Alemania y Francia copan el 77% de las ayudas a empresas por la crisis de Ucrania
Espa?a apenas prev¨¦ una cantidad equivalente el 0,8% del PIB frente al 9% presupuestado por Berl¨ªn
El gran riesgo de relajar las exigencias para que los Estados de la Uni¨®n Europea salgan al rescate del sector privado ante la crisis energ¨¦tica y de precios es que se agriete el mercado ¨²nico. Pocos datos lo evidencian tanto como los de la respuesta a la crisis provocada por la invasi¨®n rusa de Ucrania: los pa¨ªses han comunicado a la Comisi¨®n Europea ayudas presupuestadas por 672.000 millones, de ellos el 53% corresponde a Alemania y el 24% a Francia. Italia ser¨ªa la tercera, un 7,6%. Espa?a, cuarta econom¨ªa del euro, est¨¢ en esa lista a una distancia abismal, apenas el 1,7% del total.
Las cifras salen de la carta que la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario y responsable de Competencia, Margrethe Vestager, envi¨® a los Estados miembros el pasado viernes en la que advierte reiteradamente sobre esto ¡ª¡±el proceso de simplificaci¨®n [de normas] tiene ciertos riesgos¡±, escribe¡ª y, por ello, plantea que las ayudas milmillonarias que se den para responder a las pol¨ªticas proteccionistas de China y Estados Unidos en la transici¨®n energ¨¦tica y digital sean temporales.
¡°Por supuesto, seguimos de cerca c¨®mo se traducen en gastos reales los presupuestos de las 182 medidas aprobadas hasta la fecha¡±, trata de tranquilizar el texto adelantado por EL PA?S en el que la vicepresidenta Vestager se abre a dar ayudas para ¡°las inversiones verdes en sectores estrat¨¦gicos¡±, incluyendo cr¨¦ditos fiscales para evitar una fuga de inversiones. La portavoz del departamento de Competencia del Ejecutivo comunitario precisa que de esos cerca de dos centenares de decisiones sobre ayudas de Estado, unas 60 han tenido que ser enmendadas por los Estados a petici¨®n del Ejecutivo comunitario.
Poco despu¨¦s de que Rusia invadiera Ucrania, en febrero, la Uni¨®n Europea, a la vista de las dificultades que se avecinaban para las empresas por la presi¨®n de los precios energ¨¦ticos y potenciales problemas de suministro de combustibles, aprob¨® la primera regulaci¨®n que relajaba las ayudas de Estado. Kiev no cay¨® y la guerra se ha enquistado, lo que llev¨® a Bruselas en julio a aumentar la manga ancha que hab¨ªa aprobado cuatro meses antes: ¡°Hemos permitido a los Estados concentrar el apoyo en la energ¨ªa renovable o tecnolog¨ªas de descarbonizaci¨®n sin pedir una justificaci¨®n exhaustiva¡±. Ya en oto?o se prorrog¨® esta regulaci¨®n hasta el 31 de diciembre de este a?o y se ampliaron las opciones de respaldo a las empresas.
Este marco legal m¨¢s flexible ha facilitado ese gasto previsto por los pa¨ªses, de 672.000 millones. En ¨¦l destaca Alemania, que ha presupuestado ayudas por una cantidad equivalente al 9,2% de su PIB en 2022, seg¨²n los c¨¢lculos del Ejecutivo comunitario. El esfuerzo franc¨¦s equivale a un 6,1%; el de Italia, al 7,5%. Tambi¨¦n destaca Dinamarca, cuya previsi¨®n se acerca al 6,5%. Las notificaciones espa?olas, por su parte, apenas supondr¨ªan el 0,8% del PIB de 2022. Estos datos se basan en los n¨²meros de la Comisi¨®n que, no obstante, advierte que sus c¨¢lculos parten de estimaciones sobre ¡°presupuestos aprobados en las decisiones sobre ayudas estatales y otras cifras disponibles¡±, puesto que la regulaci¨®n temporal para la crisis no obliga ¡°a precisar un presupuesto¡±, seg¨²n se?alan en Competencia.
Todas estas cifras ilustran los riesgos en los que ponen ¨¦nfasis los m¨¢s reticentes a la reforma de las exigencias sobre ayudas de Estado que prepara Bruselas para responder a los multimillonarios subsidios que aprob¨® EE UU este verano con el objetivo de impulsar a su industria en el proceso de transici¨®n energ¨¦tica. El temor a que los productos made in USA tengan ventajas por esto en el mercado y a que muchas inversiones destinadas a nuevas tecnolog¨ªas (renovables, bater¨ªas y coches el¨¦ctricos, microchips) se vayan al otro lado del Atl¨¢ntico al calor de estas subvenciones es el que abri¨® el debate en la UE a finales de 2022 y el que llev¨® a sus l¨ªderes a reclamar soluciones a Bruselas nada m¨¢s comenzar este a?o.
Diferentes posiciones de partida
Sin embargo, la posici¨®n de partida de todas las capitales no es la misma. Y buena parte de c¨®mo se definen las posiciones de los socios se explican mirando a los n¨²meros que ha facilitado Competencia. ¡°Estas cifran son consecuencia de que no todos los estados tienen el mismo margen fiscal para poder gastar¡±, explica Philip Lausberg. Con estas palabras, este especialista en gobernanza econ¨®mica de la UE del Centro de Pol¨ªtica Europea, partidario de responder a EE UU, apunta los mismos riesgos que se?ala Vestager en su carta: la fragmentaci¨®n del mercado ¨²nico. Si un Gobierno tiene m¨¢s capacidad para gastar (Alemania), puede dar m¨¢s apoyo a sus empresas y situarlas en posici¨®n de ventaja en el mercado ¨²nico. Tambi¨¦n puede darse este escenario con los pa¨ªses m¨¢s grandes, como puede ser Francia, aunque su margen fiscal sea menor, ya que a poco esfuerzo que haga, el tama?o de su econom¨ªa siempre le permitir¨¢ tener dar un respaldo mayor.
En el bando de los m¨¢s cautelosos se sit¨²an Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Pa¨ªses Bajos, Polonia y Suecia, que enviaron un texto conjunto a Bruselas el 23 de diciembre al que ha tenido acceso EL PA?S. ¡°En la actualidad, las ayudas a la inversi¨®n para inversiones productivas solo se permiten para fomentar el desarrollo de las pymes y la cohesi¨®n econ¨®mica en la UE. Desviarse de esta premisa fundamental es un cambio de pol¨ªtica que requiere una cuidadosa consideraci¨®n. Las ayudas estatales a la producci¨®n en masa y las actividades comerciales pueden tener importantes efectos negativos, como la fragmentaci¨®n del mercado interior, carreras de subvenciones perjudiciales y debilitamiento del desarrollo regional. Estos perjuicios pueden ser mayores que los efectos positivos¡±, advierten antes de ¡°urgir a la Comisi¨®n a una gran cautela¡±.
Su posici¨®n contrasta con la que cuatro d¨ªas antes expusieron a Bruselas los ministros de Econom¨ªa de Alemania, Robert Habeck, y Francia, Bruno Le Maire, en un documento similar. Ambos abogaban por facilitar las subvenciones a sectores estrat¨¦gicos y los descuentos fiscales, algo a lo que Vestager ya parece haber prestado o¨ªdos a tenor de la posici¨®n que esboza en la carta que envi¨® a las capitales el pasado viernes pidi¨¦ndoles que le hicieran llegar sus opiniones en este debate antes de que concrete sus propuestas. La responsable de Competencia tambi¨¦n se?ala en esa misiva que la reforma debe ser temporal, algo que reclama Espa?a, para evitar romper el mercado ¨²nico.
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