Del campo a la mesa: ?en qu¨¦ paso del proceso se encarece el precio de la botella de aceite de oliva?
Los precios de producci¨®n suponen el 85% del valor final que pagan los consumidores en el supermercado, pero los olivareros trabajan a p¨¦rdidas
El chorrito de aceite de oliva en la tostada, en el gazpacho o en la ensalada es casi un lujo en este momento en que los consumidores se enfrentan a precios r¨¦cord en los pasillos de los supermercados. Pero ?c¨®mo aumenta tanto el valor del producto? ?qui¨¦n es el culpable? La respuesta est¨¢ en el campo, aunque no porque los agricultores hayan inflado sus precios de manera artificial. En la pr¨¢ctica, una tormenta perfecta de condiciones clim¨¢...
El chorrito de aceite de oliva en la tostada, en el gazpacho o en la ensalada es casi un lujo en este momento en que los consumidores se enfrentan a precios r¨¦cord en los pasillos de los supermercados. Pero ?c¨®mo aumenta tanto el valor del producto? ?qui¨¦n es el culpable? La respuesta est¨¢ en el campo, aunque no porque los agricultores hayan inflado sus precios de manera artificial. En la pr¨¢ctica, una tormenta perfecta de condiciones clim¨¢ticas adversas ¡ªcomo sequ¨ªas e inundaciones¡ª, altos costes de producci¨®n y sobredemanda ha pasado factura a toda la cadena de valor en los ¨²ltimos dos a?os. Como consecuencia, todos sufren: desde el encargado de obtener la aceituna hasta el cliente que se ve forzado a comprar otro tipo de aceite por los precios tan elevados.
Para que una botella de aceite llegue hasta la cocina de cualquier casa espa?ola, la oliva ha tenido que pasar por tres grandes eslabones: el sector primario, encargado de obtener la aceituna; el industrial, que lo transforma el conocido como oro l¨ªquido; y el de la distribuci¨®n comercial. Todos ellos se han visto da?ados por el mismo mal: la falta de producto. El principal afectado ha sido el campo, y es tambi¨¦n ah¨ª donde m¨¢s han aumentado las tarifas. La reducida obtenci¨®n de aceite en las ¨²ltimas dos campa?as, unida a la revalorizaci¨®n de las labores de cultivo, han disparado los precios de producci¨®n. De hecho, el consenso de los analistas es que hasta el 85% del valor final que est¨¢n pagando a d¨ªa de hoy los consumidores se debe exclusivamente a esta primera parte de la cadena de valor. Esto supone un repunte de 15 puntos porcentuales respecto a la campa?a 2020-2021, cuando supon¨ªa el 70,4% de la estructura del coste (en el que se contempla el margen neto sobre el precio de venta al p¨²blico recomendado), seg¨²n el ¨²ltimo informe publicado por el Ministerio de Agricultura y Pesca y Alimentaci¨®n.
¡°La gente debe entender que los precios suben por la propia carencia de la materia prima. Apenas un 15% de lo que se paga por una botella de aceite tiene que ver con el envasado, la distribuci¨®n y el IVA, que adem¨¢s ahora mismo no aplica¡±, explica Primitivo Fern¨¢ndez, director de la Asociaci¨®n Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac). El responsable de la patronal rechaza cualquier tipo de especulaci¨®n y precisa que si la industria o la distribuci¨®n estuvieran actuando de forma desleal, las existencias habr¨ªan aumentado. En efecto, los datos del Poolred, el principal ¨ªndice de referencia utilizado por la industria en Espa?a, muestran que el precio promedio en origen durante 2022 fue de 3,57 euros el litro y al a?o siguiente repunt¨® hasta los 6,32 euros el litro. Esta tendencia al alza se ha mantenido durante la primera mitad de este a?o, con un precio promedio que supera los ocho euros, el registro m¨¢s alto.
Las principales organizaciones agr¨ªcolas tambi¨¦n reconocen que la tensi¨®n del mercado se debe a la dependencia del sector ole¨ªcola de las condiciones meteorol¨®gicas. Juan Luis ?vila, responsable de Coag Andaluc¨ªa ¡ªla autonom¨ªa l¨ªder en la producci¨®n¡ª recuerda ¨¦pocas en las que el precio en origen era de dos euros y se ha terminado vendiendo en 10 euros. Pero con la situaci¨®n actual no ha sido igual. ¡°Si el coste de producci¨®n del aceite de oliva virgen extra ha estado en siete euros, lo m¨¢s probable es que las envasadoras hayan tenido que mantenerlo m¨¢s o menos igual porque no ten¨ªan margen de maniobra; en el mercado nacional, los incrementos de costes apenas se han visto reflejados en el precio de venta al p¨²blico y en las exportaciones de hecho han tenido que asumir los repuntes porque habitualmente se firman contratos a largo plazo¡±, resume.
El ajuste de precios ha sido inevitable. El incremento en los costes de la materia prima ha derivado en que la botella de aceite hab¨ªa aumentado en los supermercados un 46,3% a cierre de 2023, seg¨²n datos de Nielsen. No obstante, desde Deoleo enfatizan que lo que ¡°se ha procurado en toda la cadena de valor ha sido minimizar el traspaso de este coste a los precios finales para aminorar el impacto en el consumidor¡±. Asimismo, en la Asociaci¨®n Espa?ola de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) explican que si de normal el margen de las tiendas es como mucho del 3%, en esos a?os han contenido los beneficios a fin de que el producto se siga comprando y no se d¨¦ un efecto sustitutivo por parte del consumidor. Desde esa patronal recuerdan adem¨¢s que la falta de producto no se debe a que ellos hagan acopio a fin de jugar con el precio, sino simplemente a que las almazaras ¡ªdonde se muele la oliva¡ª tienen menos aceite que en los a?os buenos de cosecha. Las botellas no est¨¢n m¨¢s de 72 horas en las plataformas log¨ªsticas porque se hacen previsiones de venta y se adquiere lo que se necesita en funci¨®n de esa posible demanda. Dicho de otra manera, la distribuci¨®n trabaja este producto como si fuera un fresco, lo mismo que unos pl¨¢tanos o unas fresas, a?aden en Asedas.
Los olivareros, sin ganancias
De enero a 2021 a junio de 2024 el aceite de oliva ha subido un 191%, seg¨²n los datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Pero a pesar de la cifra tan estratosf¨¦rica, el hecho es que los olivareros han sufrido grandes p¨¦rdidas por la falta de cosecha. ?vila pone de ejemplo su propia explotaci¨®n: ¡°Por mucho que se ha encarecido, no he producido ni un 20% de lo que cosechar¨ªa en una situaci¨®n normal, as¨ª que me da igual el precio al que me paguen. Tendr¨ªan que darme 25 euros por botella para tener unos ingresos normales¡±, se?ala. El responsable regional de Coag a?ade que lleva dos a?os obteniendo en torno a un 40% de los ingresos que hist¨®ricamente registraba, pese a que los costes son fijos (todos los a?os es necesario regar, abonar o podar). ¡°La situaci¨®n a pie de campo es dram¨¢tica. Hay muchas familias que llevan dos campa?as consecutivas sin producir absolutamente nada¡±, lamenta.
A pesar de las dificultades, a estas alturas del a?o las condiciones climatol¨®gicas e h¨ªdricas son alentadoras de cara a la pr¨®xima campa?a. Los campos han superado los meses de abril y mayo, donde se produce la floraci¨®n del olivo, sin episodios de calor extremo. Adem¨¢s, las reservas h¨ªdricas est¨¢n ahora mismo por encima de la media gracias a las recientes lluvias. La combinaci¨®n de ambos factores da consistencia a las estimaciones que apuntan a que en la pr¨®xima campa?a la cosecha volver¨¢ a niveles normales. Luis Carlos Valero, portavoz de Asaja en Ja¨¦n, precisa que la situaci¨®n real se concretar¨¢ en octubre, que es cuando se da por buena la producci¨®n de mayo del a?o siguiente. Mientras esto ocurre, lo cierto es que ¡°queda poco aceite y en teor¨ªa deber¨ªa valer todav¨ªa m¨¢s¡±, precisa.
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