Golpe a Apple: el abogado la UE pide anular la sentencia que eximi¨® el pago de 14.300 millones de impuestos en Irlanda
La Comisi¨®n Europea ve reforzada su reclamaci¨®n basada en que el gigante tecnol¨®gico se aprovech¨® durante a?os de un r¨¦gimen impositivo favorable, lo que constituye una ayuda de Estado ilegal
Bruselas ha encontrado un aliado en el abogado general de la UE para su batalla contra los multimillonarios beneficios fiscales que Apple obtuvo de Irlanda. El abogado Giovanni Pitrucella rechaza la sentencia del Tribunal General de la UE que tumb¨® la reclamaci¨®n de Bruselas a Apple por 14.300 millones de euros en impuestos impagados en Irlanda entre 2007 y 2014 gracias a los beneficios fiscales que ese pa¨ªs ofrec¨ªa la multinacional estadounidense y que la Comisi¨®n Europea considera que son ayudas de Estado ilegales. Ese fallo est¨¢ recurrido ante el m¨¢ximo tribunal comunitario, el TJUE, y en su informe previo Pitrucella le pide que lo anule y vuelva a juzgarse desde el principio.
¡°El Tribunal General incurri¨® en una serie de errores de derecho al declarar que la Comisi¨®n no hab¨ªa demostrado de manera suficiente que las licencias de propiedad intelectual de Apple Sales International y Apple Operations Europe [dos filiales del gigante tecnol¨®gico] y los beneficios correspondientes, generados por las ventas de productos Apple fuera de los Estados Unidos, deb¨ªan atribuirse a efectos fiscales a las sucursales irlandesas¡±, explica el comunicado emitido por los tribunales europeos este jueves. Esta exposici¨®n lleva al abogado general Pitrucella a concluir que ¡°es necesario que el Tribunal General proceda a una nueva apreciaci¨®n del asunto.
Las conclusiones del abogado general, que la mayor parte de veces coinciden con lo que decide finalmente el TJUE, resucitan las esperanzas del Ejecutivo comunitario de vencer en el caso m¨¢s emblem¨¢tico y de mayor cuant¨ªa econ¨®mica de los que tiene abiertos en su batalla contra los reg¨ªmenes fiscales ventajosos para las empresas que crean capitales como Dubl¨ªn.
Ya hace nueve a?os que el poderoso departamento de Competencia de la Comisi¨®n Europea puso en marcha esta pelea al concluir que el r¨¦gimen fiscal que Irlanda aplicaba a Apple eran ayudas de Estado. Abri¨® entonces una investigaci¨®n que concluy¨® en 2016 declarando que entre 1991 y 2014 el gigante tecnol¨®gico estadounidense se hab¨ªa beneficiado de una situaci¨®n tributaria que distorsionaba la competencia y reclamaba a Irlanda que le exigiera a la empresa el pago de 14.300 millones no tributados entre 2007 y 2014.
Tanto la empresa como Irlanda, pa¨ªs con acuerdos fiscales similares con otras grandes empresas tecnol¨®gicas, rechazaron esta decisi¨®n y la recurrieron ante los tribunales con sede en Luxemburgo. En primera instancia, la decisi¨®n de los jueces les sonri¨®. El Tribunal General de UE fall¨® que la Comisi¨®n Europea no hab¨ªa demostrado que Irlanda diera una ventaja competitiva al gigante norteamericano mediante pactos fiscales. Ahora, en cambio, es el abogado general el que opina que son estos magistrados los equivocados y tienen que volver a juzgar el asunto.
El caso de Apple e Irlanda es el mayor de los que ha abierto Bruselas contra los reg¨ªmenes fiscales que otorgan varios pa¨ªses de la UE a grandes compa?¨ªas para que se instalen en su territorio. De hecho, la decisi¨®n de Bruselas provoc¨® en 2016 que el Tesoro de Estados Unidos acusara al Ejecutivo comunitario como una ¡°autoridad fiscal supranacional¡±. Adem¨¢s de la isla brit¨¢nica, otros como Pa¨ªses Bajos, Luxemburgo o B¨¦lgica tienen litigios abiertos por situaciones similares, aunque con mecanismos distintos.
Uno de los problemas con los que choca el mercado interior en la UE es la falta de una armonizaci¨®n fiscal entre los distintos pa¨ªses. Eso permite tratamientos tributarios distintos a las empresas en los Estados miembro e, incluso, una competencia fiscal a la baja entre pa¨ªses para atraer sedes de multinacionales y, por extensi¨®n, los beneficios que conlleva: empleo, recaudaci¨®n o efectos tractores sobre la econom¨ªa (investigaci¨®n, formaci¨®n...).
Para evitar esa carrera entre pa¨ªses y mantener el juego limpio ¨Cy al mismo tiempo lograr cierta armonizaci¨®n fiscal por una v¨ªa indirecta¨C Bruselas emprendi¨® hace a?os una batalla contra este tipo de reg¨ªmenes fiscales. Hasta ahora, la pelea del Ejecutivo comunitario se ha saldado con m¨¢s derrotas que victorias: una de ella fue, por ejemplo, el tratamiento que Luxemburgo daba a Fiat (ahora parte del grupo automovil¨ªstico Stellantis). En noviembre, el TJUE dio la raz¨®n a la empresa y al Gran Ducado y anul¨® la reclamaci¨®n de la Comisi¨®n de que se recuperaran 30 millones de euros en impuestos no pagados. El mismo destino corri¨®, esta vez en el Tribunal General, una reclamaci¨®n sobre Starbucks y los Pa¨ªses Bajos, aunque esta decisi¨®n no es firme.
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