Los dep¨®sitos a rebosar llevan a m¨ªnimos las importaciones europeas de gas licuado
La d¨¦bil demanda y el llenazo en los almacenamientos presionan a la baja los precios en Europa, pese a la subida de los ¨²ltimos d¨ªas
Con el cartel de ¡°completo¡± colgado ya en gran parte de dep¨®sitos del Viejo Continente, las importaciones europeas de gas natural licuado (GNL, el que llega por mar) han ca¨ªdo en las ¨²ltimas semanas a m¨ªnimos de dos a?os, antes de que los primeros soldados rusos cruzasen la frontera con Ucrania, seg¨²n los datos de la consultora energ¨¦tica espa?ola ASE. Lejos de fortalecerse, en este tr...
Con el cartel de ¡°completo¡± colgado ya en gran parte de dep¨®sitos del Viejo Continente, las importaciones europeas de gas natural licuado (GNL, el que llega por mar) han ca¨ªdo en las ¨²ltimas semanas a m¨ªnimos de dos a?os, antes de que los primeros soldados rusos cruzasen la frontera con Ucrania, seg¨²n los datos de la consultora energ¨¦tica espa?ola ASE. Lejos de fortalecerse, en este tramo final del mes, Pedro Cantuel, de Ignis Energ¨ªa, constata un desplome hasta m¨ªnimos de un lustro. Muy lejos de los niveles de hace justo un a?o, cuando los Gobiernos y las empresas del bloque hac¨ªan acopio para afrontar el primer invierno sin apenas flujo de gas en los ductos que conectan a Rusia con la UE.
Detr¨¢s de esta menor pujanza importadora de GNL emergen dos factores entrelazados entre s¨ª: la d¨¦bil demanda de gas, a semanas vista de la llegada del fr¨ªo y con la industria todav¨ªa renqueante; y el llenazo de los almacenes de gas a lo largo y ancho del continente. Cinco pa¨ªses, entre ellos Espa?a, ya tienen sus reservas en el 100% o rozan esa cifra. Y todos menos tres (Francia, B¨¦lgica y Letonia) est¨¢n por encima del 90%, algo in¨¦dito a estas alturas del a?o, seg¨²n las cifras que actualiza diariamente Gas Infrastructure Europe. El problema es que, incluso si los dep¨®sitos de todos los pa¨ªses estuviesen a rebosar, solo alcanzar¨ªan para cubrir unos meses de demanda. De ah¨ª que el normal flujo de gas siga siendo imprescindible para garantizar el suministro.
¡°Estamos en una situaci¨®n de sobrestock: ya no cabe m¨¢s gas en los dep¨®sitos. Por eso no puede sorprendernos que las importaciones est¨¦n en m¨ªnimos de dos a?os¡±, ampl¨ªa por tel¨¦fono Juan Antonio Mart¨ªnez, analista de ASE. ¡°Coincide que hay mucho gas disponible en el mercado ¡ªincluso tras el mantenimiento de plantas en Noruega y la reciente huelga en Australia¡ª y que la demanda sigue siendo d¨¦bil, pero a largo plazo las incertidumbres siguen siendo las mismas que hace unos meses¡±. Eso explica, en gran medida, el contraste entre los bajos precios del gas hoy (40 euros por megavatio hora, diez veces menos que el m¨¢ximo hist¨®rico registrado en agosto del a?o pasado pero a¨²n claramente por encima de la media precrisis) y los m¨¢s de 50 euros que marcan los futuros para enero y febrero.
Europa, explica Mart¨ªnez, ha tenido ¡°la suerte¡± de que Asia haya tenido un a?o de demanda muy d¨¦bil, lo que le ha permitido poder abastecerse de GNL a precios relativamente bajos. ¡°Pero esta situaci¨®n no est¨¢ garantizada en el futuro, y cuando se reactive la demanda volveremos a la situaci¨®n anterior. Los factores de fondo siguen siendo los mismos: la oferta global de GNL es limitada, y tanto Europa como Asia dependen de ¨¦l¡±. Seg¨²n sus datos, solo 18 buques gasistas partieron de los trenes de licuefacci¨®n de Estados Unidos ¡ªconvertido ya en el primer exportador mundial de este combustible¡ª, el n¨²mero m¨¢s bajo desde julio del a?o pasado.
Como el pasado oto?o, esta coyuntura de menor demanda europea est¨¢ llevando a las empresas gasistas a utilizar sus barcos como almacenes flotantes, en algunos casos frente a las costas europeas, a la espera de que los precios suban en las pr¨®ximas semanas. Algo que, de hecho, ya se empieza a intuir en las ¨²ltimas jornadas. ¡°Es una forma como cualquier otra de especular con el gas. Hay que tener cuidado con estos momentos en los que parece que el gas est¨¢ bajo, porque si la demanda asi¨¢tica se reactiva las cosas se pueden poner peor¡±, zanja Mart¨ªnez.
En la misma l¨ªnea, Ana Maria Jaller-Makarewicz, del Instituto de Econom¨ªa Energ¨¦tica y An¨¢lisis Financiero (IEEFA, por sus siglas en ingl¨¦s), avisa de que cualquier predicci¨®n de precios para los pr¨®ximos meses es arriesgada: ¡°Europa ha pasado a depender de cualquier factor global, tanto de oferta como de demanda. As¨ª que la volatilidad seguir¨¢ siendo una constante y, ante cualquier m¨ªnimo problema de suministro, la cotizaci¨®n subir¨¢¡±.
Precios m¨¢s bajos que en Asia
Tras un periodo marcado por los mayores precios del gas en Europa que en Asia, el otro gran comprador de GNL del mundo, las tornas han vuelto a darse la vuelta en las ¨²ltimas semanas: desde agosto, el mercado holand¨¦s TTF (que se usa como referencia para todo el continente) ha vuelto a estar m¨¢s barato que el japon¨¦s y coreano JKM, seg¨²n el gupo ASE. Ese giro se explica tanto por la debilidad de la demanda europea como por el regreso de los importadores asi¨¢ticos al mercado para acumular gas de cara a los pr¨®ximos meses, en los que los futuros apuntan a un aumento generalizado de precios. Las previsiones de demanda de China, Jap¨®n, Corea del Sur e India ¡ªlos cuatro mayores importadores de GNL del mundo¡ª se han revisado al alza en un 3%, seg¨²n los datos de ASE.
Jaller-Makarewicz a?ade un factor adicional: con el trasiego de barcos en el canal de Panam¨¢ mermado por la sequ¨ªa, son muchos los barcos que habitualmente se dirigir¨ªan a Asia y que ahora est¨¢n poniendo rumbo a Europa. ¡°La ventaja de este invierno es que estamos m¨¢s preparados que el a?o pasado, con los almacenamientos llenos. Sin embargo, el clima puede jugar a favor ¡ªcomo el invierno pasado¡ª o en contra, as¨ª que la ¨²nica manera de controlar el precio es seguir bajando el consumo¡±, zanja. El empuje de las renovables, salvo en episodios puntuales como las recientes olas de calor, est¨¢ ayudando a mantener a raya las necesidades de gas para generar electricidad. Pero a estos precios, antes o despu¨¦s, la demanda industrial volver¨¢ a la carga.
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