Turqu¨ªa-UE: cr¨®nica de un pol¨¦mico pacto

El acuerdo migratorio firmado entre la Uni¨®n Europea y Turqu¨ªa en 2016 cumpli¨® el pasado 20 de marzo cinco a?os. El documento, que supon¨ªa que Ankara controlar¨ªa los flujos humanos en la ruta del Mediterr¨¢neo y el Egeo, una de las m¨¢s transitadas y complejas, ha estado rodeado de pol¨¦mica desde su adopci¨®n, y trajo resultados inmediatos, aunque no duraderos. Actualmente, el pacto se encuentra paralizado y con un futuro incierto, pero desde el inicio de este a?o 2021, ambas partes han mostrado su voluntad de reactivarlo, y se han multiplicado los contactos, infructuosos hasta el momento.

Desde el inicio de la crisis europea de 2015 y 2016, Turqu¨ªa, que desde siempre hab¨ªa sido un pa¨ªs de origen, tr¨¢nsito y destino de demandantes de protecci¨®n internacional, se convirti¨® en uno de los lugares a los que llegaban m¨¢s migrantes, debido en gran parte a su cercan¨ªa geogr¨¢fica con Siria, el Estado del que proced¨ªa un importante n¨²mero de los demandantes de asilo. Por ello, la Comisi¨®n Europea, entonces presidida por Jean-Claude Juncker, decidi¨® iniciar las negociaciones con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para buscar una f¨®rmula legal que facilitase la gesti¨®n de los flujos. El resultado fue un acuerdo de externalizaci¨®n con beneficios para ambas partes.

Seg¨²n dicho acuerdo, el Gobierno de Ankara se compromet¨ªa a hacerse cargo de las personas que entrasen a Europa por Grecia y a organizar su reubicaci¨®n en un Estado miembro de la Uni¨®n. A cambio, Turqu¨ªa se beneficiar¨ªa de una serie de medidas, como la donaci¨®n de 6.000 millones de euros para la revisi¨®n y reforma del sistema migratorio, la liberalizaci¨®n de los visados para los ciudadanos del pa¨ªs, y, especialmente, la reanudaci¨®n de las negociaciones para la adhesi¨®n turca a la UE. Los primeros resultados del pacto fueron impresionantes: en una semana, las llegadas irregulares a Grecia cayeron de 1.470 a 47.

Sin embargo, estos efectos duraron poco, sobre todo a partir del 15 de julio de 2016, cuando un sector del Ej¨¦rcito se levant¨® en armas contra Erdogan y su Gobierno. Tras unas horas de incertidumbre, el intento de golpe de Estado fue sofocado, pero produjo un recrudecimiento de la pol¨ªtica del presidente, que se alej¨® de la ¨®rbita europea y empez¨® a descuidar los compromisos firmados unos meses antes. En los a?os siguientes, Turqu¨ªa amenaz¨® en repetidas ocasiones con romper el pacto, acusando a la Uni¨®n Europea, que observaba con preocupaci¨®n esta evoluci¨®n, de no cumplir con lo acordado.

Pasos mutuos hacia una nueva etapa

En febrero de 2020, el pacto pas¨® por la que fue quiz¨¢ su mayor crisis, cuando las autoridades turcas abrieron las fronteras durante varios d¨ªas y permitieron que miles de migrantes, en su mayor¨ªa procedentes de Afganist¨¢n, Pakist¨¢n e Irak, entrasen en Europa. Sin embargo, en 2021, empezaron a verse signos de deshielo en las relaciones bilaterales. El primer gesto vino de parte de la Comisi¨®n, quien, en febrero de este a?o, decidi¨® no incluir a Turqu¨ªa en la lista europea de para¨ªsos fiscales y le concedi¨® una pr¨®rroga de seis meses que vence en el pr¨®ximo agosto para regularizar su situaci¨®n tributaria.

Esa decisi¨®n ha venido acompa?ada de otras. La m¨¢s importante se produjo el pasado 23 de junio, cuando la Comisi¨®n Europea anunci¨® un proyecto para destinar 5.000 millones de euros a los tres pa¨ªses que m¨¢s ciudadanos sirios reciben: Jordania, L¨ªbano y Turqu¨ªa. este ¨²ltimo pa¨ªs, al ser el que m¨¢s migrantes ha acogido, es el m¨¢s beneficiado por la decisi¨®n, ya que recibir¨¢ 3.000 millones. La medida fue el resultado de una pol¨¦mica cumbre celebrada en abril de 2021 entre Erdogan, la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, Charles Michel, y servir¨¢ para financiar el control en la frontera este de Turqu¨ªa.

Asimismo, durante los ¨²ltimos meses se han escuchado varias declaraciones de dirigentes europeos y nacionales para volver a sentarse en la mesa de negociaci¨®n con Turqu¨ªa, que parece estar demostrando un cambio de rumbo. ¡°Pese a todas las dificultades que tenemos con el Gobierno turco, tenemos que reconocer que se han responsabilizado de una importante carga migratoria en los ¨²ltimos a?os¡±, declar¨® el pasado 21 de junio el ministro alem¨¢n de Asuntos Exteriores, Heiko Maas. Europa tiene, pues, una buena disposici¨®n, pero siguen existiendo algunas suspicacias ante la actitud de las instituciones turcas.

Desde Ankara, Recep Tayyip Erdogan ha criticado el acuerdo, pr¨¢cticamente desde que se firm¨®. El presidente ha acusado en repetidas ocasiones a las instituciones europeas de no llevar a cabo las medidas pactadas, algo que Bruselas justifica por algunas decisiones del Ejecutivo turco, como la reinstauraci¨®n de la pena de muerte tras el golpe de Estado de 2016. En el ¨²ltimo lustro, el jefe de Estado de Turqu¨ªa ha cambiado su postura respecto de las instituciones comunitarias, girando hacia una gran desconfianza y paralizando las negociaciones para el ingreso turco en la Uni¨®n Europea, que ha perdido inter¨¦s pol¨ªtico para ¨¦l.

Pese a todo esto, el presidente turco tambi¨¦n ha dado pasos este a?o. En marzo, anunci¨® que hab¨ªa solicitado a la canciller alemana, Angela Merkel, que desbloquease la aplicaci¨®n del pacto, aunque en las mismas declaraciones dio a entender que, si Europa no cumpl¨ªa con su parte, podr¨ªa relajar el control fronterizo, algo que supondr¨ªa un s¨²bito aumento de los flujos migratorios a nivel continental. Pocos d¨ªas despu¨¦s, Erdogan anunci¨® un nuevo plan de derechos humanos para el pa¨ªs, con una mayor libertad de expresi¨®n e informaci¨®n y la liberalizaci¨®n de los documentos de viaje para ciudadanos con destino a Schengen.

Grecia cambia de postura

Cuando se present¨® el acuerdo, sus promotores aseguraron que tendr¨ªa un ¨¦xito contundente; cinco a?os despu¨¦s,? varias voces coinciden en se?alar que no ha cumplido sus objetivos

Uno de los puntos m¨¢s pol¨¦micos del pacto es la consideraci¨®n de Turqu¨ªa como tercer pa¨ªs seguro para la recepci¨®n de migrantes. Esta condici¨®n garantiza que un demandante de asilo puede ser trasladado a un Estado sin que exista ning¨²n peligro para su integridad f¨ªsica. Sin embargo, varias ONG cuestionaron que se pudiese aplicar esta consideraci¨®n al caso de Turqu¨ªa, dadas las numerosas vulneraciones de derechos humanos registradas all¨ª, y Grecia tambi¨¦n lo hizo. De hecho, sus tribunales solo han permitido hasta el momento 2.000 devoluciones de demandantes de asilo hacia el pa¨ªs vecino, al juzgar que existen riesgos graves para ello.

Sin embargo, esto cambi¨® inesperadamente el pasado 8 de junio, cuando el Gobierno heleno aprob¨® una medida que consideraba a Turqu¨ªa como un Estado seguro para recibir migrantes originarios de Somalia, Pakist¨¢n, Afganist¨¢n, Siria y Bangladesh. Atenas, por tanto, no considera ya que estas personas est¨¦n en peligro y necesiten protecci¨®n en Europa. El ministro de Migraciones griego, Notis Mitarakis, anunci¨® la decisi¨®n, afirmando: ¡°Es un gran paso para la lucha contra la migraci¨®n ilegal y las actividades criminales por parte de los traficantes¡±.

Al d¨ªa siguiente, 38 organizaciones humanitarias, entre las que se encuentran M¨¦dicos del Mundo o el Consejo Griego para los Refugiados, escribieron una carta al Gobierno griego y a la Uni¨®n Europea en la que afirmaban que considerar a Turqu¨ªa como tercer pa¨ªs seguro pon¨ªa en peligro a los migrante y a los refugiados, detallando las vulneraciones de derechos humanos registradas en este lustro y pidiendo a Atenas que reconsiderase su nueva posici¨®n. Las organizaciones no gubernamentales han sido las principales cr¨ªticas del acuerdo desde 2016. El 16 de marzo, coincidiendo con el quinto aniversario de la firma, el colectivo Intersos publicaba un informe en el que mostraba su frontal oposici¨®n al documento y su desarrollo. ¡°El pacto entre la Uni¨®n Europea y Turqu¨ªa es un acuerdo inhumano que ha tra¨ªdo dolor, muerte y sufrimiento a los cientos de personas afectadas por ¨¦l¡±, declar¨® Apostolos Veizis, director ejecutivo de esta entidad en Grecia.

Cuando se present¨® el acuerdo entre la Uni¨®n Europea y Turqu¨ªa, sus promotores aseguraron que tendr¨ªa un ¨¦xito contundente; cinco a?os despu¨¦s, sin embargo, varias voces coinciden en se?alar que el pacto no ha cumplido sus objetivos. La situaci¨®n migratoria en el Mediterr¨¢neo y el Egeo ha empeorado, solamente 25.000 solicitantes de protecci¨®n internacional de un total de 72.000 han sido reubicados en un Estado miembro, y Turqu¨ªa no ha realizado la mayor¨ªa de las reformas prometidas. Los expertos reconocen la importancia de la voluntad mostrada por ambas partes de negociar el acuerdo, pero no son optimistas, ya que sigue habiendo importantes puntos de desacuerdo sobre el papel jugado por cada uno. Los pr¨®ximos meses ser¨¢n por tanto fundamentales para el futuro del pacto.

* Felipe Manch¨®n Campillo es director de Especie en viaje y colaborador de la Fundaci¨®n Alternativas