Espa?a exige a Bruselas una relajaci¨®n temporal de las ayudas de Estado
El Gobierno quiere que los cambios se vinculen al plan de recuperaci¨®n para evitar la ¡°amenaza¡± a la igualdad de condiciones entre pa¨ªses que supone abrir la mano de forma general y permanente
Espa?a toma posiciones para el que se erige como uno de los grandes debates econ¨®micos ¡ªy geoestrat¨¦gicos¡ª en los pr¨®ximos meses en la Uni¨®n Europea: la reforma de las reglas sobre ayudas de Estado. En un documento enviado por el Gobierno a Bruselas al que ha tenido acceso EL PA?S, Espa?a propone que las normas sean modificadas, pero de forma ¡°temporal¡± para garantizar ¡°el r¨¢pido despliegue de las inversiones¡± previstas en el fondo europeo de recuperaci¨®n y ¡°evitar la amenaza para la igualdad de condiciones que supone una relajaci¨®n general de los requisitos en materia de ayudas estatales¡±. El texto, que llega ante la revisi¨®n que est¨¢ preparando la Comisi¨®n Europea y que debe estar lista antes de acabar este mes, pone negro sobre blanco los temores que hay en varias capitales sobre las consecuencias que tiene para el mercado ¨²nico europeo la inyecci¨®n masiva de ayudas de Estado, como el paquete de 200.000 millones de euros aprobado por Alemania para proteger a hogares y empresas del aumento de los costes energ¨¦ticos.
La relajaci¨®n temporal por la que apuesta Espa?a se explica por la defensa de la competitividad de Europa frente a los grandes colosos mundiales: China y Estados Unidos. Ya hace tiempo que en la UE hay recelos sobre China y el desequilibrio en las relaciones comerciales con el gigante asi¨¢tico. Con Washington, la alarma se encendi¨® en verano, cuando aprob¨® los subsidios para apoyar a su industria en la transici¨®n hacia una econom¨ªa m¨¢s sostenible medioambientalmente. Hay otro elemento: los obst¨¢culos que encuentran muchas de las inversiones planteadas en el plan de recuperaci¨®n para tramitarse r¨¢pidamente en los servicios comunitarios de Competencia y que buscan, precisamente, impulsar la transici¨®n hacia una econom¨ªa descarbonizada, m¨¢s digitalizada y con una industria puntera tecnol¨®gicamente.
Bruselas ya ha entendido que tiene que levantar la mano sobre las limitaciones que impone en las ayudas de Estado. Un claro ejemplo es lo que ha sucedido en el ¨²ltimo trimestre del a?o. En octubre plante¨® ampliar la relajaci¨®n de esas normas para las empresas que lo estuvieran pasando mal por la crisis provocada por la invasi¨®n de Ucrania y la pr¨®rroga de esta regulaci¨®n extraordinaria hasta el 31 de diciembre de 2024. Antes incluso de que su propuesta estuviera aprobada formalmente, ya se hab¨ªa abierto un debate sobre la necesidad de ir m¨¢s all¨¢, y la propia presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, lo ha asumido como propio y ha hablado de la creaci¨®n de un ¡°fondo de soberan¨ªa¡± para respaldar inversiones europeas.
El nombre que da Von der Leyen a esta propuesta est¨¢ emparentado con un concepto de moda en la UE desde hace ya varios a?os: ¡°autonom¨ªa estrat¨¦gica¡±, al que ahora se le a?ade muchas veces el adjetivo ¡°abierta¡±. Se a?ade el calificativo porque as¨ª trasciende el campo de la defensa para adentrarse tambi¨¦n en el de la econom¨ªa: para lograr los objetivos en la primera ¨¢rea, debe haber un desarrollo tecnol¨®gico y una capacidad productiva en ramas como los microchips o bater¨ªas el¨¦ctricas en las que los socios de la UE han perdido el pie.
Entienden en la capital comunitaria y en muchos de los Estados miembro que para conseguir estas metas se requiere que el sector p¨²blico apoye al privado, como hacen Estados Unidos y China, si no quieren que las empresas pierdan competitividad. Y ahora han entrado las prisas. Otro ejemplo: la vicepresidenta de la Comisi¨®n y responsable de Competencia, Margrethe Vestager, abri¨® una consulta p¨²blica a los Estados en diciembre durante una semana, justo un d¨ªa antes del ¨²ltimo Consejo Europeo, en el que este asunto fue un tema muy destacado. Pocos d¨ªas despu¨¦s, los ministros de Econom¨ªa de Alemania, Robert Habeck, y Francia, Bruno Le Maire, publicaban un art¨ªculo conjunto en el diario brit¨¢nico Financial Times en el que hablaban de una reforma que designara sectores estrat¨¦gicos y simplificara los tr¨¢mites.
En este punto est¨¢ de acuerdo Espa?a, como puede verse en el texto remitido el lunes a Bruselas. Espa?a se est¨¢ encontrando con obst¨¢culos para que las ayudas contempladas en los proyectos estrat¨¦gicos para la recuperaci¨®n y la transformaci¨®n econ¨®mica (PERTE) lleguen r¨¢pido a la gran industria. A partir de ah¨ª, muchos comenzaron a darse cuenta de la necesidad de simplificar procedimientos. Tambi¨¦n los pa¨ªses n¨®rdicos fijaron su posici¨®n, se?alando la necesidad de no romper el mercado ¨²nico con grandes subvenciones. Italia, por su parte, ha pedido un nuevo fondo conjunto que financie estas inversiones.
El acontecimiento clave que ha desatado todos estos movimientos ha sido, sin duda, la aprobaci¨®n en Estados Unidos de la ley de lucha contra la inflaci¨®n, que lleva aparejados subsidios para los bienes industriales (coches el¨¦ctricos, bater¨ªas, componentes para la generaci¨®n de energ¨ªas renovables) que se fabriquen all¨ª, algo que puede tramitarse, explican fuentes gubernamentales, en apenas semanas, frente a los meses cuando no a?os que requiere el papeleo y la negociaci¨®n con Bruselas. Esto no solo privilegia el Made in USA, sino que puede atraer hacia EE UU inversiones previstas en Europa.
La necesidad de apoyar a las empresas ante las dificultades que ha tra¨ªdo la guerra (aumento de precios de la energ¨ªa) ha tenido tambi¨¦n su papel, aunque para este tipo de ayudas Bruselas ha levantado la mano al aprobar una regulaci¨®n temporal que ya relaja los procedimientos y las exigencias, como hiciera durante los momentos m¨¢s duros de la pandemia.
Sin embargo, aqu¨ª comienzan a levantarse las suspicacias entre los socios. Se vio con claridad cuando Alemania anunci¨® que iba a aprobar un plan bianual de 200.000 millones para respaldar a familias y empresas por la crisis que est¨¢ provocando la invasi¨®n de Ucrania. Italia puso el grito en el cielo. La Comisi¨®n pidi¨® a todos los pa¨ªses que les comunicaran su planes para coordinar la respuesta, en un intento de que nadie capeara la crisis energ¨¦tica por su cuenta. El tama?o de la chequera de cada Estado no es el mismo y eso puede acabar poniendo en clara ventaja en el mercado ¨²nico a las empresas de los pa¨ªses con m¨¢s capacidad de gastar (Alemania, Pa¨ªses Bajos, Finlandia, Austria...).
Econom¨ªa resistente
Todo esto es lo que lleva a Espa?a a plantear al Ejecutivo de Von der Leyen que, dado que ¡°los proyectos de inversi¨®n y estrat¨¦gicos de los planes de recuperaci¨®n necesitan ser facilitados¡±, ser¨ªa conveniente ¡°un marco temporal que cubra estas inversiones¡±. ¡°Estas son cr¨ªticas para asegurar que nuestra econom¨ªa contin¨²a creciendo y se convierte en m¨¢s resistente frente a shocks de suministro en las cadenas globales y las restricciones de la demanda provocadas por el aumento de los tipos de inter¨¦s y la disminuci¨®n de la liquidez¡±, apunta el documento espa?ol.
Adem¨¢s, el planteamiento del Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez no pasa por pedir a Bruselas un fondo adicional. Espa?a cree que tiene capacidad de gasto m¨¢s que suficiente con los recursos asignados en el fondo de recuperaci¨®n. Si nada se tuerce, antes de 2027 deber¨ªa disponer de (y gastar) cerca de 100.000 millones adicionales de ese programa aprobado para salir de la crisis de la covid-19, m¨¢s lo que ya tiene concedido de la primera parte, cerca de 70.000 millones.
As¨ª se explica que Madrid le plantee a Bruselas ¡ªeste martes el comisario de Mercado Interior, el franc¨¦s Thierry Breton, se re¨²ne con el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez¡ª que la relajaci¨®n del marco de ayudas de Estado est¨¦ vinculado a las inversiones del fondo de recuperaci¨®n. De esta forma, la reforma se convierte en algo temporal y se ¡°evita la amenaza para la equidad de las normas de Competencia que implicar¨ªa perder las normas de ayudas de Estado de forma general¡±.
Algo as¨ª viene a defender Arancha Gonz¨¢lez Laya, decana de la Escuela de Asuntos Internacionales de Par¨ªs y exministra de Exteriores, que cree que la respuesta a la situaci¨®n actual no debe pasar por una revisi¨®n de las reglas que ponga en riesgo el mercado ¨²nico. Desde un punto de vista mucho m¨¢s te¨®rico, el profesor de Econom¨ªa de la London School of Economics Paul de Grauwe no se muestra nada partidario de dar ayudas a las empresas: ¡°No creo en la capacidad de la Administraci¨®n para identificar d¨®nde hacen falta inversiones en toda la econom¨ªa. Creo que la Uni¨®n Europea puede dar dinero a los Estados para que inviertan en infraestructuras o investigaci¨®n b¨¢sica, pero no m¨¢s¡±.
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