Ataduras y oportunidad del BCE
Probablemente en julio se producir¨¢ un primer aumento de los tipos oficiales, aunque las primas de riesgo llevan ya meses subiendo
Esta semana otra reuni¨®n clave del Banco Central Europeo. Sucede en un contexto de mayor y m¨¢s persistente inflaci¨®n y de mensajes renovados de sus responsables. Ahora ya hablan abiertamente de varias subidas de tipos de inter¨¦s. Parece que ser¨¢ en julio cuando se producir¨¢ ese primer aumento de los tipos oficiales. Sin embargo, se abren muchos interrogantes. El primero de ellos es palpable, la reacci¨®n de los inversores y el co...
Esta semana otra reuni¨®n clave del Banco Central Europeo. Sucede en un contexto de mayor y m¨¢s persistente inflaci¨®n y de mensajes renovados de sus responsables. Ahora ya hablan abiertamente de varias subidas de tipos de inter¨¦s. Parece que ser¨¢ en julio cuando se producir¨¢ ese primer aumento de los tipos oficiales. Sin embargo, se abren muchos interrogantes. El primero de ellos es palpable, la reacci¨®n de los inversores y el comportamiento de los tipos en el mercado no han esperado a las decisiones del BCE. Llevan subiendo meses, tambi¨¦n los de los bonos soberanos, con un despegue de las primas de riesgo.
Otra preocupaci¨®n es hasta d¨®nde llegar¨¢n los bancos centrales, en particular el BCE, para controlar la inflaci¨®n. Si ser¨¢ suficiente unas pocas subidas para bajar los crecimientos de los precios o si ser¨¢n necesarias m¨¢s ya en 2023, si la inflaci¨®n contin¨²a arreciando. Este segundo escenario, claramente m¨¢s negativo, nos puede llevar a una recesi¨®n, ya que habr¨ªa que subir los tipos de inter¨¦s lo suficiente hasta lograr controlar la inflaci¨®n. Como buena parte de la subida de precios se explica por el lado de la oferta y costes, ah¨ª puede ser menos efectiva la pol¨ªtica monetaria. Aun as¨ª, a los bancos centrales no les quedar¨¢ otra que subir tipos para evitar que se anclen entre los agentes econ¨®micos unas expectativas inflacionistas duraderas.
Cap¨ªtulo aparte para la deuda soberana. La gran atadura para los bancos centrales, pero sobre todo para el BCE desde 2012. Ya se est¨¢ notando, sobre todo en las primas de riesgo italiana y griega, pero tambi¨¦n lo notan la espa?ola y portuguesa, en un marco de crecimiento generalizado de las rentabilidades de la deuda. Supone un aumento de los costes financieros para los Estados. Se habla estos d¨ªas que el BCE est¨¢ dise?ando el mecanismo para evitar que se desboquen las primas de riesgo y costes financieros de los pa¨ªses m¨¢s vulnerables. Pronto conoceremos m¨¢s detalles. Estamos a tiempo de evitar una fragmentaci¨®n financiera en la Eurozona como la de 2010-2012.
En todo caso, ser¨ªa bueno que ese mecanismo viniera asociado a un fuerte compromiso por parte de Bruselas y pa¨ªses miembros con la recuperaci¨®n de una senda de ajuste fiscal con credibilidad. Monetizar d¨¦ficits p¨²blicos no es una buena idea. Va a requerir un buen trabajo de Fr¨¢ncfort, Bruselas y los gobiernos nacionales. Ese mecanismo debe ser compatible con la lucha contra la inflaci¨®n y no se puede olvidar que aqu¨ª puede hacer falta hacer un ¡°whatever it takes¡± ¡ªemulando a Draghi¡ª, pero ahora al rev¨¦s, subiendo tipos oficiales y endureciendo las medidas monetarias hasta evitar los embates de la inflaci¨®n.
En una interpretaci¨®n positiva, es posible que la vuelta a rentabilidades mayores pueda hacer m¨¢s atractiva la econom¨ªa europea, que en los ¨²ltimos decenios ha despertado menos inter¨¦s entre los inversores. Los cambios de los ¨²ltimos meses en el orden global pueden ser una nueva oportunidad para aumentar los alicientes econ¨®micos de Europa, que ahora s¨ª parece actuar como una unidad. Hay tareas arduas para todos, pero el papel del BCE y su credibilidad ser¨¢n muy importantes.