Obras hidr¨¢ulicas resilientes, el escudo ante la crisis del clima que falt¨® en Valencia

El paso devastador de la dana por Valencia ha abierto de par en par el debate sobre la urgencia de invertir en infraestructura gris, a base de hormig¨®n en presas, diques y canales, y generar infraestructura verde, basada en la naturaleza, como son los lagos, drenajes naturales y humedales. La eficacia del conocido como nuevo cauce del r¨ªo Turia, en Valencia, absorbiendo la tromba de agua que azot¨® la semana...

El paso devastador de la dana por Valencia ha abierto de par en par el debate sobre la urgencia de invertir en infraestructura gris, a base de hormig¨®n en presas, diques y canales, y generar infraestructura verde, basada en la naturaleza, como son los lagos, drenajes naturales y humedales. La eficacia del conocido como nuevo cauce del r¨ªo Turia, en Valencia, absorbiendo la tromba de agua que azot¨® la semana pasada a m¨²ltiples localidades de la periferia, ha puesto de manifiesto la importancia de las infraestructuras como escudo ante el azote del clima. Esa obra del Plan Sur valenciano, que sac¨® al r¨ªo del centro de la ciudad y lo desvi¨® hacia el sur a trav¨¦s de un canal de 13 kil¨®metros, cumple 55 a?os y es vital como desag¨¹e de 250 metros de ancho. Durante su construcci¨®n no se hablaba de cambio clim¨¢tico, pero entonces tambi¨¦n se actu¨® sobre las l¨ªneas de ferrocarril y carreteras, y se mejor¨® el alcantarillado para restar virulencia a las habituales riadas. D¨¦cadas despu¨¦s, el clima ha de marcar el modo en que se desarrollan y conservan las infraestructuras.

¡°Si se hubieran realizado actuaciones previstas [en la provincia de Valencia], que ten¨ªan ya la aprobaci¨®n medioambiental, se hubiesen salvado vidas¡±, se?al¨® Javier Mach¨ª, decano del Colegio de Ingenieros de Caminos de Valencia, el pasado jueves en un foro de ingenieros celebrado en Barcelona. Un par de d¨ªas despu¨¦s, en declaraciones a este peri¨®dico, abunda: ¡°El riesgo cero no existe, pero hay capacidad t¨¦cnica para minimizar el impacto de los efectos extremos del cambio clim¨¢tico¡±.

En el entorno de Valencia existe una tanda de proyectos pensados para encauzar y retener lluvias torrenciales, atascados en la v¨ªa burocr¨¢tica o que fueron descartados. Probablemente sean rescatados ahora para su an¨¢lisis. Est¨¢n pendientes de evaluaci¨®n ambiental el drenaje de caudales del Barranco del Poyo, el encauzamiento en la localidad de Aldaia, en la zona cero del desastre, y la presa de Cheste. Ante el mismo tr¨¢mite administrativo descansa el proyecto de la presa de laminaci¨®n de Montesa, en el r¨ªo Canyoles, incluido ya en el Plan de Defensa del J¨²car hace 24 a?os. Y en su momento fueron aparcadas por razones t¨¦cnicas las presas de Sellent, en Estubeny, y la del Marquesado, esta ¨²ltima para regular las aguas del ahora desbordado r¨ªo Magro.

El director de Negocio y Estrategia de Infraestructuras en Acciona, Alejandro Jim¨¦nez, admite que el precio no ser¨¢ bajo, pero recalca el ¡°claro beneficio a la vista de las p¨¦rdidas humanas y materiales que hay que lamentar en Valencia¡±.

Para Javier Mach¨ª, resulta urgente actuar sobre la rambla del Poyo, entre Massanassa y Catarroja: ¡°Ah¨ª no caben crecidas excepcionales entre las l¨ªneas de edificaciones¡±, se?ala. Al decano de los ingenieros valencianos tambi¨¦n le preocupa c¨®mo salvar la presencia de carreteras en pasos naturales para el agua, como sucede en la Pista de Silla o V31: ¡°El agua tiene que pasar y tenemos constancia de riadas desde el siglo XIV, pero renaturalizar no siempre es posible¡±.

Constructoras espa?olas como Acciona, ACS, Ferrovial, FCC, Sacyr u OHLA han redoblado su cartera de proyectos en infraestructuras resilientes internacionalmente. Lo primero, tras la tragedia, apunta el director de sostenibilidad de Ferrovial, Valent¨ªn Alfaya, es ¡°recuperar la funcionalidad de las infraestructuras existentes, pero inmediatamente despu¨¦s hay que evaluar la posibilidades de mejorar su resiliencia, haciendo mucho hincapi¨¦ en la infraestructura hidr¨¢ulica¡±. El Ministerio de Transportes y la consejer¨ªa valenciana de Infraestructuras han consensuado actuaciones por 2.600 millones para rehabilitar las redes de transporte terrestre. Entre las carreteras m¨¢s afectadas por las inundaciones est¨¢n la A-7, N-330 y N-332, adem¨¢s de las l¨ªneas C1, C2 y C3 de Cercan¨ªas. El Ejecutivo de Carlos Maz¨®n tambi¨¦n ha demandado 2.200 millones para la limpieza de cauces y otros 7.000 millones para reconstruir ¨¢reas industriales y pol¨ªgonos. Son 11.800 millones antes de pensar en infraestructuras de nueva planta.

Espa?a, como otros pa¨ªses del Mediterr¨¢neo, lleva a?os avisada de la urgencia de plantar cara a la vulnerabilidad de carreteras, ferrocarril, redes y estaciones de energ¨ªa y de agua (han quedado un centenar de depuradoras sepultadas) al menos en los puntos m¨¢s sensibles, como es el Levante peninsular. As¨ª lo ponen de manifiesto sucesivos informes de la Agencia Europea de Medio Ambiente, la OCDE y la Comisi¨®n Europea, entre otras instituciones, con especial ¨¦nfasis desde el a?o 2015, cuando se aprueban la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de Par¨ªs. ¡°En Espa?a llegamos tarde, pero nunca lo es para hacer una revisi¨®n y planificar. Eso s¨ª, no se puede trabajar teniendo como base las condiciones del entorno de hace d¨¦cadas¡±, sostiene Alfaya desde Ferrovial.

Pa¨ªses Bajos, Jap¨®n o Estados Unidos llevan decenas de a?os apostando por soluciones contra inundaciones, terremotos o huracanes. En Espa?a ¡°no hay que perder la cabeza sino planificar, los recursos no son ilimitados¡±, apunta el director de Investigaci¨®n del Instituto de Hidr¨¢ulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, ??igo Losada. Desde su punto de vista, ¡°lo m¨¢s importante ahora es tratar de recuperar la normalidad y hacerlo con cabeza. La reconstrucci¨®n debe acometerse con planificaci¨®n, teniendo en cuenta que habr¨¢ danas de un modo cada vez m¨¢s frecuente¡±.

Los ingenieros consultados abogan por una combinaci¨®n entre nuevas infraestructuras, el refuerzo del parque existente y la recuperaci¨®n de ecosistemas, cauces y drenajes naturales. De forma simult¨¢nea urge una mejora en la gesti¨®n de la respuesta al evento clim¨¢tico extremo.

I?igo Losada, que atribuye la cat¨¢strofe a ¡°un fallo sist¨¦mico¡±, advierte que deber¨ªa conocerse al detalle la respuesta de las zonas inundables del pa¨ªs, de las cuencas y las costas a las lluvias torrenciales. Los avances en computaci¨®n e Inteligencia Artificial ¡°permiten actuar con gemelos digitales, en los que simulamos situaciones extremas y se nos muestra el nivel de afectaci¨®n del terreno¡±, explica el investigador del Instituto de Hidr¨¢ulica Ambiental.

Est¨¢n ya en duda la vida ¨²til de los activos y su rentabilidad tanto econ¨®mica como social. Alejandro Jim¨¦nez, de Acciona, cree imprescindible que la comunidad cient¨ªfica aborde el estudio de los periodos de retorno de las infraestructuras: ¡°Siempre que se dise?a se hace sobre la base de un periodo de retorno, y en Espa?a no se tiene en cuenta lo que est¨¢ sucediendo con el clima. Jap¨®n o Reino Unido s¨ª han ajustado sus par¨¢metros de dise?o¡±.

La asociaci¨®n de constructoras Seopan ha puesto de manifiesto de forma reiterada que la ¡°insuficiencia presupuestaria¡± compromete gravemente la ejecuci¨®n del millonario programa que re¨²ne las inversiones en materia de agua, el Plan Hidrol¨®gico 2022-2027, presupuestado en 37.116 millones. Entre sus partidas, el Gobierno tiene planificadas actuaciones contra el riesgo de inundaciones por 2.600 millones, a lo que se suman otros 870 millones para la recuperaci¨®n de acu¨ªferos o 446 millones para seguridad en las infraestructuras del agua. Pero, adem¨¢s, el colectivo que preside Juli¨¢n N¨²?ez tiene identificados m¨¢s de 6.000 puntos en entornos urbanos en los que los sistemas de saneamiento se ven desbordados durante episodios de lluvia torrencial, para lo que se necesitar¨ªa una inversi¨®n en v¨ªas separativas de m¨¢s de 15.600 millones.

Si parece ut¨®pico plantearse tales niveles de inversi¨®n, las adaptaciones pueden ser progresivas, basadas en el mantenimiento una vez monitorizada la integridad estructural y respuesta de cada una de las infraestructuras.

La fundadora de la consultora estadounidense Sinfranova y docente en materia de infraestructuras y clima en la Universidad de Harvard, Cristina Contreras, remite a informes del Banco Mundial para aseverar que ¡°la inversi¨®n de un d¨®lar en resiliencia frente al clima supone cuatro de beneficio¡±. Habitual en el asesoramiento a bancos de desarrollo, Contreras advierte que la aproximaci¨®n al problema en Espa?a no puede ser la que hacen otros pa¨ªses: ¡°Cada uno tiene sus peculiaridades y amenazas¡±. Pero dice con cierto alivio que ¡°las empresas espa?olas est¨¢n implementando soluciones de resiliencia en todo el mundo. Su conocimiento en infraestructuras es pionero y tienen la capacidad para lograr un cambio en Espa?a¡±.

Al igual que sus compa?eros Losada, Alfaya y Jim¨¦nez, la ingeniera afincada en Washington aboga por la combinaci¨®n de infraestructura gris y verde, destacando la experiencia de pa¨ªses como Jap¨®n, con sus ciudades esponja, Pa¨ªses Bajos ante la amenaza del mar, o Estados Unidos tras el paso del hurac¨¢n Sandy en 2012. En Nueva York fue revisado el parque de infraestructura para un periodo de retorno de 100 a?os bajo los nuevos par¨¢metros clim¨¢ticos.

Los cuatro tambi¨¦n opinan al un¨ªsono sobre la necesidad de actualizar los sistemas de emergencia y los c¨®digos de construcci¨®n, ¡°basados en condiciones climatol¨®gicas de hasta 50 a?os atr¨¢s¡±. En un enfoque integral de las redes, cabe incluso crear sistemas redundantes para asegurar la respuesta. Las infraestructuras, sostienen, no se pueden entender como entes aislados sino interconectados.

P¨¦rdidas millonarias

Estragos como los causados en apenas unas horas por la dana constituyen ya una oportunidad de negocio para las grandes constructoras en todo el planeta. Solo en la UE se cifra en 26.000 millones anuales las p¨¦rdidas ocasionadas por fen¨®menos extremos en la ¨²ltima d¨¦cada, seg¨²n datos que maneja el Tribunal de Cuentas Europeo. Espa?a, con un impacto de 60.976 millones entre 1980 y 2020, y 16.181 v¨ªctimas mortales, es el cuarto Estado de la UE por p¨¦rdidas econ¨®micas y de vidas, con Alemania, Francia e Italia por delante.

La respuesta a la crisis tambi¨¦n pasa por evitar el urbanismo voraz. Cuando a¨²n se contabilizaban los fallecidos en poblaciones valencianas, salt¨® la noticia el pasado lunes de que el alcalde de Sevilla, el popular Jos¨¦ Luis Sanz, va a replantearse el proyecto de urbanizaci¨®n de la dehesa de Tablada, hasta ahora no urbanizable de especial protecci¨®n y con 400 hect¨¢reas en terreno inundable. ¡°Este tipo de cat¨¢strofes nos tiene que llevar a repensar muchas cosas y si hay zonas que son inundables m¨¢s vale olvidarse de ellas¡±, dijo el regidor sevillano en una entrevista en la Cadena Ser.

La OCDE vaticinaba desde el primer p¨¢rrafo de un informe fechado en 2018, titulado Infraestructuras resilientes al clima, que carreteras, redes de ferrocarril, aeropuertos y dem¨¢s iban a verse afectados ¡°por los impactos f¨ªsicos del cambio clim¨¢tico, pero tambi¨¦n desempe?ar¨¢n un papel esencial en la creaci¨®n de resiliencia a esos impactos¡±. Este organismo supranacional pon¨ªa el ejemplo de Par¨ªs y c¨®mo afectar¨ªa una gran inundaci¨®n, concluyendo que entre el 30% y el 55% de los da?os directos recaer¨ªan sobre las infraestructuras, mientras que el 35% al 85% de las p¨¦rdidas comerciales se deber¨ªan a la interrupci¨®n del transporte y del suministro el¨¦ctrico. ¡°Garantizar que la infraestructura sea resiliente al clima ayudar¨¢ a reducir las p¨¦rdidas directas y los costos indirectos¡±, destac¨® ese informe.

A medio camino entre la oportunidad de negocio y la necesidad de dar respuesta a la demanda de los gobiernos, las constructoras espa?olas est¨¢n tomando la iniciativa. Ferrovial lanz¨® hace dos a?os una metodolog¨ªa, llamada Adaptare, para gestionar los riesgos del cambio clim¨¢tico en sus activos. El sistema fue creado en colaboraci¨®n con el Instituto de Hidr¨¢ulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, y es capaz de identificar y evaluar los riesgos a corto, medio y largo plazo sobre cada tipo de infraestructura, ya sea en la fase de construcci¨®n como durante el mantenimiento y operaci¨®n. Valent¨ªn Alfaya, director de Sostenibilidad, explica que esa tecnolog¨ªa ¡°permite anticipar los efectos del clima sobre las infraestructuras a periodos de 30 a 50 a?os vista¡±, lo que reduce el presupuesto de las renovaciones o de la obra nueva. El directivo aboga por un mayor di¨¢logo entre el sector p¨²blico y el privado para abordar unos desaf¨ªos que, de otro modo, ¡°nos pueden pasar por encima¡±.

Inversi¨®n y gesti¨®n

Entre las soluciones para infraestructuras en operaci¨®n est¨¢n las de adaptaci¨®n estructural, con la instalaci¨®n de diques, uso de pavimentos permeables para las lluvias o flexibles para evitar el da?o por altas temperaturas, y las medidas de adaptaci¨®n de la gesti¨®n. Estas ¨²ltimas, tan importantes como las obras, hacen hincapi¨¦ en el mantenimiento en funci¨®n de la demanda, la instalaci¨®n de sistemas de alerta temprana, la cobertura financiera ante la variabilidad del clima e incluso la educaci¨®n a la poblaci¨®n sobre contingencias.

Un reciente estudio firmado por la ingenier¨ªa p¨²blica Ineco afirma que ¡°la mayor¨ªa de las infraestructuras tienen una vida ¨²til larga y suelen estar dise?adas para durar 50 a?os o m¨¢s¡±, y a?ade que ¡°es esencial determinar claramente las necesidades y, en consecuencia, invertir en infraestructuras que est¨¦n preparadas para un futuro de neutralidad clim¨¢tica y de resiliencia frente al cambio clim¨¢tico¡±. Ineco advierte que a los fen¨®menos intensos se suman otros cr¨®nicos como el aumento del nivel del mar, la humedad del suelo o la atmosf¨¦rica. La empresa tiene analizada la respuesta al clima de unos 2.000 kil¨®metros de v¨ªa de alta velocidad, 2.100 de trazado ferroviario convencional y m¨¢s de 5.000 kil¨®metros de cercan¨ªas.

El ¨²ltimo informe de la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial (OMM) muestra nuevos r¨¦cords en 2023 en los niveles de gases de efecto invernadero, las temperaturas en superficie, el calor y la acidificaci¨®n de los oc¨¦anos, el aumento de nivel del mar, la disminuci¨®n de la capa de hielo marino de la Ant¨¢rtida y el retroceso de los glaciares. Tambi¨¦n aumentaron las olas de calor, las crecidas, las sequ¨ªas, grandes incendios e intensos ciclones tropicales. Los zarpazos de la dana en Valencia han dejado al descubierto un d¨¦ficit en Espa?a en materia de respuesta y gesti¨®n del desastre.