Tres brechas que nos destrozan
El malestar social se ha agravado por el modelo de desarrollo econ¨®mico que ha conducido a una creciente concentraci¨®n de la poblaci¨®n y la riqueza en las grandes metr¨®polis
El malestar social se ha agravado por el modelo de desarrollo econ¨®mico que ha conducido a una creciente concentraci¨®n de la poblaci¨®n y la riqueza en las grandes metr¨®polis. Un proceso que ha provocado nuevas fracturas sociales. Las grandes ciudades acogen las actividades econ¨®micas m¨¢s modernas y rentables, los mejores centros educativos y los empleos mejor pagados.
Espa?a es uno de los pa¨ªses que experimenta una mayor concentraci¨®n urbana. Madrid (6,5 millones) y Barcelona (4,8) ocupan el tercer y sexto puesto de la lista de las mayores ¨¢reas urbanas funcionales de la UE, encabezada por Londres (12,4) y Par¨ªs (11,8). Un 32% de los habitantes de las ciudades espa?olas tienen una renta superior al 150% de la media nacional. Mientras que en los pueblos y las zonas rurales solo un 24% y un 14% de sus pobladores, respectivamente, disponen de este mayor nivel de renta, seg¨²n Urban Europe, elaborado por Eurostat.
La misma oficina estad¨ªstica indica que el riesgo de pobreza o exclusi¨®n social es del 26% en las ciudades; el 29% en los pueblos y suburbios y asciende hasta el 34% en las zonas rurales. Las movilizaciones contra la Espa?a vaciada reflejan la profundidad de esta creciente fractura que supone la p¨¦rdida de oportunidades de la poblaci¨®n.
Estas nuevas fracturas sociales han sido objeto de una impactante investigaci¨®n efectuada por Paul Collier, profesor de Econom¨ªa y Pol¨ªticas P¨²blicas de la Universidad de Oxford, en su libro El futuro del capitalismo, (Debate). El autor profundiza en las consecuencias de lo que denomina ¡°las tres nefastas grietas¡±, que tambi¨¦n conoce bien por sus vivencias familiares. Se refiere en primer lugar a la brecha entre las metr¨®polis florecientes y las arruinadas ciudades de provincias en el Reino Unido, como Sheffield, su ciudad natal. Se?ala en segundo lugar la grieta de clase entre quienes tienen una buena educaci¨®n y viven en la bonanza y quienes carecen de estudios y viven desesperados. En tercer lugar se refiere al abismo global entre la arrasadora prosperidad de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, pa¨ªses en los que ha vivido, y la pobreza desesperada de ?frica, donde trabaja.
Collier propugna un reequilibrio de poderes ¡°para recuperar y mejorar la ¨¦tica de la comunidad¡±. Su plan es eminentemente pragm¨¢tico. Parte de la base de que ¡°el capitalismo necesita ser gestionado, no derrotado¡±.
Un enfoque tan poco sospechoso da mayor credibilidad a su censura de la globalizaci¨®n. Acusa directamente a las instituciones de coordinaci¨®n supranacional ¡ªOCDE, FMI, Uni¨®n Europea, G7 y G20¡ª por haber perdido su capacidad para forjar obligaciones rec¨ªprocas vinculantes entre los pa¨ªses. Se?ala que cada naci¨®n prefiere competir en una carrera hacia el abismo. Y concluye que ¡°la derrota de la gobernanza ha constituido la realidad m¨¢s desagradable de la globalizaci¨®n¡±. Una globalizaci¨®n que ha permitido las empresas fantasma, los para¨ªsos del secreto bancario y que las grandes corporaciones no paguen impuestos. Un diagn¨®stico muy ¨²til que refleja tambi¨¦n las dificultades del capitalismo para regenerarse.
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