Las brechas de renta de nuestro pa¨ªs: del norte al sur, de la ciudad al campo y de un barrio al vecino
Las grandes ciudades concentran m¨¢s riqueza y a la vez son m¨¢s desiguales
Hay fronteras que recorren Espa?a y no aparecen en ning¨²n mapa. No coinciden con las comunidades ni con las provincias, tampoco con los r¨ªos y las monta?as. Son l¨ªneas invisibles que parten el pa¨ªs por la mitad o separan una manzana de la colindante. ¡°Aqu¨ª se encuentran alquileres por 25.000 euros al mes, es una locura¡±, zanja Virginia Barrantes, de 40 a?os y vecina de ¡°toda la vida¡± de Pozuelo de Alarc¨®n, el municipio con la renta media ...
Hay fronteras que recorren Espa?a y no aparecen en ning¨²n mapa. No coinciden con las comunidades ni con las provincias, tampoco con los r¨ªos y las monta?as. Son l¨ªneas invisibles que parten el pa¨ªs por la mitad o separan una manzana de la colindante. ¡°Aqu¨ª se encuentran alquileres por 25.000 euros al mes, es una locura¡±, zanja Virginia Barrantes, de 40 a?os y vecina de ¡°toda la vida¡± de Pozuelo de Alarc¨®n, el municipio con la renta media m¨¢s alta de Espa?a y tambi¨¦n uno de los m¨¢s desiguales. Sentada en la barra del restaurante La Americana, en la zona de Pozuelo nuevo, habla mientras se arregla la cinta de lunares que le recoge el pelo. ¡°?Que si todos somos ricos? Para nada. ?Si lo fuera no estar¨ªa aqu¨ª!¡±, dice antes de romper en una carcajada.
Detallamos c¨®mo son estas brechas: de norte a sur, del campo a la ciudad y dentro de cada provincia y municipio.
La brecha norte-sur
Una de las fronteras m¨¢s visible es la que divide el pa¨ªs entre un norte rico y un sur m¨¢s humilde. De hecho, no hay ni un municipio de la mitad meridional entre los 100 con mayor renta ¡ªtomando en cuenta solo las localidades de m¨¢s de 1.000 habitantes y la mediana de la unidad de consumo¡ª.
Jorge Onrubia, profesor de Econom¨ªa aplicada en la Universidad Complutense de Madrid e investigador en el centro de an¨¢lisis Fedea, puntualiza que no se trata ¡°exactamente¡± una divisi¨®n norte-sur. ¡°Se parece m¨¢s a una diagonal. Es como si parti¨¦semos el pa¨ªs desde A Coru?a pasando por Valladolid, Segovia, Madrid, hasta llegar a Valencia. Es el famoso tri¨¢ngulo de los a?os noventa, que se ha ensanchado, donde Pa¨ªs Vasco, Valencia y Catalu?a concentraban la actividad industrial y aprovechaban la situaci¨®n geogr¨¢fica de salida hacia Europa¡±.
A la industria, que ha perdido fuelle, se han aparejado actividades de servicios de alto valor a?adido, que atraen profesionales cualificados con sueldos elevados y se concentran sobre todo en las grandes ciudades, con Madrid a la cabeza. Si se consideran los 500 ayuntamientos con las medianas de renta equivalente m¨¢s altas de Espa?a, el 70% est¨¢ en las comunidades de Catalu?a y Pa¨ªs Vasco, seguidas por Madrid y Navarra; en este grupo solo se cuelan siete municipios de la parte sur, repartidos entre las provincias de Toledo, Sevilla, C¨¢ceres y Las Palmas.
El extremo contrario, el de las localidades con menor renta ¡ªpor debajo de 13.000 euros¡ª, lo copan pueblos de Andaluc¨ªa, Extremadura y Castilla-La Mancha, con el 90% del total y una actividad mucho m¨¢s enfocada a la agricultura y el turismo y niveles m¨¢s elevados de paro. Entre ellos destaca la localidad pacense de Higuera de Vargas, de unos 2.000 habitantes: tiene la renta media disponible m¨¢s baja de Espa?a, de 11.850 euros, seg¨²n los datos de Hacienda.
Del campo a la ciudad
¡°El campo ya no es rentable¡±, lamenta Pedro Bonafonte desde el mostrador de la bodega San Esteban, la ¨²nica cooperativa vitivin¨ªcola que queda en Cenicientos. Este municipio, con unos 2.000 habitantes censados y situado en el extremo occidental de la Comunidad de Madrid, tiene la menor renta de la provincia, de 16.677 euros ¡ªque aun as¨ª supera en unos 5.000 euros a la de Higuera de Vargas, dejando patente la desigualdad que existe entre territorios¡ª. ¡°En el a?o 2000 se recogieron 2,9 millones de kilos de uva. Y este a?o 370.000. Las vi?as se van abandonando porque la gente cobra la uva al precio de hace 30 a?os. No es sostenible¡±.
El pueblo, un reticulado de casas bajas incrustado en el medio de la naturaleza, ha visto debilitarse y hasta desaparecer varios negocios y actividades en las ¨²ltimas d¨¦cadas, a medida que la agricultura ha perdido peso y la poblaci¨®n m¨¢s joven se ha ido desplazando a centros m¨¢s cercanos a la capital. ¡°Hace 30 o 40 a?os hab¨ªa algo de industria, la agricultura era floreciente gracias al vino, ten¨ªamos un matadero que daba trabajo por lo menos a 20 o 30 familias¡±, enumera por tel¨¦fono el alcalde, Jer¨®nimo L¨®pez (PP). ¡°Ahora la agricultura est¨¢ en total decadencia, la ganader¨ªa ha ca¨ªdo mucho y la hosteler¨ªa tambi¨¦n ha bajado, sobre todo porque no se encuentra mano de obra¡±.
Luis Castro, nacido en Cenicientos hace 56 a?os, recuper¨® un bar del pueblo que llevaba tiempo cerrado. Antes hab¨ªa trabajado como fontanero y calefactor, durante tres lustros. Decidi¨® abandonar la actividad cuando los encargos empezaron a menguar y los traslados a Madrid hacerse m¨¢s pesados y costosos. ¡°En los a?os noventa hab¨ªa unos 20 bares, ahora quedan menos de 10. Son muchas horas de trabajo, pero prefiero esto que ir al paro, que es pan para hoy y hambre para ma?ana¡±, asegura mientras sirve a los clientes que van entrando a su local, La Esquina, muchos de ellos jubilados.
La tasa de paro en Cenicientos roza el 20%, el doble que en el resto de la comunidad, y casi un cuarto de su poblaci¨®n est¨¢ jubilada. Los grandes empleadores que quedan son una residencia de ancianos, el mismo ayuntamiento, y la empresa de autobuses que conecta el pueblo con Madrid a partir de las 4.45 de la ma?ana ¡ªcon una frecuencia de 10 minutos en las horas punta¡ª, uno de los grandes orgullos de los vecinos. El resto son peque?os negocios. ¡°Durante la pandemia vino mucha gente, pero no se qued¨®. La comunicaci¨®n con Madrid es buena, pero esto est¨¢ muy retirado¡±, comenta Juan (nombre ficticio), due?o de una de las tiendas del pueblo.
En las zonas rurales suelen predominar las rentas bajas y medio-bajas, a diferencia de las ¨¢reas urbanas, que concentran actividades de mayor valor a?adido. Los n¨²meros son elocuentes: casi el 50% de los hogares en las zonas metropolitanas perciben ingresos altos o medios-altos, frente al 21% de las zonas agr¨ªcolas, donde las familias de menor poder adquisitivo suponen m¨¢s del 32% del total.
Esta brecha es mucho m¨¢s marcada en la zona sur del pa¨ªs, donde el sector primario sigue siendo un importante motor para las econom¨ªas regionales. El caso m¨¢s extremo es el de Extremadura: el 78% de los hogares de las ¨¢reas rurales tiene bajos ingresos, frente al 29% de las zonas urbanas.
La desigualdad dentro de las provincias... y de las ciudades
Dentro de cada provincia se esconden brechas locales que suelen ser m¨¢s grandes en las zonas con mayores rentas. Pozuelo de Alarc¨®n y Cenicientos son un buen ejemplo: la distancia entre sus rentas medias disponibles supera los 40.000 euros y es la m¨¢s amplia de Espa?a. ¡°Normalmente, a mayor crecimiento de la renta va aparejada una mayor desigualdad, y tambi¨¦n una mayor concentraci¨®n en la parte alta de la distribuci¨®n¡±, subraya Onrubia, de la Universidad Complutense, seg¨²n los datos de la estad¨ªstica de Fedea sobre la evoluci¨®n de la renta de los municipios espa?oles.
Una forma de medir la desigualdad es el coeficiente de Gini, que da una medida de c¨®mo de homog¨¦nea es la renta de los individuos u hogares de un territorio. Cuando la igualdad es total y todo el mundo cuenta con la misma renta, este ¨ªndice se aproxima a cero; cuando la desigualdad es total, tiende a uno. La provincia de Madrid es la que mayor coeficiente de Gini tiene (0,35), solo superada por las ciudades aut¨®nomas de Ceuta y Melilla. Entre las menos desiguales se encuentran zonas con menos dinamismo econ¨®mico, como Palencia y Teruel.
¡°En las ciudades m¨¢s din¨¢micas se concentran los m¨¢s ricos, pero tambi¨¦n los m¨¢s pobres, que tienen aspiraciones de mejorar su calidad de vida¡±, explica por videollamada Andr¨¦s Rodr¨ªguez-Pose, catedr¨¢tico Princesa de Asturias y de Geograf¨ªa Econ¨®mica en la London School of Economics. ¡°Es un fen¨®meno que existe desde siempre, pero se ha acelerado relativamente m¨¢s en los ¨²ltimos a?os en los pa¨ªses desarrollados, porque si ha habido alguien que ha perdido con el proceso de globalizaci¨®n han sido las clases medias en las zonas desarrolladas¡±.
Jorge Tamames, polit¨®logo e investigador del Real Instituto Elcano, considera que a ello se a?aden otros rasgos caracter¨ªsticos de Espa?a: ¡°Tenemos un mercado laboral con m¨¢s temporalidad, que magnifica la desigualdad econ¨®mica y un Estado del bienestar que redistribuye mal comparado con otros pa¨ªses del entorno¡±, desglosa.
Otra forma de visualizar esta brecha interna es calcular la distancia que separa hogares ricos y pobres. En Madrid, la provincia donde esta diferencia es mayor, un hogar de entre el 20% m¨¢s rico tiene al menos 3,1 veces m¨¢s renta que uno del 20% m¨¢s pobre. En Granada, M¨¢laga o Santa Cruz de Tenerife, esta ratio llega a 2,9.
No solo las provincias con mayores rentas medianas destacan entre las m¨¢s desiguales; este fen¨®meno tambi¨¦n se advierte dentro de las ciudades. Pozuelo de Alarc¨®n, con una renta media disponible que se acerca a los 60.000 euros, es el tercer municipio m¨¢s desigual de Espa?a. Miguel Hern¨¢ndez (30 a?os), camarero del restaurante La Americana, subraya que son unos cuantos vecinos muy ricos ¡ª¡±futbolistas, actores, pol¨ªticos...¡±¡ª los que disparan los ingresos de la ciudad hasta lo m¨¢s alto de la lista. ¡°Se trata de una media y eso no significa que todos los vecinos dispongan de rentas altas. Del mismo modo, Pozuelo se distingue por ser una de las ciudades con menos desempleo, matiza por correo electr¨®nico la alcaldesa del municipio, Paloma Tejero (PP), quien destaca que ¡°empresas de primer nivel como Fujitsu, Accenture o Microsoft¡± se han establecido en la localdidad.
Barrantes, que trabaja en El Corte Ingl¨¦s de Pozuelo, confirma que la zona por donde ella se ha criado no tiene nada que ver con los lujosos chal¨¦s que se erigen pocos kil¨®metros m¨¢s all¨¢ en Somosaguas o en la urbanizaci¨®n de La Finca, cerrada con vallas y vigilada las 24 horas. ¡°En centro comercial que acaban de abrir ah¨ª al lado [LaFinca Grand Caf¨¦] hasta hay ba?os para perros¡±, suelta.
Mar¨ªa, m¨¦dica de 58 a?os, se mud¨® a Pozuelo hace 27. ¡°Aqu¨ª est¨¢n todas las clases sociales: las superaltas, en La Finca, la alta, que son las familias ricas de toda la vida, en Somosaguas, la clase media-alta en la Avenida de Europa, de profesionales liberales que viven de su sueldo y Pozuelo Pueblo y Estaci¨®n, m¨¢s humildes¡±, cuenta en el reci¨¦n el estrenado LaFinca Grand Caf¨¦, donde est¨¢ paseando con su marido Jos¨¦, que trabaja en la banca, y en el que efectivamente los perros disponen de un ba?o solo para ellos: un rect¨¢ngulo de cesped de mentira coronado por un hidrante de incendio color fucsia.
Entre los municipios de m¨¢s de 50.000 habitantes, el m¨¢s desigual es Alcobendas: su coeficiente de Gini es de 0,41. Al igual que Pozuelo, cuenta con una zona donde se concentran rentas muy altas: La Moraleja. Le siguen Ceuta, Pozuelo de Alarc¨®n y Melilla, aunque con una gran diferencia entre ellas: en Pozuelo de Alarc¨®n el Gini es de m¨¢s de 0,4, pero un hogar de entre el 20% m¨¢s pobre tiene una renta equivalente de m¨¢s de 30.000 euros, m¨¢s del triple que un hogar del mismo grupo en Ceuta y Melilla. En las dos localidades madrile?as la desigualdad se debe a que hay grandes ricos y en Ceuta y Melilla a que hay una bolsa enorme de pobres. La capital est¨¢ unos pelda?os m¨¢s abajo, en el quinto lugar, con un Gini de 0,38.
Cenicientos, en cambio, es mucho menos desigual: su Gini supera ligeramente el 0,27. ¡°Madrid tiene much¨ªsimas cosas, pero le falta la tranquilidad, la paz y la armon¨ªa que hay en los pueblos¡±, dice Mar¨ªa Rosa J¨ªmenez, jubilada de 60 a?os. Ha tomado un aperitivo despu¨¦s de la misa con su prima Raquel, de 50, que trabaja como auxiliar administrativa en el Hospital Virgen de la Poveda, en el vecino municipio de Villa del Prado. Tambi¨¦n sus hijos tienen que desplazarse cada d¨ªa para estudiar, uno el bachillerato y otro la universidad: ¡°Aqu¨ª se vive bien¡±, remata.
Efectivamente, los datos de la renta no reflejan el bienestar de la poblaci¨®n. Pese al declive de la agricultura y la hora y media de carretera que la separa de la capital, Cenicientos ha logrado en los ¨²ltimos a?os mantener muchos servicios de los que no disponen otros peque?os pueblos rurales: un ambulatorio, un colegio, cajeros autom¨¢ticos, una piscina municipal, un campo de f¨²tbol... ¡°Los datos de renta no tienen en cuenta el coste de la vida. Por ejemplo, no es lo mismo pagar un alquiler en Madrid que en Badajoz¡±, ejemplifica Luis Bauluz, profesor de Cunef y coordinador de las series de riqueza del Laboratorio Mundial de Desigualdad. Pero alerta: ¡°Si dejamos que la gente de las zonas perif¨¦ricas se quede atr¨¢s existe el riesgo de que vote en contra de los partidos tradicionales, como est¨¢ ocurriendo en Francia¡±.
?Se reduce la brecha?
En Espa?a, el ¨ªndice Gini ha ca¨ªdo en todas las comunidades entre 2015 y 2021, aunque el ritmo de reducci¨®n est¨¢ estancado. ?C¨®mo impulsar el proceso? ¡°Hay bastantes estudios que muestran que haber hecho pol¨ªticas demasiado intervencionistas a veces no ha conseguido lo que se esperaba¡±, recuerda Bauluz.
Rodr¨ªguez-Pose explica que las desigualdades a nivel mundial se han reducido en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, gracias a que muchas naciones se han abierto a un sistema globalizado y ha habido una convergencia: ¡°Pa¨ªses como China o Kazakhstan, han cerrado la brecha de manera brutal. En la UE tambi¨¦n hay convergencia, pero es sobre todo por el crecimiento muy alto de los socios que entraron despu¨¦s de 2004¡å. Detalla que las desigualdades entre pa¨ªses representan el 15% del total en el bloque comunitario, otro 15% son desigualdades dentro de los pa¨ªses y el 70% dentro de las regiones, a nivel micro. ¡°La desigualdad que hay en Madrid, Par¨ªs, Barcelona o Londres es mucho m¨¢s grande de las que hay entre las regiones de un pa¨ªs o entre Madrid y el resto de la UE¡±.
El catedr¨¢tico matiza que, aunque las desigualdades siguen enquistadas sobre todo en las grandes ciudades, tambi¨¦n ha aumentado el nivel de vida. ¡°Hoy en d¨ªa vivimos mejor porque tenemos m¨¢s renta, los niveles relativos de pobreza a nivel mundial se han reducido desde el a?o 2000, esa es la gran ventaja¡±, aclara. ¡°La gran desventaja es la polarizaci¨®n¡±. Concentrar la actividad lleva a infrautilizar el potencial de otras zonas e impedir que mejore la calidad de vida de toda la poblaci¨®n, y que este fen¨®meno acabe percibi¨¦ndose en detrimiento del resto del pa¨ªs. ¡°Todos queremos que las grandes ciudades vayan bien, pero lo que sabemos es que su riqueza no se difunde o lo hace muy poco¡±.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal