La falta de empleo se ceba con la peque?a industria: ¡°Solo queremos a alguien que quiera trabajar¡±
Las empresas se ven incapaces de cubrir su demanda ante la plena ocupaci¨®n en el sector manufacturero
¡°No es que busquemos a una persona muy cualificada: solo queremos a alguien que quiera trabajar y que tenga un m¨ªnimo de experiencia¡±. A Jordi Zamora le da la sensaci¨®n de que no es mucho lo que pide para Tecmaq, una peque?a f¨¢brica de maquinaria para el sector de la alimentaci¨®n de su familia. Pero s¨ª lo es. La falta de mano de obra se est¨¢ convirtiendo en uno de los principales problemas para la industria, y sobre todo para sus pymes. Exist¨ª...
¡°No es que busquemos a una persona muy cualificada: solo queremos a alguien que quiera trabajar y que tenga un m¨ªnimo de experiencia¡±. A Jordi Zamora le da la sensaci¨®n de que no es mucho lo que pide para Tecmaq, una peque?a f¨¢brica de maquinaria para el sector de la alimentaci¨®n de su familia. Pero s¨ª lo es. La falta de mano de obra se est¨¢ convirtiendo en uno de los principales problemas para la industria, y sobre todo para sus pymes. Exist¨ªa antes de la pandemia y el problema se ha recrudecido despu¨¦s.
La C¨¢mara de Comercio Alemana para Espa?a (con fuerte implantaci¨®n industrial) se?ala como el segundo mayor riesgo para este a?o la escasez de mano de obra cualificada. Y en otro trabajo demosc¨®pico, la asociaci¨®n de industrias Amec aflora un dato revelador: un 93,5% de sus asociados admite tener problemas para atraer y retener talento. Su director general, Joan Tristany, afirmaba hace unos d¨ªas: ¡°Las empresas industriales no encuentran a gente. Es una situaci¨®n similar a la que se produjo en 2002 y entonces se resolvi¨® a trav¨¦s de la contrataci¨®n en origen¡±, en referencia a la f¨®rmula con la que el Gobierno fijaba los contingentes de trabajadores extranjeros que pod¨ªan llegar a Espa?a con un empleo asegurado.
El sector secundario es una anomal¨ªa en el mercado de trabajo: se encuentra casi en pleno empleo, con una tasa de paro del 5,4%, frente al 13,2% del conjunto. ¡°Electromec¨¢nicos, soldadores, carretilleros, t¨¦cnicos de calidad, de electr¨®nica... en todo lo que tiene que ver con las familias industriales de la Formaci¨®n Profesional hay mucha dificultad [para encontrar personal], hay m¨¢s demanda que de ingenieros¡±, se?ala Roc¨ªo Mill¨¢n, directora de Selecci¨®n de Adecco, muy gr¨¢fica cuando explica el fen¨®meno que est¨¢ provocando una falta de mano de obra end¨¦mica, larvada durante lustros. ¡°No se genera la oferta suficiente de trabajadores y las empresas est¨¢n intercambiando cromos; son las mismas personas, que van cambiando de empresa¡±, se?ala sobre una batalla con efectos evidentes: se negocian mejores condiciones laborales y sobre todo salariales, que acaban dejando las condiciones del convenio colectivo del sector muy atr¨¢s. Un 46% de las empresas de Amec consideraban que los salarios se est¨¢n situando por encima de sus posibilidades y otro 44% apuntaba la dificultad de fidelizaci¨®n.
El perfil que busca Jordi Zamora no es el de un ingeniero. Es un electricista cuadrista que pueda montar el circuito de las m¨¢quinas que produce la compa?¨ªa. Son t¨¦cnicos habitualmente salidos de la FP, capaces de interpretar planos el¨¦ctricos e incluso crearlos ellos mismos, seg¨²n las necesidades de cada producto. ¡°Hemos hablado con dos empresas de trabajo temporal y, pese a que una de ellas nos ha cobrado 500 euros, apenas nos han pasado tres curr¨ªculos de personas sin ning¨²n tipo de experiencia¡±, se lamenta. Ante la falta de mano de obra han apostado por contratar a dos aprendices ¡ª¡°no podemos tener a cinco, no tenemos capacidad¡±, afirma¡ª para formarlos por su cuenta mientras pide cursos reglados que les sean de utilidad frente a la amplia oferta actual: ¡°A nosotros no nos sirve de nada¡±, zanja.
La compa?¨ªa quiere cubrir el hueco dejado por un joven de 23 a?os que apenas aguant¨® ocho meses en el puesto. Ingres¨® en enero de 2022 y ya en octubre advirti¨® que le estaban llegando ofertas por m¨¢s dinero de otras empresas. Le subieron el salario 150 euros para alcanzar los 1.650 euros mensuales netos ¡ª¡°ni yo me puedo subir el sueldo¡±, dice Zamora, director comercial¡ª en un intento desesperado para retenerlo. Ni as¨ª. A los tres meses dijo que se iba. Ahora la b¨²squeda de un relevo se est¨¢ convirtiendo en un dolor de cabeza inacabable.
El problema de la elevada rotaci¨®n
En otra peque?a empresa, cuyo nombre piden no desvelar, se?alan el mismo problema. Un experimentado t¨¦cnico de servicios de asistencia t¨¦cnica se ha ido a la competencia. Le han ofrecido 50.000 euros cuando ahora cobraba entre 40.000 y 45.000. Est¨¢n buscando. En medio a?o han recibido para cubrir ese puesto una decena de curr¨ªculums. ¡°En los dos ¨²ltimos a?os el problema ha estado muy oculto, pero ahora ha aflorado con fuerza. Llamamos a todas las puertas, desde headhunters hasta empresas de trabajo temporal o p¨¢ginas web como Linkedin, pero ha sido en vano¡±, explica la responsable de Recursos Humanos.
El problema de la escalada salarial es abarcable para la gran industria, con mayor m¨²sculo financiero para ofertar y mucha m¨¢s capacidad para poner sobre la mesa planes de carrera que seduzcan a sus empleados. Las medianas navegan la situaci¨®n con m¨¢s dificultades. Pero las peque?as empresas son el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil y se encuentran en el centro de una tormenta con poco margen de maniobra para sostener la alta rotaci¨®n, la continua inseguridad y la presi¨®n sobre los altos salarios. Y no parece que el problema se vaya a solventar r¨¢pidamente. En un reciente estudio, el Consejo Econ¨®mico y Social advert¨ªa de que en los pr¨®ximos a?os se necesitar¨¢ cubrir una amplia demanda de trabajo por reposici¨®n de plantillas, especialmente por jubilaci¨®n. Ariadna Mar¨ªn, responsable del ¨¢rea de talento de Amec y directora general de Coatresa, no es nada optimista: ¡°No hay ning¨²n plan de formaci¨®n para sacar la gente que las empresas estamos necesitando¡±.
En su opini¨®n, buena parte del problema se encuentra en que, pese a que la la necesidad de reforzar la industria se ha instalado en el discurso pol¨ªtico, los j¨®venes no la consideran atractiva. ¡°Ser un startapero [un empleado en una empresa tecnol¨®gica emergente] es guay, pero el industrial tiene hoy una imagen peyorativa¡±, afirma. Y, adem¨¢s, por su experiencia no ve en todos los j¨®venes de hoy los valores necesarios. ¡°Ves su curr¨ªculum y te das cuenta de que hay mucha capacidad de contenidos, pero que despu¨¦s fallan algunas actitudes y ciertos valores¡±, afirma. Entre otros, echa de menos la capacidad de sacrificio y la disposici¨®n a la movilidad en el caso de algunos servicios en las empresas de los clientes durante d¨ªas.
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