ªa hasta casi el 20% en el caso de las mujeres con hijos.
Para acabar con esta situaci¨®n el Parlamento Europeo recomienda a las autoridades nacionales que incentiven a los hombres a flexibilizar su horario de trabajo. La opini¨®n es compartida por Conxita Folguera, profesora de Direcci¨®n de Personas y Organizaci¨®n de Esade. ¡°Las empresas deben generar entornos flexibles para hombres y mujeres. Si no es as¨ª, se perpet¨²a la percepci¨®n de que las tareas dom¨¦sticas y los cuidados son responsabilidad de las mujeres. Las pol¨ªticas de conciliaci¨®n deben ir dirigidas a todos, cualquiera que sea su identidad de g¨¦nero, y deben tener en cuenta el ciclo vital de cada uno¡±, explica
El esfuerzo por acortar la brecha salarial
La desigualdad en los salarios se ha acrecentado con la pandemia y est¨¢ muy relacionada con esa obligaci¨®n de conciliar, que recae mayoritariamente sobre los hombros femeninos. Las mujeres reducen sus jornadas y, proporcionalmente, sus sueldos. O directamente priorizan el cuidado de los hijos, dejando para otro momento sus carreras profesionales.
En 2018, las mujeres ganaban de media casi un 15% menos que los hombres en la Uni¨®n Europea, seg¨²n los ¨²ltimos datos de Eurostat. En Espa?a, esta diferencia era algo menos, un 13,9%. La brecha, en vez de recortarse, puede seguir aumentando como consecuencia de la crisis actual. La Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) en su estudio Informe mundial sobre salarios evidencia que los sueldos de las mujeres se redujeron un 14,9% en el primer semestre de 2020, mientras que el de los hombres baj¨® un 11,3%.
El s¨ªndrome de la impostora y el teletrabajo
El s¨ªndrome de la impostora es un estigma que padecen m¨¢s las mujeres que los hombres. Ese trastorno que supone demostrar continuamente que se es apto para un trabajo se ha hecho m¨¢s evidente durante la pandemia y se ha traducido en dedicar m¨¢s horas para estar a la altura de las circunstancias laborales.
¡°Las mujeres no hemos sido educadas para liderar, por eso, cuando una mujer triunfa en su carrera y dirige un gran proyecto o un equipo, lo primero con lo que tiene que lidiar es con su propia autoestima¡±, denuncia Eva Fern¨¢ndez, presidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres Empresarias de Cantabria (ADMEC), que trabaja para acabar con este problema. ¡°Lograr esa seguridad, esa confianza en nuestras aptitudes y capacidades, es lo m¨¢s dif¨ªcil¡±, a?ade.
El teletrabajo no ha ayudado mucho en este sentido. Muchas empresas han constatado que la presencialidad no era del todo necesaria y esta din¨¢mica se ha convertido en algo tan normal como poco normado. ¡°Teletrabajar exige unas condiciones ¡ªequipo, espacio, conexiones, respeto a los horarios¡ª que no siempre se han dado. A base de voluntad y esfuerzo, se ha hecho lo que se ha podido, pero en circunstancias no ¨®ptimas y, con frecuencia, no adecuadas¡±, explica Folguera.
Liderazgo femenino para acabar con el ¡®efecto Matilda¡¯ y el techo de cristal
Hoy existen Matildas en todos los sectores, si bien en el ¨¢mbito investigador resulta m¨¢s evidente, en el que las mujeres representan el 28% del alumnado en carreras cient¨ªficas en todo el mundo, seg¨²n la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La visibilizaci¨®n es, por tanto, necesaria. Por eso, las empresas pueden ayudar mucho en este aspecto, si reconocen el talento, independientemente del g¨¦nero y fomentan el liderazgo femenino. ¡°Necesitamos apoyos para estimular el desarrollo de las carreras profesionales de las mujeres, as¨ª como su acceso a puestos de direcci¨®n y responsabilidad profesional en un plano de absoluta igualdad. Somos capaces de liderar el cambio necesario y por eso necesitamos m¨¢s mujeres presidentas, m¨¢s consejeras delegadas, m¨¢s cient¨ªficas, m¨¢s ingenieras, m¨¢s cineastas, m¨¢s juezas, m¨¢s pol¨ªticas, m¨¢s escritoras¡¡±, reclama Ana Ulloa, presidenta de la Asociaci¨®n de Empresarias de A Coru?a (AECO).
Este cambio de actitud, adem¨¢s, contribuir¨ªa a la paulatina destrucci¨®n del techo de cristal, esa limitaci¨®n velada que impide a las mujeres ocupar puestos de responsabilidad en las empresas. ¡°Ser¨¢ dif¨ªcil de romper si no hay una imposici¨®n de medidas de discriminaci¨®n positiva como las cuotas, que deben ser eventuales hasta conseguir los objetivos de igualdad real y efectiva¡±, considera Irene Navarro, presidenta de la Asociaci¨®n Multisectorial de Mujeres Directivas y Empresarias (AMMDE).