La subida salarial que negocian sindicatos y empresarios: entre la contenci¨®n y el miedo a quedarse cortos

Cuando la inflaci¨®n originada por el coronavirus hab¨ªa provocado que la elasticidad de los salarios alcanzase su l¨ªmite, el escalofr¨ªo de la econom¨ªa mundial por la invasi¨®n de Rusia a Ucrania ha dinamitado un equilibrio siempre complejo. A la abrupta paralizaci¨®n de la actividad que provoc¨® la pandemia y ...

Cuando la inflaci¨®n originada por el coronavirus hab¨ªa provocado que la elasticidad de los salarios alcanzase su l¨ªmite, el escalofr¨ªo de la econom¨ªa mundial por la invasi¨®n de Rusia a Ucrania ha dinamitado un equilibrio siempre complejo. A la abrupta paralizaci¨®n de la actividad que provoc¨® la pandemia y la consiguiente destrucci¨®n de empleo ¨Dno hay renta sin trabajo¨D, le ha sucedido una guerra de resoluci¨®n y alcance todav¨ªa desconocidos, que, sin embargo, ha obligado a que Gobierno y agentes sociales afronten una revisi¨®n de los sueldos por el encarecimiento desorbitado de las energ¨ªas ¨Dque amenaza con provocar una nueva paralizaci¨®n¨D, a trav¨¦s de dos v¨ªas distintas, pero que comparten un mismo destino. De un lado, se dirime el Pacto de Rentas promovido por el Ejecutivo con sindicatos y patronales, que este lunes volver¨¢n a reunirse; y del otro, la definici¨®n del nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociaci¨®n Colectiva (AENC), que representantes de trabajadores y empresarios tratan paralelamente. Ambos recorridos, sin embargo, afrontan los mismos desaf¨ªos, puesto que lo acordado en uno tendr¨¢ repercusi¨®n en el otro.

Mientras que en la negociaci¨®n de la AENC se trabaja, principalmente, en la delimitaci¨®n de un marco que proyecte el aumento de los salarios tomando como referencia la inflaci¨®n, y donde encontrar la medida exacta en la que hacerlo resulta el quid de la cuesti¨®n; el Pacto de Rentas tiene una dimensi¨®n mayor y podr¨ªa recoger (el despliegue total de las medidas en las que trabaja el Gobierno sigue sin estar definido) otras medidas con las que suturar la hemorragia alcista, como topar el precio de la electricidad, entregar ayudas como bonos energ¨¦ticos, crear apoyos a la industria, emplear los nuevos ERTE para sectores perjudicados e, incluso, moderar las subidas de los alquileres de las viviendas. Sin embargo, la esencia del pacto se concentra en el acuerdo de negociaci¨®n colectiva que firmen para los pr¨®ximos a?os sindicatos y patronales.

La cuerda entre sindicatos y empresarios se ha tensado en los ¨²ltimos encuentros. Y eso que ambas partes ¨Dincluido el Gobierno e incluso el Banco de Espa?a, que urge a un pacto de rentas en el que trabajadores y empresas se repartan el coste de la inflaci¨®n¨D, comparten el ideal de que un desacompasamiento entre precios y salarios garantiza el conflicto social. ¡°Nosotros pedimos moderaci¨®n en las subidas, porque no hay que obviar el escenario en el que nos encontramos, con una guerra de por medio¡±, reconocen fuentes de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE). ¡°La guerra est¨¢ afectando a la econom¨ªa en muchos aspectos, en la energ¨ªa, en las materias primas, los abonos, los fertilizantes... hay que ver c¨®mo evoluciona¡±, indic¨® el viernes su presidente, Antonio Garamendi.

¡°Est¨¢ claro que se ha de ser moderado, porque la situaci¨®n es la que es. Pero no hay que obviar que se est¨¢ produciendo una p¨¦rdida de poder adquisitivo evidente y que, si se acuerda una subida algo m¨¢s modesta para este a?o, en los siguientes se ha de compensar¡±, se?ala una fuente sindical conocedora de las negociaciones. Ah¨ª se concentra el principal problema: en el establecimiento de una senda de incrementos que permita recuperar progresivamente lo perdido. ¡°Los salarios subieron un 1,5% en 2021, mientras que la inflaci¨®n ha llegado al 7,6% en febrero. Tendr¨ªamos que pedir m¨¢s de un 6% para igualarlo entonces, pero sabemos que no lo podemos hacer¡±, prosigue. Otras fuentes consultadas confirman que se trabaja en un incremento de los sueldos que puede estar en torno al 3% para 2022. Y todas ellas apuntan a que establecer una senda en la que poco a poco ese porcentaje vaya creciendo es lo m¨¢s plausible.

Paz social

A pesar de que el AENC no tiene car¨¢cter vinculante, ya que solamente dicta recomendaciones a la hora de llevar a cabo la negociaci¨®n colectiva, goza de un reconocimiento suficiente para que las conversaciones laborales se rijan a partir de lo que marca su contenido. ¡°La experiencia demuestra que los convenios sectoriales se ajustan a ¨¦l, puesto que quita tensi¨®n y da cierta paz social¡±, reconoce una fuente sindical. Sin embargo, el temor de las centrales, UGT y CC OO, es que en los acuerdos que se est¨¢n estableciendo actualmente por debajo de los convenios sectoriales (por ejemplo, los territoriales) se marquen una serie de subidas que ejerzan de tope. ¡°Si somos nosotros mismos los que pactamos esos porcentajes, luego ?c¨®mo vamos a pedir otros diferentes mucho m¨¢s altos?¡±, se pregunta esta misma fuente.

Este lunes, la reuni¨®n del Pacto de Rentas tendr¨¢ lugar en el Ministerio de Econom¨ªa, ser¨¢ por la tarde y est¨¢ previsto que tanto representantes del Gobierno (acudir¨¢n las tres vicepresidentas y la ministra de Hacienda) como los l¨ªderes sindicales y de los empresarios realicen declaraciones una vez termine el encuentro. ¡°Es imprescindible que lleguemos a un acuerdo ya. O lo hacemos en marzo o no se hace. Las necesidades las tenemos ahora¡±, indica esta fuente sindical. ¡°Es necesario activar las medidas ya, porque es muy importante que haya tranquilidad en el pa¨ªs¡±, secunda Garamendi.

El encuentro se producir¨¢ dos d¨ªas antes de las movilizaciones que han convocado para el mi¨¦rcoles los sindicatos y las organizaciones de aut¨®nomos, consumidores y comunidades vecinales; y tres con respecto a las dos sesiones programadas por el Consejo Europeo, donde los distintos l¨ªderes comunitarios abordar¨¢n soluciones para la contenci¨®n de los precios de la energ¨ªa.