Los bancos, todos a una

Llama la atenci¨®n la resistencia de todos los grandes bancos a subir la remuneraci¨®n del ahorro. Es una coincidencia sorprendente. No se observa competencia alguna entre ellos. Los bancos van a una. La verdad es que es f¨¢cil ponerse de acuerdo. Los cuatro grandes bancos controlan el 75% de los dep¨®sitos. Se mire como se mire, se trata de un oligopolio. Las autoridades tienen instrumentos para averiguar si estamos ante un caso de colusi¨®n, que significa un pacto il¨ªcito en da?o a tercero.

Todas las entidades exponen complejas justificaciones para justificar el retraso en la adecuaci¨®n de la retribuci¨®n de los ahorros. Razones nada convincentes que contrastan con la r¨¢pida diligencia con que han corrido a subir de manera implacable las hipotecas. El Bolet¨ªn Estad¨ªstico del Banco de Espa?a (p¨¢ginas 51 y 387) es un buen espejo para el caso. La remuneraci¨®n de los dep¨®sitos a un a?o se situaba el pasado diciembre en un 0,42% mientras que los pr¨¦stamos para la adquisici¨®n de viviendas hab¨ªan escalado hasta el 3,12%.

Menos justificable a¨²n es la diferencia con los bancos de la zona euro, que en diciembre pasado retribu¨ªan los dep¨®sitos al 1,34%, casi un punto m¨¢s que en Espa?a. Hecho incomprensible, pues todos los bancos europeos operan con las mismas reglas y apoyos que brinda el Banco Central Europeo (BCE).

Estas pr¨¢cticas explican el aumento de los beneficios bancarios del pasado a?o, que superaran los 20.000 millones de euros. Seg¨²n el mencionado bolet¨ªn (p¨¢gina 122), los beneficios en los tres primeros trimestres de 2022 ascendieron a 14.686 millones de euros, un 28,9% m¨¢s que en 2021. Por ellos pagaron 1.777 millones, el 12%. Al mismo tiempo, los banqueros se autoconcedieron unos sueldos millonarios, irrazonables desde cualquier punto de vista.

En l¨ªnea con la Comisi¨®n Europea, el Gobierno aprob¨® el pasado diciembre la ley 38/2022, que estableci¨® unos grav¨¢menes para las energ¨¦ticas y las entidades para recabar 7.000 millones y aliviar as¨ª las condiciones de vida de las personas m¨¢s golpeadas por la crisis. Bancos y energ¨¦ticas han tenido la osad¨ªa de llevar a los tribunales ese impuesto, a pesar de que el esfuerzo que se les pide apenas representa un 0,06% del valor de los activos de las grandes entidades.

Es instructivo leer esta ley que empieza con las primeras palabras de la Constituci¨®n Espa?ola: ¡°Espa?a se constituye como un Estado social y democr¨¢tico de derecho¡±. Recuerda su voluntad de asegurar a todos una digna calidad de vida.

Constituir¨ªa una equivocada lectura interpretar estas palabras como una diatriba contra la banca. En este pa¨ªs, los ciudadanos han comprendido que es necesaria una banca que funcione, que sea eficaz y que no tenga que ser rescatada peri¨®dicamente. En definitiva, que sea considerada una actividad econ¨®mica como las dem¨¢s, con sueldos equiparables y, sobre todo, que no abuse. Ya cometimos la insensatez de cargarnos las cajas de ahorro y la banca p¨²blica que habr¨¢ que reinventar. Los pa¨ªses m¨¢s listos no cayeron en la trampa neoliberal.

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