EE UU-Rusia: pulso de alto voltaje en el tablero europeo del gas
Mosc¨² limita las exportaciones a una UE que recibe m¨¢s combustible estadounidense por barco. La Casa Blanca perfila planes de contingencia con el sector privado
El suministro de gas a Europa es uno de los elementos clave de la crisis entre Rusia y Occidente. Los pa¨ªses del Viejo Continente son muy dependientes del combustible ruso, y tanto los hechos del pasado como los indicios del presente apuntan a que Mosc¨² est¨¢ en disposici¨®n de usar esta herramienta en la crisis que tiene a Ucrania como epicentro, lo que agrava el contexto de precios energ¨¦ticos inusualmente altos en suelo europeo. En las ¨²ltimas semanas, sin embargo, ha irrumpido en escena un nuevo factor que, sin cambiar el escenario de forma estructural, s¨ª tiene una entidad considerable: las exportaciones de gas natural licuado (GNL) desde EE UU se han disparado.
Hasta hace solo seis a?os la primera potencia mundial no pon¨ªa ni un metro c¨²bico de gas en los mercados internacionales, pero en este tiempo ha logrado aumentar tanto su producci¨®n que ya se perfila como el mayor exportador mundial por delante de Qatar y Australia. Impulsados por los m¨¢ximos hist¨®ricos marcados justo antes de Navidad ¡ªcuando el precio del gas en Europa se dispar¨® hasta los 175 euros por megavatio hora, m¨¢s del doble que hoy y 10 veces m¨¢s que un a?o atr¨¢s¡ª decenas de buques de transporte de GNL procedentes de EE UU han cambiado de destino sobre la marcha: la flotilla que se dirig¨ªa a Asia ha tomado rumbo a Europa sin soluci¨®n de continuidad: de Shenzhen (China), Incheon (Corea del Sur) o Sodegaura (Jap¨®n) a R¨®terdam, Amberes o Sagunto.
Metaneros con destino
a Europa Occidental
Buques metaneros
Buques procedentes de EE UU
Posiciones aproximadas a 14 de enero
EE UU
Atl¨¢ntico
1.200 km
En diciembre, los atraques de metaneros cargados de gas natural estadounidense en puertos europeos se dispararon un 33% respecto a noviembre y un 145% respecto al mismo mes del a?o anterior.
Entradas de gas
por tubo desde Rusia
Gasoductos
Nord Stream 1
Yamal
Mar del
Norte
A trav¨¦s
de Ucrania
TurkStream
600 km
Importaciones en la segunda semana de enero
Millones de m? | Variaci¨®n mensual (%) | Variaci¨®n anual (%) | |
---|---|---|---|
Nord Stream 1 | 1.113,1 | ¨C6,8 | ¨C6,7 |
A trav¨¦s de Ucrania | 259,2 | ¨C66,5 | ¨C73,1 |
TurkStream | 196,8 | ¨C38,4 | 36,1 |
Yamal | 59,4 | -84,4 | -92,5 |
Fuentes: Bloomberg y Bruegel.
¡°Algunos pa¨ªses asi¨¢ticos hab¨ªan precomprado m¨¢s gas de lo habitual en previsi¨®n de un invierno fr¨ªo. Pero, a medida que iban viendo que el tiempo est¨¢ siendo benigno, esas pujas desaparecieron del mercado al contado, los precios bajaron y los proveedores estadounidenses mandaron a Europa los buques que iban a ir a Asia¡±, explica Samantha Dart, jefa de an¨¢lisis de gas natural del banco de inversi¨®n Goldman Sachs. Algunos de ellos, de hecho, cambiaron de rumbo cuando ya estaban en ruta. Seg¨²n sus datos, en diciembre pasado los atraques de metaneros cargados de gas natural estadounidense en puertos europeos se dispararon un 33% respecto a noviembre y un 145% respecto al mismo mes de 2020.
La irrupci¨®n de EE UU en la ecuaci¨®n europea del gas es una buena noticia para un continente sediento de energ¨ªa y dependiente de su siempre inestable relaci¨®n con Rusia. As¨ª, ha pasado de no enviar ni un solo metro c¨²bico de este carburante en los mercados internacionales hace seis a?os, a convertirse en este ejercicio en el primer exportador de GNL del planeta, superando a dos actores de amplia trayectoria: Qatar y Australia.
Sin embargo, aunque significativa, esta tendencia no representa una panacea, especialmente en un momento de m¨¢xima tensi¨®n como el actual. ¡°Si nos preguntamos si este incremento de exportaciones de GNL de EE UU es suficiente para arreglar la situaci¨®n europea, la respuesta es no. No es una soluci¨®n estructural. El volumen de importaci¨®n de Rusia es tan amplio que la dependencia no es eludible solo con esa din¨¢mica¡±, observa Simone Tagliapietra, experto en la materia del centro de estudios Bruegel. Adem¨¢s, subraya el experto, no puede olvidarse que las exportaciones estadounidenses responden a ¡°una l¨®gica puramente de mercado¡±. ¡°El famoso gas de la libertad del que hablaba Trump no depende del Gobierno de Estados Unidos, e ir¨¢ donde haya mejores precios¡±.
Aun as¨ª, la Casa Blanca, seg¨²n una exclusiva de la agencia Reuters, est¨¢ al habla con empresas del sector para perfilar planes de contingencia por si Rusia opta por un abrupto corte de grifo. A diferencia del caso estadounidense, la exportadora semiestatal Gazprom tiene una fort¨ªsima vinculaci¨®n con la pol¨ªtica. En el pasado, Mosc¨² ha demostrado estar dispuesta a usar con contundencia el gas para defender sus intereses, como evidencian las crisis de 2006 y la muy aguda y prolongada de 2009.
En las actuales circunstancias, con una tensi¨®n geopol¨ªtica superior a la de entonces y unos 100.000 soldados desplegados en la frontera con Ucrania, hay m¨²ltiples s¨ªntomas de su disposici¨®n a utilizar esa herramienta de presi¨®n. Ya lo ha estado haciendo, y es racional pensar que lo har¨ªa con mayor intensidad en caso de la que la crisis precipitara, con una espiral de acci¨®n rusa en Ucrania, respuesta sancionatoria de Occidente, r¨¦plica del Kremlin en el sector gas¨ªstico.
Cabe notar que la distensi¨®n en el mercado procurada por el incremento de exportaciones de GNL de EE UU a Europa ha durado poco. Como si de un movimiento acci¨®n-reacci¨®n se tratase, Rusia ¡ªque en un a?o al uso aporta alrededor del 40% del gas que se consume en Europa, una cifra que se dispara hasta cerca del 100% en el norte y los b¨¢lticos¡ª ha vuelto a cerrar el grifo de los tubos por los que fluye el gas ruso hacia la UE. Uno de ellos ¡ªel Yamal¡ª ha estado seco varios d¨ªas de las ¨²ltimas semanas. Sin incumplir en ning¨²n momento sus contratos de suministro a largo plazo ¡ªen lo que se escuda el Gobierno de Vlad¨ªmir Putin siempre que es cuestionado por su responsabilidad en el estallido de la factura energ¨¦tica europea¡ª, Gazprom est¨¢ desaparecido del mercado de ventas al contado, clave en el proceso de fijaci¨®n de precios.
Acuciado por los acontecimientos y en una extra?a irrupci¨®n en una disputa que tiene m¨¢s tintes pol¨ªticos que econ¨®micos, el jefe de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa, Fatih Birol, ha alzado la voz esta semana contra Mosc¨² por su papel en la crisis energ¨¦tica europea. La gas¨ªstica semiestatal rusa ha afirmado en una entrevista en el Financial Times ¡ªlas p¨¢ginas salm¨®n de referencia en los c¨ªrculos de poder¡ª que est¨¢ enviando ¡°al menos un tercio menos¡± de combustible del que podr¨ªa. Y eso, constata Birol, est¨¢ estrangulando el mercado comunitario.
El director de la rama de Energ¨ªa del think tank Eurasia, Henning Gloystein, conf¨ªa en que lo peor de la crisis ya haya pasado, en gran medida gracias a la llegada masiva de metaneros procedentes de EE UU. Pero cree que el ¡°estr¨¦s¡± al que se han visto sometidos los mercados energ¨¦ticos europeos es de tal envergadura que ¡°a¨²n pasar¨¢n muchos meses hasta que la situaci¨®n se resuelva por completo y las reservas de gas vuelvan a llenarse de nuevo¡±.
La dependencia europea del gas natural importado es profunda. Con una producci¨®n interna que apenas da para cubrir el 10% de la demanda, el Viejo Continente tiene y tendr¨¢ que seguir mirando al exterior para asegurarse el abastecimiento. ¡°Todo apunta a que, pese a los esfuerzos, la dependencia se prolongar¨¢ en el tiempo. Rusia lo sabe y Europa se halla en una posici¨®n de debilidad¡±, comenta Tagliapietra. ¡°Hay que constatar que, pese a que la crisis de 2009 puso muy en evidencia los peligros de la dependencia de Rusia, y pese a que se est¨¢n haciendo esfuerzos en la transici¨®n energ¨¦tica, la realidad es que no se ha logrado una mejora sustancial. De hecho, el a?o pasado Gazprom ha alcanzado cuotas r¨¦cord¡±.
El experto cree que las dificultades para reducir la dependencia de Rusia responden a obst¨¢culos objetivos, pero tambi¨¦n a decisiones pol¨ªticas. ¡°Alemania tiene una gran responsabilidad en que la vulnerabilidad europea frente a Rusia en este sector no se haya reducido¡±, dice Tagliapietra. Precisamente que Berl¨ªn niegue la autorizaci¨®n a la puesta en marcha al gasoducto Nord Stream 2 ¡ªya construido y que duplica la capacidad de suministro directa desde Rusia a Alemania sorteando el tr¨¢nsito en los pa¨ªses del Este¡ª representa una de las grandes claves de respuesta de Occidente a posibles actividades agresivas del Kremlin en Ucrania. Pero a nadie se le escapa que, si bien la medida ser¨ªa un fastidio para Mosc¨², Europa seguir¨ªa necesitando el suministro de mucho gas ruso por otras v¨ªas y durante muchos a?os.
La Comisi¨®n Europea acaba de incluir el gas en su propuesta de taxonom¨ªa verde, consider¨¢ndolo relevante tanto como energ¨ªa de transici¨®n como de fuente de respaldo en los momentos en los que las renovables ¡ªe¨®lica y solar, sobre todo¡ª no sean capaces de cubrir por s¨ª mismas la demanda. La decisi¨®n ha causado una intensa pol¨¦mica y cuenta con el rechazo de un nutrido grupo de Estados miembros, entre ellos Espa?a.
Adem¨¢s de encarecer la factura el¨¦ctrica a lo largo y ancho de la UE y disparar el coste para calentar millones de hogares, la escalada est¨¢ suponiendo un duro peaje para la industria. Seg¨²n las ¨²ltimas cifras de Engie EnergyScan recogidas por Bloomberg, en los ¨²ltimos d¨ªas la demanda de gas del sector secundario ha marcado un nuevo m¨ªnimo desde el confinamiento de la pasada primavera por los parones temporales en la actividad de f¨¢bricas. Es la en¨¦sima ramificaci¨®n de una crisis que a¨²n no ha dado sus ¨²ltimos coletazos. ¡°Debemos estar preparados para otro a?o lleno de baches¡°, avisa Massimo Di Odoardo, vicepresidente y jefe de la divisi¨®n de gas de la consultora especializada Wood Mackenzie.
Las reservas, en m¨ªnimos desde que hay registros
Las menores inyecciones de gas natural procedente de Rusia y el consumo típicamente más alto durante la temporada invernal han llevado los depósitos europeos a su nivel más bajo para estas fechas desde que hay registros. Las reservas están al 48,6% de su capacidad, muy lejos tanto del 64,4% del mismo día del año pasado como del 66,5% de media de la última década. Una circunstancia en la que el jefe de la AIE, Fatih Birol, aprecia un alto grado de responsabilidad del Kremlin: "El déficit actual de almacenamiento en la UE se debe en gran parte a Gazprom", ha dejado caer esta semana en el Financial Times. Aunque solo representa el 10% de la capacidad total de almacenamiento, Birol cree que la mano de la gasística semiestatal rusa está detrás de aproximadamente la mitad del déficit de reservas. En un ejercicio al uso, exento de las fuertes presiones de Este, la suma de los depósitos subterráneos y las terminales de almacenamiento de GNL en los puertos no baja del 50% de su capacidad hasta bien entrado febrero.
De seguir la tendencia prevista, el volumen almacenado llegará al tramo inicial de la primavera (cuando el consumo cae y las inyecciones de gas aumentan) por debajo del 20%. Un nivel que, aunque suficiente para evitar el tan temido como cacareado apagón, es también lo suficientemente reducido como para sembrar la inquietud sobre si las próximas semanas son gélidas en lo meteorológico o extremadamente calientes en lo geopolítico. "La destrucción de demanda inducida por el precio más alto del gas sigue siendo necesaria para administrar los actuales niveles de almacenamiento en Europa Occidental", apunta Samantha Dart, de Goldman Sachs.