As¨ª es el tubo submarino que unir¨¢ Espa?a y Francia: 2.500 millones de inversi¨®n, un trazado de 455 kil¨®metros y dos millones de toneladas de hidr¨®geno al a?o
La Comisi¨®n Europea pagar¨¢, como m¨¢ximo, la mitad de la obra a cambio de que se conciba para transportar combustible verde y no gas de origen f¨®sil
Las interconexiones energ¨¦ticas entre la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y Francia ser¨¢n un poco menos d¨¦biles a partir de 2030. Los gobiernos espa?ol, portugu¨¦s y franc¨¦s han pactado este viernes en la cumbre Euromediterr¨¢nea de Alicante las l¨ªneas maestras del tubo submarino que permitir¨¢ trasladar cada a?o dos millones de toneladas de hidr¨®geno verde al resto del continente, y con el que la Uni¨®n Europea aspira a fortalecer su segur...
Las interconexiones energ¨¦ticas entre la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y Francia ser¨¢n un poco menos d¨¦biles a partir de 2030. Los gobiernos espa?ol, portugu¨¦s y franc¨¦s han pactado este viernes en la cumbre Euromediterr¨¢nea de Alicante las l¨ªneas maestras del tubo submarino que permitir¨¢ trasladar cada a?o dos millones de toneladas de hidr¨®geno verde al resto del continente, y con el que la Uni¨®n Europea aspira a fortalecer su seguridad de suministro, gravemente herida por el chantaje a la que le est¨¢ sometiendo Rusia. Estas son las principales claves del proyecto:
?Por qu¨¦ entre Barcelona y Marsella?
El proyecto inicial para ampliar las actuales conexiones entre Espa?a y Francia pasaba por la construcci¨®n de un gasoducto transpirenaico, el denominado MidCat. A pesar de que el tramo espa?ol de la obra ya estaba avanzado, las presiones del Gobierno franc¨¦s ¡ªque se opon¨ªa frontalmente a ese trazado por los movimientos sociales en su contra en la vertiente gala de la cordillera¡ª obligaron a un giro radical de guion hace dos meses. Para desbloquear la situaci¨®n, Madrid puso encima de la mesa la alternativa submarina entre Barcelona y Marsella. Y Par¨ªs dio su brazo a torcer.
Aunque fuentes cercanas al proyecto admiten que Francia tendr¨¢ que invertir m¨¢s dinero en su red para permitir el flujo de hidr¨®geno verde hacia los pa¨ªses del centro y el norte de la UE ¡ªcon Alemania siempre a la cabeza¡ª, Marsella se presenta como una buena plataforma para distribuci¨®n de este gas hacia los enclaves m¨¢s industriales del Viejo Continente (norte de Italia, Austria y la propia Alemania).
?Por qu¨¦ no se ha optado por el trazado m¨¢s corto?
Los t¨¦cnicos ten¨ªan tres alternativas encima de la mesa. La A, la m¨¢s directa, ten¨ªa una longitud total de 450 kil¨®metros y una profundidad m¨¢xima de menos de 1.000 metros, aunque con colinas y valles en el lecho marino que complicaban y encarec¨ªan el proyecto. ¡°Hab¨ªa que evitar esas diferencias de profundidad¡±, explican fuentes cercanas al proyecto. Tanto la B como la C ¡ªla finalmente elegida¡ª tienen una profundidad m¨¢xima similar ¡ªalgo m¨¢s de 2.500 metros¡ª, pero la que ha terminado triunfando es algo m¨¢s corta ¡ª455 kil¨®metros frente 474¡ª y, por tanto, tambi¨¦n m¨¢s econ¨®mica.
?Cu¨¢ndo se empezar¨¢ a construir? ?Cu¨¢nto tardar¨¢ la obra?
La fase de construcci¨®n deber¨ªa comenzar a finales de 2025 o principios de 2026 y se demorar¨¢ unos 56 meses, seg¨²n el cronograma presentado este viernes por los tres Ejecutivos implicados. Como tarde, si se cumplen los tiempos fijados este viernes, deber¨ªan entrar en vigor en 2030.
Los ¡°trabajos t¨¦cnicos preliminares¡±, que tendr¨¢n un coste aproximado de 35 millones de euros, echar¨¢n a andar mucho antes. El objetivo de Madrid, Par¨ªs y Lisboa es que el BarMar llegue a manos del Ejecutivo comunitario tan pronto como el jueves que viene (15 de diciembre), coincidiendo con la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra en Bruselas. El objetivo: que el trabajo de an¨¢lisis de los funcionarios europeos eche a andar pronto y que el proyecto pueda recibir su visto bueno como proyecto de inter¨¦s comunitario (PCI, por sus siglas en ingl¨¦s) lo antes posible. Que reciba esa etiqueta es condici¨®n sine qua non para que Bruselas afloje la chequera.
?Por qu¨¦ llevar¨¢ hidr¨®geno y no gas natural?
Aunque en 2030 el gas de origen f¨®sil y el hidr¨®geno verde todav¨ªa convivir¨¢n en el mix energ¨¦tico ¡ªel primero, en fase declinante; el segundo, claramente ascendente¡ª, la idea es que por el tubo solo transite el segundo. El principal motivo es de ¨ªndole econ¨®mica: para recibir la vitola de PCI, la infraestructura tiene que estar pensada ¨²nicamente para el trasiego de combustibles renovables. Y el gas natural, de largo el combustible m¨¢s consumido hoy por la industria europea, no lo es.
?De d¨®nde saldr¨¢ el dinero?
En plena crisis energ¨¦tica y con la Comisi¨®n Europea volcada a la promesa del hidr¨®geno verde, los tres gobiernos han visto una potente veta de oportunidad para que una infraestructura clave en el futuro pueda salir adelante a un coste relativamente bajo para sus erarios. La clave est¨¢ en el dinero europeo: si finalmente acaba siendo considerado como proyecto de inter¨¦s comunitario ¡ªalgo que, tras las palabras de Ursula Von der Leyen (¡±el proyecto va claramente en la buena direcci¨®n y le doy la bienvenida para que postule para los fondos comunitarios¡±), se puede dar pr¨¢cticamente por descontado¡ª, entre un 30% y un 50% de los 2.500 millones de euros que costar¨¢ proceder¨¢ de las arcas europeas. Madrid, Par¨ªs y Lisboa conf¨ªan en que la cifra final est¨¦ en la parte alta de la banda: que hasta la mitad del dinero llegue desde Bruselas.
?C¨®mo es el ramal portugu¨¦s?
Aunque mucho mayor, el BarMar es solo una de las dos patas de las que consta el proyecto H2Med, el primero de los corredores de hidr¨®geno planteados por el Ejecutivo comunitario para los pr¨®ximos a?os. La otra es un tubo terrestre de otros 71 cent¨ªmetros de di¨¢metro y 248 kil¨®metros de longitud entre Celorico da Beira y Zamora. Costar¨¢ 350 millones de euros y, a diferencia de su hermano mayor, ser¨¢n los operadores de los sistemas gasistas espa?ol (Enag¨¢s) y portugu¨¦s (REN) los que lo construyan y operen a ambos lados de la frontera. En el caso del tubo entre Espa?a y Francia, las competencias para su desarrollo recaer¨¢n en una joint venture de Enag¨¢s y las galas Ter¨¦ga y GRTgaz.
?Por qu¨¦ Espa?a y Portugal est¨¢n llamadas a ser una potencia en la era del hidr¨®geno renovable?
La pen¨ªnsula Ib¨¦rica es uno de los mejores puntos de Europa para la generaci¨®n de energ¨ªa solar fotovoltaica, tanto por disponibilidad de terreno como ¡ªsobre todo¡ª por irradiaci¨®n y horas de sol. Tambi¨¦n uno de los pocos en los que a¨²n quedan emplazamientos disponibles para la instalaci¨®n de parques e¨®licos. Adem¨¢s, a diferencia de otros rincones del continente, las costas espa?olas est¨¢n completamente v¨ªrgenes de aerogeneradores. El resultado: tiene uno de los costes de generaci¨®n de energ¨ªa renovable m¨¢s econ¨®micos del Viejo Continente.
Dado que la electricidad limpia es el ingrediente m¨¢s caro en la receta del hidr¨®geno renovable ¡ªvital para la descarbonizaci¨®n de la industria pesada, la aviaci¨®n o el transporte de mercanc¨ªas¡ª, tanto Espa?a como Portugal parten con varios cuerpos de ventaja respecto al resto para la producci¨®n de esta suerte de petr¨®leo del futuro. Seg¨²n los c¨¢lculos del Gobierno espa?ol, la producci¨®n nacional de hidr¨®geno verde ser¨¢ suficiente para abastecer todo el mercado interno a finales de esta d¨¦cada, de forma que podr¨¢n empezar a exportar a otros socios europeos.
El gran plan de la Comisi¨®n Europea para afrontar la crisis energ¨¦tica, el llamado RepowerEU, contempla que en 2030 la producci¨®n conjunta de Espa?a, Francia y Portugal ¡ªconjuntamente¡ª exceder¨¢ la demanda en m¨¢s de un 50%. Diez a?os despu¨¦s, ese super¨¢vit rebasar¨¢ el 60%. En Alemania, Austria, Pa¨ªses Bajos, B¨¦lgica, Polonia y la Rep¨²blica Checa ¡ªel coraz¨®n de la industria europea¡ª las tornas ser¨¢n exactamente las contrarias: en 2030, su demanda m¨¢s que duplicar¨¢ su oferta. En 2040, casi la triplicar¨¢.