Aumenta la brecha de la riqueza que parte a Espa?a en dos mitades
La grieta entre el sur pobre y el norte m¨¢s rico se agranda, denuncia la red que lucha contra la exclusi¨®n social
La pandemia y su grave crisis econ¨®mica han ensanchado la brecha que separa el norte y el sur de Espa?a, con niveles de riqueza cada vez m¨¢s dispares. Mientras las regiones al sur de Madrid han acentuado sus niveles de pobreza, las situadas al norte han mantenido el tipo. Cada vez la diferencia de renta de las familias para salir adelante depende m¨¢s del territorio en el que se viva, aclara el informe presentado la semana pasada por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusi¨®n Social en Espa?a (EAPN), que aglutina a 8.000 entidades sociales.
¡°La brecha norte-sur se ha agrandado porque el punto de partida no era bueno. La distancia entre regiones ya se hab¨ªa acrecentado en la crisis anterior, la recuperaci¨®n iniciada en 2015 no alcanz¨® a los pobres y la pandemia agudiza lo que ya hab¨ªa¡±, critica Aitana Alguacil, investigadora del informe, que se basa en la tasa Arope (del ingl¨¦s At Risk Of Poverty or Social Exclusion), que a¨²na la pobreza, la privaci¨®n material severa y la baja intensidad en el empleo (trabajar menos del 20% de horas de las que se puede) en los hogares.
Andaluc¨ªa y Extremadura lideran esta triste clasificaci¨®n con el 38,7% de su poblaci¨®n en riesgo de pobreza o exclusi¨®n social tras Ceuta (43%), y que cierran Navarra y Pa¨ªs Vasco, con el 14,7% y el 16% respectivamente. Estas cifras fr¨ªas suponen que Andaluc¨ªa, por ejemplo, soporte la friolera de 3,2 millones de personas en riesgo de pobreza y exclusi¨®n, m¨¢s de uno de cada tres andaluces (8,4 millones), una estad¨ªstica que solo esconde dolor, angustia y penuria, que a menudo pagan los ni?os y que rara vez copa los titulares.
Tras la recuperaci¨®n de la Gran Recesi¨®n, estos datos de la pobreza son los primeros que analizan el impacto de la emergencia sanitaria en la base de la pir¨¢mide, que ya suman 13 millones de personas en situaci¨®n vulnerable. A pesar de que la desigualdad norte-sur es estructural, se agudiz¨® con el coronavirus porque el porcentaje de poblaci¨®n en el alambre aument¨® levemente en el norte (cinco d¨¦cimas respecto a 2019) y con mayor intensidad en el sur (1,3 puntos porcentuales). ¡°Esto refleja las diferentes consecuencias de las crisis econ¨®micas seg¨²n la situaci¨®n previa de las personas (¡) La covid-19 no produjo una nueva crisis econ¨®mica y social, sino una continuaci¨®n de la anterior que a¨²n no se hab¨ªa resuelto¡±, resume el an¨¢lisis, que refleja c¨®mo el norte (11 regiones con 27 millones de habitantes) tiene una tasa media de pobreza del 21,8% y el sur (seis autonom¨ªas con 20 millones de habitantes) del 35,6%.
Pilar L¨®pez vive con sus tres hijos y su pareja en la barriada de Carlinda de M¨¢laga. ?l trabaja, pero los 1.200 euros de su sueldo como pintor de brocha gorda no alcanzan. ¡°Solo de alquiler pago 650 euros, es imposible llegar as¨ª a fin de mes, con la comida y la ropa de los ni?os, la luz, el agua, internet y un pr¨¦stamo del coche. Yo ahora no trabajo, aunque alguna vez voy a limpiar a algunas casas por horas¡±, cuenta ella.
Con tres hijos de dos, 10 y 12 a?os, la ¨²nica soluci¨®n a corto plazo que ve L¨®pez para salir del atolladero econ¨®mico es encontrar un piso con un alquiler m¨¢s barato, ¡°que no existe¡±, o que le toque una vivienda de protecci¨®n oficial en alg¨²n sorteo del Ministerio de Vivienda o del Ayuntamiento. ¡°Para el tema del alquiler todos los primeros de mes me las veo y me las deseo. No s¨¦ lo que voy a hacer porque cada vez se me hace m¨¢s dif¨ªcil pagarlo¡±, relata. La familia cubre a duras penas los pagos gracias a las ayudas de entidades sociales y administraciones. Hace a?os que tener un empleo dej¨® de ser garant¨ªa para evitar la exclusi¨®n, pero ahora la inflaci¨®n galopante provoca que ajustar las cuentas de la econom¨ªa dom¨¦stica parezca en muchos hogares un c¨ªrculo cuadrado.
Andaluc¨ªa tiene uno de cada cuatro pobres
Andaluc¨ªa tiene el triste r¨¦cord de acaparar uno de cada cuatro espa?oles pobres y/o con exclusi¨®n, y 24 de los 30 pueblos de m¨¢s de 2.000 habitantes m¨¢s pobres de Espa?a, seg¨²n el atlas de distribuci¨®n de renta de los hogares publicado hace 10 d¨ªas por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). La Junta alega que ha gastado este a?o 309 millones de euros en medidas como la renta m¨ªnima de familias desfavorecidas y proyectos de inclusi¨®n social, el 0,7% de los 43.816 millones de su presupuesto global.
Susana Garc¨ªa, vicepresidenta de la red andaluza contra la pobreza, resume con pesimismo esta grieta que el coronavirus ha ensanchado: ¡°La diferencia de riqueza entre el norte y el sur se agranda. Y el problema es que no hay visos de que esto se revierta¡±. Esta ONG censura que no haya una estrategia com¨²n del Gobierno central, la Junta de Andaluc¨ªa y los ayuntamientos contra la pobreza, a pesar de su gravedad y extensi¨®n en la regi¨®n. Adem¨¢s, la penuria se cronifica y se hereda de abuelos a padres y de padres a hijos.
La raya de riqueza que divide el pa¨ªs en dos mitades tambi¨¦n tiene cierta gradaci¨®n creciente en sentido este-oeste, con las comunidades del Mediterr¨¢neo con tasas m¨¢s bajas de pobreza que el Oeste. El estudio, que se nutre de la reciente encuesta de condiciones de vida del INE con 52.325 entrevistados, abunda: ¡°Es evidente la divisi¨®n de Espa?a en dos mitades con muy diferentes realidades de vida: las comunidades que se encuentran de Madrid al norte conservan bajas tasas de pobreza y/o exclusi¨®n social (¡) y las situadas al sur mantienen tasas extraordinariamente elevadas¡±.
Clara Mart¨ªnez-Toledano, coautora de un reciente informe sobre desigualdad de renta en Espa?a del think tank EsadeEcPol, explica por qu¨¦ el sur ha sufrido m¨¢s con la emergencia sanitaria: ¡°En cualquier tipo de crisis hay m¨¢s volatilidad del empleo menos cualificado y los trabajadores de las regiones del sur tienen peores resultados en la educaci¨®n y cualificaci¨®n de sus empleos. El sector turismo tiene mayor peso en el sur y por eso sufri¨® m¨¢s en pandemia, mientras que el norte tiene m¨¢s industria y maneras de generar m¨¢s valor a?adido¡±. La grieta que rompe la Pen¨ªnsula en dos coincide con el mapa de la renta media por habitante, con el rojo que copa la mitad sur y el verde la norte, y el PIB por habitante, que oscila entre los 17.747 euros de Andaluc¨ªa y los 32.048 euros de la Comunidad de Madrid.
Escudo social
Las ONG resaltan c¨®mo el escudo social del Gobierno ha paliado el deterioro de las econom¨ªas dom¨¦sticas m¨¢s fr¨¢giles y analiza las causas que provocan la desigualdad territorial: el PIB, la estructura productiva y la diferente capacidad de gasto de las autonom¨ªas. Sobre este ¨²ltimo factor, inciden en la reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica, retrasada por el Gobierno: ¡°La pobreza y la exclusi¨®n social tambi¨¦n dependen de la gesti¨®n pol¨ªtica, la inversi¨®n p¨²blica del Estado, la inversi¨®n de fondos europeos y las pol¨ªticas comunes (¡) especialmente porque parece reactivarse el inter¨¦s por enfrentarse de una vez al problema de la financiaci¨®n territorial¡±.
Las autonom¨ªas peor financiadas son Murcia, Comunidad Valenciana, Andaluc¨ªa y Castilla-La Mancha, seg¨²n la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea). Todas ellas est¨¢n en el ramillete de regiones del sur, aunque Extremadura (38,7% de tasa Arope) y Canarias (37,8%) rompen la equivalencia y est¨¢n entre las mejor financiadas con el reparto auton¨®mico actual, que caduc¨® en 2014.
Hace un a?o la EAEP dedic¨® un an¨¢lisis a una de las pol¨ªticas fundamentales para ayudar a los m¨¢s vulnerables, la promoci¨®n de la vivienda protegida, que corresponde ejecutar a las autonom¨ªas. Andaluc¨ªa por ejemplo destin¨® 28 millones a construir nueva vivienda protegida en 2021, aunque el suspenso es generalizado: ¡°Constatamos que, tanto a escala estatal, como en la mayor¨ªa de las comunidades aut¨®nomas, hay una clara falta de ambici¨®n presupuestaria y pol¨ªticas y sistemas fuertes y cohesionados que apuntalen este derecho [a la vivienda]. En Espa?a el volumen de vivienda protegida construida es la m¨¢s baja desde la d¨¦cada de 1950, promovi¨¦ndose en 2019 apenas 6.615. Una disminuci¨®n del 90% en 10 a?os¡±. Si la vivienda social supone el 9,3% del total del parque, en Espa?a es solo del 0,96%.
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