La cultura entra en la agenda
La OMS reconoce que el arte mejora la calidad de vida y debe incorporarse a los sistemas sanitarios, y reduce el tiempo de hospitalizaci¨®n de los pacientes
En los ¨²ltimos tiempos vemos c¨®mo se han situado en la agenda p¨²blica asuntos como el medioambiente o el feminismo, pues cuentan con numerosos activistas en sus causas. Sin embargo, la cultura, m¨¢s all¨¢ de encontrar defensores entre sus profesionales con iniciativas como Act¨²a Cultura o Alerta Roja, no ha contado con una marea, un sector amplio de la poblaci¨®n que la defienda por su contribuci¨®n social. Por otro lado, los discursos desde la esfera pol¨ªtica han abogado por la importancia de la cultura en cuanto a su contribuci¨®n al PIB y en su dimensi¨®n econ¨®mica. Esta cuesti¨®n no es nada desde?able, pero empobrece la visi¨®n de la importancia que merece.
Sin embargo, en los ¨²ltimos meses, ante una situaci¨®n sanitaria tan extrema como la vivida, hemos buscado refugio en nuestros hogares, y la vida cultural ha continuado en una esfera ¨ªntima y en su diversidad de expresiones: una pel¨ªcula, un libro o una canci¨®n nos han aliviado la existencia e, incluso, en muchos casos, nos hemos expresado de forma art¨ªstica.
Hace tan solo unos meses se puso en marcha la Carta Roma 2020, basada en el trabajo realizado por CGLU con la Agenda 21 de la Cultura, que propone la cultura como respuesta a los retos globales. A esta iniciativa han contribuido ciudades como Bogot¨¢, Buenos Aires, Lisboa, Xi'an, Bilbao, Jeju, Ciudad de M¨¦xico o Ouagadougou. Recordemos que la cultura es un derecho humano y que, como el resto de derechos, sin prioridad de unos sobre otros, configuran la dignidad humana.
En noviembre del 2019, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) reconoc¨ªa c¨®mo el arte mejora la calidad de vida y debe incorporarse a los sistemas sanitarios. Podemos destacar iniciativas en esta l¨ªnea, como ¡®Receta Cultura¡¯ en Valencia, o el acuerdo con los museos en Catalunya. Sobre este tema, en el Reino Unido se ha publicado ¡®El valor de la cultura para la sociedad¡¯, donde dejan claros algunos de estos valores, se aportan datos de c¨®mo aumenta la esperanza de vida al participar en la vida cultural, o c¨®mo crece la participaci¨®n en la vida pol¨ªtica de la comunidad si has desarrollado actividades musicales, etc.
En el propio Reino Unido tambi¨¦n pueden destacarse iniciativas como Live Musica Now o Breathing Spaces, y se han creado fundaciones art¨ªsticas dependientes de los hospitales y centros de investigaci¨®n, como la Charity pedi¨¢trica Arfelt, el Center for Music & Medicine de Johns Hopkins, o el estudio lanzado desde el King's College London y la UCL sobre el impacto de las intervenciones art¨ªsticas en la salud f¨ªsica y mental.
En Espa?a, iniciativas como ¡®Cultura en Vena¡¯, que incorpora a m¨²sicos residentes en hospitales, est¨¢ arrojando resultados como la reducci¨®n del tiempo de hospitalizaci¨®n de los pacientes. Hay ejemplos m¨¢s visibles, como el que hace escasas semanas nos conmovi¨®, la emocionante reacci¨®n de una bailarina espa?ola con Alzh¨¦imer al escuchar de nuevo ¡®El lago de los cisnes¡¯.
Desde el ¨¢mbito educativo, la fil¨®sofa americana Martha C. Nussbaum analiz¨®, en su libro ¡®Sin fines de lucro, Por qu¨¦ la democracia necesita de las Humanidades¡¯, los beneficios de incorporar estos estudios en los sistemas educativos. Hoy, la OCDE ha recogido la necesidad de trabajar, desde la educaci¨®n, la competencia de pensamiento creativo. As¨ª, en el Informe PISA 2022 ser¨¢ evaluable dicha competencia, como otras que tambi¨¦n vienen recogidas de forma transversal. Tal y como se?ala Marian L¨®pez Fern¨¢ndez Cao, catedr¨¢tica de Educaci¨®n Art¨ªstica de la Facultad de Educaci¨®n de la UCM, ¡°los Estados con mejores resultados en PISA son aquellos que m¨¢s horas dedican a la educaci¨®n art¨ªstica, porque lejos de favorecer la instrucci¨®n memor¨ªstica, ense?an a sus ni?os a imaginar futuros posibles, y les dan las herramientas para lograrlo¡±.
En Espa?a, la Ley de Educaci¨®n LOMLOE -o Ley Cel¨¢a- ha seguido su recorrido en el Congreso, pero con una demanda clara, para la que se ha constituido una plataforma: una mayor presencia de la educaci¨®n art¨ªstica en todos los ciclos. A esta demanda se han sumado instituciones del prestigio del Comit¨¦ Internacional de Educaci¨®n y Acci¨®n Cultural (CECA) y el ICOM (International Council of Museums), as¨ª como InSEA (International Society for Education Through Art)[1]. Sin embargo, se ha aprobado la ley y tales aspectos no se han visto reconocidos, dejando pasar la oportunidad de fortalecer las humanidades y las ense?anzas art¨ªsticas.
Desde el ¨¢mbito de la empresa, vemos c¨®mo iniciativas como el IE valora las humanidades como elemento clave para comprender la realidad del mundo en el que vivimos, a trav¨¦s de una visi¨®n global y un pensamiento cr¨ªtico. Tambi¨¦n el Foro de Humanismo Tecnol¨®gico de ESADE pone el foco en la formaci¨®n human¨ªstica.
Quiz¨¢ encontremos antes el posicionamiento transversal de la cultura en la Agenda 2030
Como apuntan Beatriz Barreiro y Alfons Martinell en el Informe sobre los derechos culturales de la Fundaci¨®n Alternativas, tenemos por delante el reto de avanzar en el derecho a participar en la vida cultural, y los poderes p¨²blicos deben garantizarlo. Para ello, los autores proponen el aumento de los presupuestos destinados a cultura: por parte del Estado la subida deber¨ªa ser del 1%, 2% para las comunidades aut¨®nomas, y entre el 4 y el 6% para los municipios. La cultura es lo que nos da forma, algo que se encuentra en todo lo que rodea nuestras vidas y atraviesa sus diferentes dimensiones, por lo que no podemos entenderla en un compartimento estanco que no est¨¦ presente en otras pol¨ªticas como la educaci¨®n, la sanidad o la seguridad.
En el a?o que acabamos de dejar hemos asistido a diversas declaraciones institucionales sobre la cultura como bien esencial, en pa¨ªses como Alemania y Francia; y en Espa?a desde Catalunya, Baleares, Andaluc¨ªa, Comunidad de Madrid y la capital; y desde el Senado dicha declaraci¨®n insta al Consejo de Ministros a revisar la normativa y fiscalidad del sector. Sin embargo, planea el temor de que la declaraci¨®n de la C¨¢mara Alta no tenga m¨¢s recorrido y que no se produzca un verdadero avance en la protecci¨®n de la cultura.
En los ¨²ltimos meses de nuevos confinamientos, sorprende ver que, en algunos territorios, como Andaluc¨ªa, se declare a las librer¨ªas bien de primera necesidad y, por tanto, dispongan de horarios m¨¢s amplios o, en el caso de Par¨ªs, se apoye, sufragando los gastos de env¨ªo por las compras online, a las librer¨ªas de barrio. Posteriormente, esa medida se anunci¨® en Espa?a mediante la firma de un acuerdo con Correos.
Desde el Ministerio de Cultura y Deporte se han escuchado diversas declaraciones sobre la protecci¨®n de la cultura como derecho fundamental, incluso en la reuni¨®n con sus hom¨®logos europeos, el ministro Uribes subray¨® la importancia de la cultura como ¡°bien de primera necesidad¡±. Ahora, el titular de esa cartera tiene la oportunidad de avanzar y dialogar con otras carteras.
Quiz¨¢ encontremos antes el posicionamiento transversal de la cultura en el marco de la Agenda 2030, cuyas prioridades del departamento ministerial competente reconocen su relevancia social y necesario desarrollo en los pr¨®ximos diez a?os, excediendo a los tiempos marcados por la Legislatura, incorporando as¨ª la cultura en su estrategia, pues supone la clave para la transformaci¨®n social y la necesidad de un cambio que hoy es inminente. Como se?ala Marina Garc¨¦s al hablar de la condici¨®n p¨®stuma, si nos preguntamos hasta cu¨¢ndo tengo tiempo para cambiar, ya estamos fuera de tiempo, porque todo se acaba.
* Irene ?l¨¢ez es socia de Una M¨¢s Una
[1] https://espacio-publico.com/la-importancia-de-la-educacion-artistica
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