?Cu¨¢nto pagan los ricos en Espa?a?

El impuesto sobre el patrimonio vuelve a estar en el ojo del hurac¨¢n. Aunque afecte a menos del 0,5% de la poblaci¨®n, la m¨¢s rica, cada tanto ¡ªmuy a menudo en ¨¦pocas cercanas a las elecciones¡ª se convierte en el protagonista absoluto del debate pol¨ªtico. Incluso ahora, con una guerra en marcha en el coraz¨®n de Europa y una inflaci¨®n desbocada. El ¨²ltimo terremoto es muy reciente y tiene epicentro en Andaluc¨ªa. El sism¨®grafo empez¨® a enloquecer cuando la Junta (PP) anunci¨® que suprimir¨¢ el gravamen, y el Gobierno contraatac¨® desvelando que quiere ...

El impuesto sobre el patrimonio vuelve a estar en el ojo del hurac¨¢n. Aunque afecte a menos del 0,5% de la poblaci¨®n, la m¨¢s rica, cada tanto ¡ªmuy a menudo en ¨¦pocas cercanas a las elecciones¡ª se convierte en el protagonista absoluto del debate pol¨ªtico. Incluso ahora, con una guerra en marcha en el coraz¨®n de Europa y una inflaci¨®n desbocada. El ¨²ltimo terremoto es muy reciente y tiene epicentro en Andaluc¨ªa. El sism¨®grafo empez¨® a enloquecer cuando la Junta (PP) anunci¨® que suprimir¨¢ el gravamen, y el Gobierno contraatac¨® desvelando que quiere imponer un nuevo tributo temporal a las grandes fortunas. La pol¨¦mica est¨¢ servida en bandeja de plata: el plato principal es un impuesto controvertido, que es motivo de trifulcas entre comunidades y que solo conserva Espa?a dentro de la UE. Aunque esto no significa que en los dem¨¢s pa¨ªses no exista imposici¨®n fiscal a las grandes fortunas.

El impuesto sobre el patrimonio grava el conjunto de la riqueza de los m¨¢s adinerados: inmuebles, dividendos o bienes de lujo, entre otros, con valor total superior a 700.000 euros, excluidos 300.000 euros de la vivienda habitual. Ya ning¨²n pa¨ªs vecino, salvo Noruega y Suiza, tiene un tributo similar: progresivo, peri¨®dico y que grave la riqueza en general. ¡°Ahora bien, al menos en el caso espa?ol, una cosa es tenerlo y otra es que cumpla con los objetivos para los cuales fue dise?ado¡±, puntualiza Alejandro Esteller Mor¨¦, catedr¨¢tico de Econom¨ªa en la Universidad de Barcelona. ¡°S¨ª, somos los ¨²nicos de la UE con un impuesto sobre el patrimonio neto, pero en otros pa¨ªses se gravan aspectos puntuales de la riqueza. Francia, por ejemplo, tiene un impuesto sobre la fortuna inmobiliaria¡±, a?ade Rans¨¦s P¨¦rez Boga, presidente de la Asociaci¨®n de Inspectores de Hacienda del Estado.

Los impuestos sobre la riqueza se pueden agrupar en dos grandes categor¨ªas: por un lado est¨¢n aquellos que afectan la tenencia de bienes, como el IBI o el mismo patrimonio, o que gravan los rendimientos del capital, y por el otro los relativos al traspaso, por ejemplo el gravamen sobre las herencias y las donaciones o las transmisiones patrimoniales. La OCDE y Eurostat agrupan el grueso de estos tributos bajo el ep¨ªgrafe impuestos sobre la propiedad, y Francia destaca como el pa¨ªs donde m¨¢s peso tienen: en 2020 brindaron casi 70.000 millones, cifra equivalente al 4,6% del PIB y al 6,6% de la recaudaci¨®n total del pa¨ªs. Le siguen B¨¦lgica y Grecia (un 3,5% y un 3,4% del PIB, respectivamente); Espa?a ocupa el cuarto lugar (30.000 millones y un 2,7% del producto interior bruto, frente a la media del 2,4% de la eurozona), pese a ser el ¨²nico en contar con un tributo sobre el patrimonio neto.

Este recaud¨® 1.200 millones en 2020, el 0,6% de la recaudaci¨®n total. La cifra en t¨¦rminos absolutos se ha mantenido estable en los ¨²ltimos a?os, con una ligera tendencia al alza, pese a que la concentraci¨®n de la riqueza y el patrimonio medio declarado hayan crecido. Tambi¨¦n se ha mantenido el debate sobre la permanencia o supresi¨®n del impuesto, que entre 2008 y 2011 se lleg¨® a eliminar. Y no lo hizo un Ejecutivo ultraliberal: al frente del Gobierno estaba el socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.

Una d¨¦cada despu¨¦s, pocas cosas han cambiado. Los detractores del tributo critican que grava bienes sobre los cuales ya se han pagado otros impuestos, como el IRPF o el IBI, produce pocos ingresos y ya no existe en otros pa¨ªses. Sus partidarios coinciden en que necesita ser reformado, pero lo defienden como instrumento de equidad, que grava dimensiones de la riqueza que se escapan a otros impuestos y como una fuente importante de informaci¨®n censal.

¡°Tambi¨¦n cobramos todos los meses y pagamos por el IRPF, luego vamos al supermercado, compramos con ese dinero y pagamos IVA. Jur¨ªdicamente, no hay doble imposici¨®n¡±, zanja Santiago Lago, catedr¨¢tico en la Universidad de Vigo y miembro del comit¨¦ de expertos para la reforma fiscal. ¡°Creo que la riqueza es un buen indicador de la capacidad de pago de los individuos. Aunque no necesariamente esta tributaci¨®n deba instrumentarse a trav¨¦s de un impuesto sobre el patrimonio neto. Existen f¨®rmulas alternativas para hacerlo¡±, se?ala.

El Libro Blanco de los expertos defiende mantener el impuesto como instrumento que ¡°puede contribuir a la redistribuci¨®n de la riqueza y a la reducci¨®n de la desigualdad¡±, aunque recomienda reformarlo. Una eventual supresi¨®n, se?ala, ¡°debe venir necesariamente acompa?ada de una imposici¨®n s¨®lida sobre las rentas y ganancias del capital y manteniendo o estableciendo impuestos sobre determinados elementos patrimoniales¡±.

¡°Hay activos que mientras no se vendan no tributan en el IRPF, a pesar de obtener un rendimiento o ganancias no realizadas, lo cual genera una ventaja para su poseedor a trav¨¦s de diferir el pago de impuestos hasta el momento de la enajenaci¨®n. Mientras, adem¨¢s, su poseedor puede incluso aumentar su riqueza, por ejemplo, gracias al apalancamiento financiero que les genera esa fuente de capacidad econ¨®mica: la riqueza. El impuesto sobre el patrimonio hace que tributen por esta capacidad¡±, ejemplifica Esteller Mor¨¦, partidario de reformar el impuesto estableciendo un m¨ªnimo exento elevado, una base comprehensiva y un tipo bajo. Si se decidiera eliminar, a?ade, habr¨ªa que compensar a las comunidades, por ejemplo, con una subida de los tipos del ahorro en el IRPF y sin descartar concederles capacidad fiscal.

Competencia fiscal

El impuesto sobre el patrimonio es un gravamen estatal, pero su gesti¨®n est¨¢ cedida a las comunidades, que tienen capacidad para modificar tipos y aplicar bonificaciones y deducciones que pueden de facto anular la recaudaci¨®n. Madrid fue la primera autonom¨ªa en bonificar el impuesto al 100%, y hasta ahora la ¨²nica. Andaluc¨ªa quiere seguir el mismo camino; Murcia tambi¨¦n pretende suprimir el impuesto y Galicia acaba de anunciar que ampliar¨¢ la rebaja del 25% al 50%. Es decir: hay una competencia fiscal a la baja, que ya hab¨ªa empezado hace una d¨¦cada con el impuesto de sucesiones y donaciones, tambi¨¦n cedido a las autonom¨ªas.

Hasta el momento solo Madrid estaba en el punto de mira, acusada por otros Gobiernos regionales de hacer dumping fiscal y aprovechar su capitalidad para bajar impuestos. Seg¨²n un estudio de los investigadores Dirk Foremny, David R. Agrawal y Clara Mart¨ªnez-Toledano, Madrid ha atra¨ªdo a contribuyentes acaudalados gracias a la rebaja de patrimonio, en un juego que no es de suma cero: lo que pierden las otras autonom¨ªas no lo recauda la regi¨®n capitalina. Se pierde, y con ello se reduce la financiaci¨®n para los servicios p¨²blicos.

¡°Lo que est¨¢ pasando pone en evidencia que el impuesto sobre el patrimonio est¨¢ herido de muerte, y que hay que poner encima de la mesa un nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica que replantee los impuestos auton¨®micos en Espa?a¡±, opina Valent¨ªn Pich, presidente del Consejo General de Economistas, quien considera que hay que plantear la eliminaci¨®n del impuesto, que ha perdido potencia recaudatoria y genera externalidades negativas entre territorios.

El Gobierno todav¨ªa no ha desvelado los detalles del nuevo tributo a las grandes fortunas que est¨¢ estudiando, pero fuentes gubernamentales apuntan que podr¨ªa complementarse con un recargo en el IRPF, con un alza en los tipos de la base imponible del ahorro, que es donde se concentra la fortuna de los m¨¢s ricos, recuerda el inspector de Hacienda P¨¦rez Boga. ¡°Har¨ªa falta una reforma ambiciosa del sistema en general, pero ahora es muy dif¨ªcil, por la coyuntura econ¨®mica y el momento pol¨ªtico¡±, zanja.