La econom¨ªa de la zona euro levanta cabeza en el segundo trimestre tras comenzar el a?o estancada
La actividad creci¨® un 0,3% entre abril y junio, mientras que los precios aumentaron un 5,3% en julio
La econom¨ªa de la zona euro ha acelerado ligeramente en primavera. Todav¨ªa no est¨¢ creciendo al ritmo que lo hac¨ªa antes de comenzar la crisis energ¨¦tica y la invasi¨®n rusa de Ucrania. Subi¨® un 0,3% en el segundo trimestre respecto del primero, seg¨²n la primera estimaci¨®n divulgada por Eurostat. Lo suficiente como para alejar a Europa de la recesi¨®n y confirmar los pron¨®sticos de frenazo econ¨®mico en los pa¨ªses de la mone...
La econom¨ªa de la zona euro ha acelerado ligeramente en primavera. Todav¨ªa no est¨¢ creciendo al ritmo que lo hac¨ªa antes de comenzar la crisis energ¨¦tica y la invasi¨®n rusa de Ucrania. Subi¨® un 0,3% en el segundo trimestre respecto del primero, seg¨²n la primera estimaci¨®n divulgada por Eurostat. Lo suficiente como para alejar a Europa de la recesi¨®n y confirmar los pron¨®sticos de frenazo econ¨®mico en los pa¨ªses de la moneda ¨²nica a partir del oto?o pasado, hasta llegar incluso al estancamiento o la recesi¨®n t¨¦cnica, algo que se est¨¢ dilucidando por apenas unas cent¨¦simas. En ese tropiezo, ha tenido mucho que ver la inflaci¨®n, que se dispar¨® el a?o pasado y est¨¢ tardando en regresar a los niveles que se podr¨ªan considerar normales ¡ªsi es que eso ha existido en los ¨²ltimos 15 a?os¡ª: el aumento anual del 5,3% todav¨ªa est¨¢ lejos de este objetivo del 2% que tiene como mandato el Banco Central Europeo (BCE).
Una vez qued¨® claro que no iba a haber una recesi¨®n profunda provocada por la agresi¨®n rusa y su consecuente subida de precios, las previsiones de los ¨²ltimos meses llevaban tiempo apuntando a que la econom¨ªa europea coger¨ªa algo m¨¢s de velocidad en primavera. El dato del 0,3% trimestral coincide con el que hab¨ªa calculado el BCE el pasado junio y mejora en una d¨¦cima la media pronosticada por las casas privadas de an¨¢lisis. La incertidumbre que pudiera haber sobre los vaticinios fue disip¨¢ndose en los ¨²ltimos d¨ªas, conforme se iban conociendo las estimaciones de los institutos nacionales de estad¨ªstica de las cuatro grandes econom¨ªas de la zona euro: Espa?a ha crecido un 0,4%; Francia, un 0,5%; Alemania sale de la recisi¨®n absolutamente estancada (0%) y solo Italia retrocede algo, un 0,3%.
Visto lo que ha pasado en los ¨²ltimos trimestres, hay que tomarse muy en serio la advertencia de la oficina europea de estad¨ªsticas en su nota: ¡°La estimaci¨®n r¨¢pida del PIB est¨¢ basa en datos incompletos y est¨¢ sujeta a revisiones¡±. En los ¨²ltimos meses, esos n¨²meros iniciales han sido corregidos en casi cada revisi¨®n. De ah¨ª que la zona euro haya entrado y salido figuradamente de la recesi¨®n en varias ocasiones. As¨ª que habr¨¢ que esperar para saber si el 0,3% trimestral y el 0,6% de aumento anual en el ¨¢rea monetaria ¡ªtambi¨¦n el 0% y 0,5%, respectivamente, del conjunto de la UE¡ª son n¨²meros definitivos.
Esa primera estimaci¨®n no da explicaciones acerca de las causas que han llevado a este repunte. Hay que buscarlas en las notas de los institutos nacionales. En Francia, por ejemplo, se apunta a un muy buen comportamiento del sector exterior. En Espa?a, en cambio, el motivo hay que buscarlo en el empuje del consumo interno. Por el lado italiano, la evoluci¨®n contraria de ambos componentes ha llevado a la contracci¨®n.
Tambi¨¦n el BCE, en su pron¨®stico de junio, explicaba por qu¨¦ llegaba a sus conclusiones: ¡°Se prev¨¦ que el crecimiento del PIB repunte a partir del segundo trimestre de 2023 y se mantenga s¨®lido en el segundo semestre del a?o, a medida que disminuyan los efectos de los estrangulamientos de la oferta y las crisis energ¨¦ticas y se recupere la renta real, a pesar del empeoramiento de las perspectivas del sector manufacturero. A medida que disminuya la inflaci¨®n y aumenten los salarios en el contexto de un mercado laboral boyante, la renta real disponible volver¨¢ a crecer en el segundo trimestre¡±.
Sobre lo que va a pasar a partir de ahora, hay incertidumbre, la sempiterna compa?era de viaje de todo vaticinio, m¨¢s todav¨ªa cuando hay una guerra a las puertas de la UE, la inflaci¨®n sigue en niveles bastante altos y el BCE no aclara si va a seguir subiendo los tipos de inter¨¦s. Este fin de semana, su presidenta, Christine Lagarde, ha declarado en el diario franc¨¦s Le Figaro que ¡°en septiembre puede haber otro aumento de tipos de inter¨¦s o, tal vez, una pausa¡±. Incluso ha destacado que sea cual sea la decisi¨®n que tome ella y el Consejo de Gobierno del banco central no tiene por qu¨¦ ser un cambio de pol¨ªtica monetaria ¡°necesariamente definitivo¡±. ¡°La inflaci¨®n debe ser devuelta permanentemente a su objetivo [2%]¡±, ha advertido.
Esas ¨²ltimas palabras ratifican lo que apuntan los analistas de ING Research: ¡°La inflaci¨®n sigue siendo la principal preocupaci¨®n del BCE¡±. Y la inflaci¨®n est¨¢ tardando bastante en volver a esa meta que el BCE tiene grabada en piedra en su mandato. De hecho, la propia autoridad monetaria apunta a que a lo largo de 2023 la media de inflaci¨®n ser¨¢ del 5,4% y que el a?o que viene se situar¨¢ alrededor del 3%. No ser¨¢ hasta 2025 cuando ronde el 2%, concretamente el 2,2%.
Ayudar¨ªa mucho a que estos pron¨®sticos cambien que los precios de los servicios inviertan su tendencia. En julio crecieron un 5,6% respecto al a?o anterior. Son ahora el componente del IPC de la zona euro que m¨¢s empuja hacia arriba el IPC, ya que representa casi la mitad de productos con los que se elabora el ¨ªndice. La energ¨ªa, por el contrario, resta, ya que cay¨® un 6,1%.
Conocidos los datos econ¨®micos de primavera, que pueden calificarse de positivos para la zona euro, hay que mirar al futuro inmediato: la segunda mitad del a?o. Y ah¨ª, de nuevo aparecen s¨ªntomas preocupantes. Alemania sigue mostr¨¢ndose d¨¦bil y los indicadores adelantados -muchos de ellos encuestas- apuntan a un debilitamiento. Este viernes, sin ir m¨¢s lejos, la Comisi¨®n Europea publicaba su ¨ªndice de sentimiento econ¨®mico, que cay¨® hasta el mismo de octubre del a?o pasado, cuando los precios energ¨¦ticos tocaban techo y hab¨ªa dudas sobre si Europa se abocaba a la recesi¨®n o el estancamiento. Tambi¨¦n las expectativas de empleo bajan, aunque siguen mostr¨¢ndose m¨¢s resistente que la propia actividad econ¨®mica.
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