Hacienda avanza en el dise?o de los Presupuestos pese al rechazo a la senda de estabilidad
El ministerio mantiene los trabajos t¨¦cnicos y ve margen para cumplir con el calendario que le permitir¨ªa tener las cuentas en vigor el pr¨®ximo 1 de enero
La normativa da un mes de margen al Gobierno para que apruebe unos nuevos objetivos de estabilidad, que deber¨¢n volver a presentarse en las Cortes. Aunque el Consejo de Ministros no formalizase ese tr¨¢mite la pr¨®xima semana, sino a la vuelta del verano, el Ejecutivo cree que tendr¨ªa margen suficiente para cumplir con el calendario legal en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2025, con independencia de que PP y Vox, al que se sum¨® a ¨²ltima hora Junts, ...
La normativa da un mes de margen al Gobierno para que apruebe unos nuevos objetivos de estabilidad, que deber¨¢n volver a presentarse en las Cortes. Aunque el Consejo de Ministros no formalizase ese tr¨¢mite la pr¨®xima semana, sino a la vuelta del verano, el Ejecutivo cree que tendr¨ªa margen suficiente para cumplir con el calendario legal en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2025, con independencia de que PP y Vox, al que se sum¨® a ¨²ltima hora Junts, tumbaran los objetivos de d¨¦ficit y deuda el martes en la C¨¢mara baja. Fuentes del Ministerio de Hacienda aseguran que las labores para dise?ar las cuentas progresan de forma aut¨®noma guiadas por el techo de gasto, el l¨ªmite que se pone al desembolso de dinero p¨²blico para el ejercicio, que fue aprobado la semana pasada y no est¨¢ sujeto a la votaci¨®n del Parlamento.
La liturgia presupuestaria empez¨® hace ya un mes, cuando Hacienda public¨® en el Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE) la orden ministerial de elaboraci¨®n de las cuentas para 2025. Este documento determina las prioridades a la hora de delinear las pol¨ªticas y actuaciones para el ejercicio. Los distintos ministerios y organismos p¨²blicos deben tenerlas en cuenta al remitir sus necesidades al departamento que encabeza Mar¨ªa Jes¨²s Montero. El ministerio las analiza una a una y estructura los programas de gastos e ingresos.
Ahora bien, para confeccionar el proyecto de Presupuestos tambi¨¦n se deben actualizar las previsiones de crecimiento de las grandes variables macroecon¨®micas ¡ªel Gobierno acaba de revisar al alza sus pron¨®sticos sobre el PIB¡ª, determinar la capacidad de gasto y fijar el reciente objeto de discordia en el Congreso: la senda de estabilidad para los tres a?os siguientes, en este caso el periodo 2025-2027. Estos objetivos, que tienen el fin de garantizar la reducci¨®n de los desequilibrios presupuestarios, deben calcularse para el conjunto de la Administraci¨®n y desglosarse su reparto por subsectores. Es decir, cu¨¢nto corresponde al Estado, a las comunidades, a las entidades locales y a la Seguridad Social.
Las metas fiscales son el ¨²nico de estos tr¨¢mites iniciales que debe votarse en las Cortes, mientras que sobre el techo de gasto solo pesa una obligaci¨®n de informaci¨®n. ¡°En el primer semestre de cada a?o, el Gobierno, mediante acuerdo del Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Hacienda y Administraciones P¨²blicas y previo informe del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera de las Comunidades Aut¨®nomas y de la Comisi¨®n Nacional de Administraci¨®n Local en cuanto al ¨¢mbito de las mismas, fijar¨¢ los objetivos de estabilidad presupuestaria¡±, recoge la normativa de estabilidad en su art¨ªculo 15. ¡°El Congreso de los Diputados y el Senado se pronunciar¨¢n aprobando o rechazando los objetivos propuestos por el Gobierno¡±, a?ade.
En esta ocasi¨®n ha sido Junts, en un escenario m¨¢s que tenso por las negociaciones entre ERC y el PSC para que Salvador Illa sea investido presidente de la Generalitat, quien ha dado el golpe de gracia a la senda de estabilidad, sumando sus siete noes a los del PP y Vox. La formaci¨®n independentista anunci¨® que votar¨ªa en contra de la propuesta del Gobierno el mismo d¨ªa del pleno, justo despu¨¦s de que Montero presentara los objetivos de d¨¦ficit desde el estrado del Congreso.
Considerando que la ley concede un mes para aprobar una nueva senda ¡ªque puede ser id¨¦ntica a la anterior¡ª, el Ejecutivo podr¨ªa aprovechar el Consejo de Ministros del pr¨®ximo martes, el ¨²ltimo antes del receso estival, para aprobarla. Sin embargo, si estirara el plazo hasta la vuelta del verano tendr¨ªa margen suficiente para volver a presentar los objetivos en el Congreso y registrar el proyecto de ley de Presupuestos antes del 1 de octubre ¡ªcomo marca la normativa¡ª para que est¨¦n listos ¡°en tiempo y forma¡±, que es la intenci¨®n de la titular de Hacienda. Y tampoco habr¨ªa inconveniente, al menos desde un punto de vista legal, si se sobrepasara ese l¨ªmite de 30 d¨ªas: la legislaci¨®n no prev¨¦ ninguna consecuencia en ese supuesto.
El Senado, fuera de juego
Adem¨¢s, Hacienda ha ganado algo m¨¢s de margen gracias a la supresi¨®n del poder de veto del Senado sobre la senda de d¨¦ficit. Esta prerrogativa ¡ªque el PP, con mayor¨ªa en la C¨¢mara alta, ejerci¨® el pasado marzo¡ª fue eliminada mediante una enmienda en la ley de paridad que se aprob¨® en el mismo pleno en el que fueron tumbadas las metas presupuestarias.
En el peor de los casos, si el Congreso volviera a rechazar la senda, se aplicar¨ªan los ¨²ltimos objetivos presupuestarios aprobados. Estos son los que se enviaron a Bruselas en la primavera de 2023 y resultan m¨¢s exigentes para las comunidades y los ayuntamientos. Las metas que acaban de ser rechazadas prev¨¦n un d¨¦ficit del conjunto de las Administraciones del 2,5% del PIB para el pr¨®ximo ejercicio, del 2,1% en 2026 y del 1,8% en 2027. A las comunidades se les concede un desfase del 0,1%, frente al super¨¢vit de una d¨¦cima que exige la senda anterior. Es decir, se limitar¨ªa su capacidad de gasto en dos d¨¦cimas. Las corporaciones locales, por su parte, tendr¨ªan una d¨¦cima menos para gastar el pr¨®ximo ejercicio, ya que deber¨¢n cerrar con un 0,1% de super¨¢vit en lugar que en equilibrio.
Estos Presupuestos, de salir adelante, ser¨¢n los primeros que se aprueben en el marco de las nuevas reglas fiscales europeas, que priorizan ahora la evoluci¨®n del gasto y la reducci¨®n de la deuda, quit¨¢ndole protagonismo al objetivo de d¨¦ficit. De hecho, la orden de elaboraci¨®n de las cuentas p¨²blicas se?alaba que los distintos departamentos deber¨ªan tomar en consideraci¨®n ese nuevo escenario al calcular sus necesidades. Una vez recibidas, Hacienda est¨¢ ahora intentando casarlas para no detener la maquinaria presupuestaria.
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