Espa?a gana margen en Bruselas para acelerar las ayudas industriales del plan de recuperaci¨®n
La reforma de las normas de subvenciones permite desatascar el gasto previsto para proyectos como el PERTE del autom¨®vil
Espa?a ha logrado buena parte de lo que buscaba con la nueva regulaci¨®n de las ayudas de Estado: m¨¢s margen para gastar el Fondo de Recuperaci¨®n y acelerar la distribuci¨®n de ayudas a proyectos industriales, especialmente aquellos enfocados al negocio de la descarbonizaci¨®n. La reciente relajaci¨®n de las normas que las regulan ha aumentado las cantidades que se pueden dar a proyectos (llega a haberlas de 350 millones de euros); ha subido los porcenta...
Espa?a ha logrado buena parte de lo que buscaba con la nueva regulaci¨®n de las ayudas de Estado: m¨¢s margen para gastar el Fondo de Recuperaci¨®n y acelerar la distribuci¨®n de ayudas a proyectos industriales, especialmente aquellos enfocados al negocio de la descarbonizaci¨®n. La reciente relajaci¨®n de las normas que las regulan ha aumentado las cantidades que se pueden dar a proyectos (llega a haberlas de 350 millones de euros); ha subido los porcentajes que se pueden financiar a las peque?as empresas, que en algunos casos llegan al 55% de la inversi¨®n; y ha ampliado los sectores a los que se puede dar dinero p¨²blico. El Gobierno espa?ol buscaba esa mayor flexibilidad para gastar el dinero que Espa?a ha recibido o va a recibir del plan de recuperaci¨®n y otros fondos europeos, que se acercar¨¢ a 200.000 millones entre 2021 y 2027, que constituyen la respuesta que la UE preparaba a los multimillonarios subsidios que conceden Estados Unidos, China o Jap¨®n para la doble transici¨®n ecol¨®gica y digital.
Los cambios que vieron la luz en marzo dan mucho m¨¢s margen a Espa?a para que no suceda lo que pas¨® en el reparto de recursos del Proyecto Estrat¨¦gico para la Recuperaci¨®n y Transformaci¨®n Econ¨®mica (PERTE) para el veh¨ªculo el¨¦ctrico. La Comisi¨®n Europea ha cambiado la norma general de ayudas de Estado y la espec¨ªfica para afrontar la crisis provocada por la guerra y facilitar la transici¨®n energ¨¦tica, pero entonces las nuevas regulaciones todav¨ªa no hab¨ªan entrado en vigor. Los duros requisitos vigentes en aquel momento jugaron una mala pasada. Fue en octubre del a?o pasado, y apenas se pudo gastar un 29% de los 2.975 millones de los que dispon¨ªa el Ministerio de Industria en su primera convocatoria.
Todas las fuentes consultadas, tanto del Ejecutivo como las conocedoras de la regulaci¨®n, coinciden en que a partir de ahora ser¨¢ m¨¢s sencillo conceder las ayudas. Una fuente del Gobierno espa?ol se?alaba que la nueva configuraci¨®n aprobada ¡°facilitar¨¢ y acelerar¨¢ la ejecuci¨®n¡± de fondos europeos, aportando mayores facilidades a la asignaci¨®n de los 2.100 millones pendientes para la reconversi¨®n del sector del autom¨®vil, pero tambi¨¦n para otras actividades econ¨®micas que recibir¨¢n subvenciones. Por ejemplo, a la vez que se aumentaba la cuant¨ªa posible de asignar, tambi¨¦n se ha abierto la mano en cuanto al tipo de inversiones susceptibles de recibir los fondos para la recuperaci¨®n a las inversiones en terrenos, la construcci¨®n de instalaciones o la compra de maquinaria, activos que hasta ahora estaban vetados porque ¨²nicamente se consideraban subvencionables inversiones operativas como, entre otras, la investigaci¨®n y el desarrollo y la innovaci¨®n (I+D+i).
Uno de los ejemplos que podr¨ªan salir ganando en la pr¨®xima convocatoria del PERTE del veh¨ªculo el¨¦ctrico, por ejemplo, es la construcci¨®n de f¨¢bricas de celdas de bater¨ªas para este tipo de autom¨®viles. La de Volkswagen en Sagunto ya tiene asignadas las ayudas de la anterior convocatoria, complementadas con ayudas adicionales del Ministerio de Industria y de la Comunidad Valenciana, pero en la pr¨®xima convocatoria podr¨ªan beneficiarse la que plantea el grupo chino Envision en Extremadura y cualquier otra si alg¨²n fabricante se animara a construir en Espa?a. ¡°Los PERTE¡±, indican fuentes empresariales, ¡°han quedado totalmente superados por el nuevo esquema de ayudas¡±.
En ese tipo de grandes proyectos las inversiones ir¨¢n acompa?adas de mayores recursos. Se prev¨¦, por ejemplo, que una inversi¨®n pueda beneficiarse de hasta 150 millones de euros de ayudas, una cuant¨ªa que se incrementar¨¢ hasta los 200 millones en zonas menos desarrolladas y hasta los 350 millones en el caso de las m¨¢s deprimidas, como ser¨ªa el caso de la inversi¨®n anunciada en Extremadura. Se tratar¨ªa de subsidios preasignados, que no necesitar¨ªan pasar por la aprobaci¨®n de Bruselas para salir adelante. Con esto, se pueden reducir los plazos de tramitaci¨®n y ser algo m¨¢s previsible con el resultado final de los expedientes de ayudas. Eso da certidumbre, apuntan en el Ejecutivo, sobre las inversiones de las empresas.
No obstante, la alegr¨ªa no es completa, ya que estos nuevos marcos de ayudas no llegar¨¢n hasta el a?o 2028, como reclaman algunos inversores. Estos han hecho llegar al Gobierno la necesidad de alargarlos m¨¢s all¨¢ de finales de 2025 o 2026 ¡ªcada regulaci¨®n extraordinaria concluye en uno de esos a?os¡ª. El Gobierno espa?ol ¡ªcomo el italiano o el portugu¨¦s¡ª ver¨ªan muy bien esta prolongaci¨®n, pero es algo m¨¢s complicado. Ya no se trata solo de los criterios para dar subvenciones, sino del reglamento del Fondo de Recuperaci¨®n, de donde proceden los recursos, que da de plazo hasta 2026 para gastar ese dinero.
Adem¨¢s del margen que logran los PERTE, Industria conf¨ªa en otro camino que se ha abierto para gastar las ayudas que queden hu¨¦rfanas. Ya no solo en la regulaci¨®n extraordinaria para afrontar la crisis y la transici¨®n energ¨¦tica, tambi¨¦n en la norma general se elevan los umbrales por los que no hay que notificar a Bruselas la concesi¨®n de ayudas. La variaci¨®n de los umbrales era una de las discusiones que divid¨ªa a los grandes pa¨ªses industriales, como Francia y Alemania, de otros m¨¢s peque?os, como Pa¨ªses Bajos. Los primeros abogaban por retirarlos para ganar libertad total en el reparto de fondos, mientras que los segundos, sin tanta capacidad industrial ni de gasto, demandaban reducirlos. La Comisi¨®n ha establecido ciertas salvaguardas a sus ayudas. Por ejemplo, las inversiones que reciban esas subvenciones no pueden proceder de deslocalizaciones en los dos a?os anteriores dentro de la Uni¨®n Europea ni motivar cambios de ubicaci¨®n en los dos siguientes. Y debe existir un compromiso del preceptor de la ayuda de que mantendr¨¢ su proyecto al menos durante cinco a?os tras finalizar la inversi¨®n. En el caso de pymes, ese periodo se reduce a tres a?os.
Despu¨¦s de todos estos cambios, el volumen de ayudas que no se notifican a la Comisi¨®n Europea para su control crecer¨¢ mucho. Ahora el Ejecutivo europeo no examina el 91%, como advirti¨® la propia vicepresidenta del Ejecutivo y responsable de Competencia, Margrethe Vestager, por lo que ese porcentaje todav¨ªa escalar¨¢ m¨¢s.
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