Un tercio de los contratos que se firmaron en enero tuvieron una duraci¨®n inferior a un mes

El mercado laboral comenz¨® el a?o con algunas dudas, pero sigue contando con 20,6 millones de personas trabajando, una cifra nada desde?able. Desde que entr¨® en vigor la reforma laboral en diciembre de 2021 ¡ª...

El mercado laboral comenz¨® el a?o con algunas dudas, pero sigue contando con 20,6 millones de personas trabajando, una cifra nada desde?able. Desde que entr¨® en vigor la reforma laboral en diciembre de 2021 ¡ªaunque fue en marzo de 2022 cuando se despleg¨® por completo¡ª, el indefinido se ha colocado en el epicentro de la contrataci¨®n ¡ªque se ha multiplicado desde entonces¡ª, orillando la temporalidad y rebaj¨¢ndola hasta cifras m¨¢s cercanas a los niveles europeos (16%). Sin embargo, en enero se produjo un retroceso inesperado en cuanto a la duraci¨®n de los contratos que se firmaron en ese mes: la media fue de 48,85 d¨ªas, la cifra m¨¢s baja en este periodo desde 2006. Entre otras razones, porque uno de cada tres contratos pervivi¨® menos de un mes, seg¨²n datos del Servicio P¨²blico de Empleo Estatal (SEPE).

El recorte en la duraci¨®n de los contratos en el inicio del curso ¡ªun periodo muy influenciado por la campa?a de Navidad, lo que justifica que las nuevas incorporaciones sean para cubrir un tiempo determinado¡ª se redujo pr¨¢cticamente a la mitad en comparaci¨®n con los datos que se recogieron en el mismo momento hace 18 a?os, cuando la cifra fue de 86,8 d¨ªas. Sin embargo, desde entonces se inici¨® una ca¨ªda m¨¢s o menos continuada que se ha ido agudizando en los ¨²ltimos a?os. Tomando como referencia los ¨²ltimos cuatro meses de enero, la ca¨ªda de 2024 es la mayor de todas: mientras que en 2022 la media fue de 52,21 d¨ªas; en 2023 pas¨® a ser de 51,82; y este a?o se ha reducido en 2,87 puntos.

Seg¨²n los datos del SEPE, uno de cada cinco contratos firmados en enero tuvo una duraci¨®n inferior a una semana (244.745), mientras que 66.664, el 5,6% del total, duraron entre siete y 15 d¨ªas. Adem¨¢s, se firmaron 90.143 con una longevidad de entre 15 d¨ªas y un mes, el 7,6% del total. El grueso mayoritario, un tercio del total (33,8%), presentaron una duraci¨®n inferior a un mes.

Comparando los contratos que se firmaron entre 2019 y 2022 (ejercicios completos), su duraci¨®n media apenas se recort¨® en dos d¨ªas. En este tiempo, se acordaron 227.037 contratos menos de duraci¨®n inferior a siete d¨ªas (un 48% menos); 69.064 menos de entre 15 d¨ªas y un mes (43% menos); y lo de duraci¨®n indeterminada (fundamentalmente obra y servicio y los de interinidad o sustituci¨®n) se desplomaron un 85%, registr¨¢ndose 568.062 menos.

La lucha contra la mortalidad contractual est¨¢ contemplada en la reforma laboral en forma de un incremento de las penalizaciones (que ya exist¨ªan) para aquellos contratos temporales de menos de 30 d¨ªas. Con el actual cuerpo normativo, la cotizaci¨®n adicional a pagar por los empresarios ¡ªuna vez concluyen estas relaciones laborales¡ª es de 29,74 euros.

Sin embargo, la Orden definitiva de Bases de Cotizaci¨®n para 2024 ¡ªque todav¨ªa no ha sido publicada¡ª, elevar¨¢ esta penalizaci¨®n alrededor de un 5%, hasta los 31,22 euros, en consonancia con el aumento que experimentar¨¢ tambi¨¦n la base m¨ªnima (lo mismo que el salario m¨ªnimo interprofesional). El objetivo es desincentivar a las empresas para que no hagan contratos muy cortos, de d¨ªas o de apenas cuatro semanas. Una pr¨¢ctica que ha imperado durante a?os, y que ten¨ªa su principal representaci¨®n en aquellas contrataciones que se firmaban en lunes y se rescind¨ªan el viernes.

Crece el absentismo

Al tiempo que la duraci¨®n de los contratos se ha ido reduciendo progresivamente en los ¨²ltimos a?os, el absentismo laboral ha duplicado su dimensi¨®n, y de forma especialmente destacada en el ¨²ltimo ejercicio. De acuerdo con los datos del INE, el porcentaje de personas que no acudieron a su puesto de trabajo por estar de baja ¡ªuna Incapacidad Temporal, como se detalla t¨¦cnicamente¡ª, el a?o pasado represent¨® el 4,1% del total de ocupados, cuando hace m¨¢s de una d¨¦cada, en 2013, se situaba en el 2%.

Afinando en el detalle, se evidencian dos periodos con comportamientos muy dispares dentro de la serie hist¨®rica: entre 2007 y 2012 la tasa de absentismo pasa del 2,8% inicial al 2%, y desde entonces hasta hoy, esta se ha ido incrementando hasta doblar su tama?o. Un comportamiento que ha situado a Espa?a en lo m¨¢s alto del ranking europeo de absentismo laboral junto a Francia y Portugal. El impacto de la covid justifica una parte de este cambio de tendencia.

¡°Son m¨²ltiples factores los que influyen en la IT, como las condiciones de trabajo, la cultura de las empresas y las pol¨ªticas y pr¨¢cticas de recursos humanos¡±, se?ala Juan Miguel Mesa, uno de los autores del trabajo titulado Estudio sobre la incapacidad temporal y siniestralidad, elaborado por la mutua Umivale Activa y el Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (Ivie). Mesa tambi¨¦n apunta a factores externos al trabajo como ¡°la situaci¨®n familiar o el contexto social y cultural¡±.

El coste de estas ausencias laborales ¡ªque engloba tanto a las justificadas como a las injustificadas¡ª se estima en m¨¢s de 17.000 millones de euros (el 1,4% del PIB de Espa?a), seg¨²n los ¨²ltimos datos de la oficina estad¨ªstica europea Eurostat. Se trata de un peso superior al de la media comunitaria (1,2%) y que ha experimentado un incremento de 0,6 puntos respecto a 2014.

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