La justicia europea da la raz¨®n a Apple, que no deber¨¢ devolver 13.000 millones de impuestos en Irlanda
El Tribunal General de la UE da un varapalo a la Comisi¨®n al considerar que no logr¨® demostrar que el gigante tecnol¨®gico recibi¨® ayudas ilegales.
La justicia europea dio un varapalo a la Comisi¨®n Europea al anular su decisi¨®n de obligar a Apple a retornar a Irlanda 13.000 millones de euros por impuestos no abonados que consideraba ayudas ilegales. El Tribunal General de UE consider¨® que Bruselas fracas¨® al tratar de demostrar que Irlanda diera una ventaja competitiva al gigante norteamericano mediante pactos fiscales. La sentencia, que tumba la mayor devoluci¨®n jam¨¢s exigida por Bruselas, mete presi¨®n al Ejecutivo comunitario para buscar nuevas v¨ªas para frenar la ingenier¨ªa fiscal de las multinacionales alentada por algunos socios de la UE.
La sentencia del tribunal europeo es un mazazo para la Comisi¨®n, que hab¨ªa encontrado en la batalla contra las denominadas ¡°ayudas de Estado¡± una de las v¨ªas m¨¢s eficaces para ir tapando todos los agujeros legales que las grandes multinacionales hallaban en la UE para rebajar su factura fiscal. No es el primer golpe. Antes ya tumb¨® el caso Starbucks, en los Pa¨ªses Bajos, y el de 39 compa?¨ªas en B¨¦lgica. Y, en cambio, le dio la raz¨®n en su reclamaci¨®n a Fiat en Luxemburgo.
El mensaje que le traslada el Tribunal General de la UE es muy claro: la Comisi¨®n podr¨¢ desmantelar los acuerdos fiscales ¡ªtax rulings¡ª que favorecen a las grandes multinacionales sobre el resto de las empresas, pero deber¨¢ hilar muy fino y demostrar la existencia de esos sistemas abusivos. Bruselas, que estudia si recurre la sentencia, ya hab¨ªa ido preparando el terreno para ese resultado al poner sobre la mesa el art¨ªculo 116 del Tratado de Lisboa, que le permitir¨ªa perseguir a los pa¨ªses con una baja fiscalidad sorteando la unanimidad en el Consejo.
La sentencia del tribunal de Luxemburgo, en cualquier caso, tumba la decisi¨®n adoptada por la Comisi¨®n Europea en 2016 de obligar que el gigante tecnol¨®gico Apple devolviera 13.000 millones de euros a Irlanda ¡ªy 1.200 millones m¨¢s en intereses¡ª por lo que consideraba ayudas de Estado ilegales. En concreto, la Comisi¨®n constat¨® que la empresa dirigida por Tim Cook hab¨ªa lleg¨® a dos acuerdos con Dubl¨ªn de 1991 y 2007 para beneficiarse de una cuantiosa rebaja en la factura tributaria. La empresa solo tribut¨® el 1% en 2003 y ese tipo efectivo fue bajando hasta el 0,005% en 2004.
A la vista de que esas pr¨¢cticas de ingenier¨ªa fiscal permitieron a Apple ahorrarse el pago de impuestos por los beneficios obtenidos en Europa, Oriente Medio, ?frica e India, el departamento de Competencia, dirigido por la danesa Margrethe Vestager, decidi¨® imponer la mayor devoluci¨®n de ayudas de Estado dictada hasta la fecha. La advertencia era clara: Bruselas no ser¨¢ permisiva con unas pr¨¢cticas que erosionan las bases fiscales de otros pa¨ªses de la UE.
El Tribunal General de la UE, sin embargo, decidi¨® anular ¡°la decisi¨®n impugnada¡± por Apple y por Irlanda porque la Comisi¨®n no logr¨® demostrar que exist¨ªa una ¡°ventaja a los efectos del art¨ªculo 107 del Tratado de Funcionamiento de la UE¡±, que fija que las ayudas de Estado son incompatibles con el mercado interior si falsean la competencia favoreciendo a determinadas empresas. ¡°La Comisi¨®n se equivoc¨® al declarar que se hab¨ªa otorgado a ASI y AOE [las dos sociedades que usaba Apple en Irlanda] una ventaja econ¨®mica selectiva y, por extensi¨®n una ayuda estatal¡±, sostiene el fallo.
La justicia europea respalda que la Comisi¨®n Europea realice su evaluaci¨®n e incluso dice lamentar el car¨¢cter ¡°incompleto¡± y ¡°en ocasiones incoherente¡± de los acuerdos fiscales que alcanzan los pa¨ªses. Sin embargo se?ala que Competencia ni fue capaz de demostrar que esos pactos dieron ventaja a Apple sobre la competencia, ni la discrecionalidad de la decisi¨®n, ni los ¡°errores metodol¨®gicos¡± que supuestamente hab¨ªa en esos acuerdos y que, seg¨²n Bruselas, habr¨ªan llevado a una reducci¨®n de los beneficios imputables por las sociedades de Apple en Irlanda.
La decisi¨®n de Bruselas hab¨ªa enfurecido a la empresa ¡ªque siempre neg¨® ning¨²n trato preferencial del gobierno irland¨¦s¡ª a Dubl¨ªn e incluso a la Casa Blanca. La compa?¨ªa de Cupertino advirti¨® de que la decisi¨®n tendr¨ªa consecuencias en el continente. E Irlanda neg¨® haber incurrido en ayudas de Estado ilegales. La conclusi¨®n de la investigaci¨®n de Vestager era, de hecho, un golpe a la imagen de un pa¨ªs que hab¨ªa sido se?alado por otros socios por contribuir al dumping fiscal dentro de la UE con un tipo del impuesto de Sociedades del 12,5%. El ministerio de Finanzas irland¨¦s, liderado por el flamante jefe del Eurogrupo Paschal Donohoe, celebr¨® el fallo, que a su juicio demuestra que ¡°no se proporcion¨® un tratamiento especial a las dos compa?¨ªas de Apple¡±.
La Comisi¨®n estudia si recurrir
Los expertos hab¨ªan expresado ya dudas de que, como sucedi¨® con el caso Starbucks, la Comisi¨®n pudiera demostrar la existencia de esos tratos de favor, negados siempre por Apple y por Irlanda. La compa?¨ªa se congratul¨® del fallo y asegur¨® que el caso ¡°no es acerca de cu¨¢ntos impuestos¡± paga la multinacional, sino de d¨®nde debe abonarlos. ¡°Estamos orgullosos de ser uno de los mayores contribuyentes del mundo¡±, a?adi¨®.
La comisaria Vestager asegur¨® a trav¨¦s de un comunicado que su departamento estudiar¨¢ ¡°detenidamente¡± el fallo del Tribunal General antes de recurrir la sentencia ¡ªtiene dos meses y diez d¨ªas para hacerlo¡ª. ¡°La Comisi¨®n sigue completamente comprometida con el objetivo de que todas las compa?¨ªas paguen su justa parte de impuestos. Si los pa¨ªses miembros dan a cierta multinacionales ventajas fiscales que no est¨¢n disponibles para sus rivales, eso da?a la competencia justa en la UE¡±, se?al¨®.
Vestager puso como ejemplo que, como resultado de las pr¨¢cticas fiscales irlandesas, su filial en 2011 solo declar¨® una base imposible de 50 millones de euros cuando sus beneficios ascendieron a 16.000 millones. ¡°C¨®mo puede considerarse justo que una de las mayores empresas del mundo fuera capaz de pagar como m¨¢ximo un impuesto del 1% de sus beneficios europeos y en muchos a?os incluso menos. Eso no puedo ser considerado justo¡±, sostuvo el vicepresidente de la Comisi¨®n Valdis Dombrovskis.
A la Comisi¨®n Europea no se le pasa por alto que la sentencia del tribunal llega en plena pandemia y a las puertas de un oto?o que se antoja muy duro si los pa¨ªses empiezan a retirar las medidas de protecci¨®n temporal de empleo. Bruselas sostuvo, por ello, que seguir¨¢ vigilando posibles pactos fiscales y pondr¨¢ en marcha nuevos mecanismos para evitar que la pol¨ªtica fiscal de unos pa¨ªses de la UE perjudiquen las haciendas de otros.
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