El cambio clim¨¢tico obliga a las empresas a transformarse
La energ¨ªa, el transporte, la alimentaci¨®n o la industria textil son los sectores m¨¢s afectados por las variaciones meteorol¨®gicas, pero todos tendr¨¢n que adaptarse a las nuevas legislaciones
Todas las compa?¨ªas, incluidas las peque?as y medianas empresas (pymes), que conforman el 99% del tejido industrial espa?ol y crean el 64% del empleo, van a estar obligadas a cambiar sus modelos para hacerlos m¨¢s sostenibles. El motivo principal es que progresivamente tendr¨¢n que cumplir unas legislaciones estatales e internacionales que les forzar¨¢n a contaminar menos. A su vez, el consumidor, cada vez m¨¢s concienciado, premia a las compa?¨ªas m¨¢s responsables con el medioambiente. Ana G¨®mez, directora del t¨ªtulo superior de Sostenibilidad de la escuela de negocios ESIC Business & Marketing School, considera que las empresas deben apostar por ser innovadoras, y que la transformaci¨®n debe ser general, ¡°es un proceso que requiere inteligencia colectiva¡±.
Las compa?¨ªas no se enfrentar¨¢n de la misma forma a las medidas contra la descarbonizaci¨®n que la legislaci¨®n ir¨¢ imponiendo. Las grandes empresas ya pagan a la Uni¨®n Europea (UE) a cambio de contaminar, a trav¨¦s de un sistema de bonos para poder emitir di¨®xido de carbono (CO?). Las pymes, que son las responsables del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero, seg¨²n la consultora Climate Strategy & Partners, tambi¨¦n se enfrentar¨¢n a regulaciones. Lo defiende Fabrizio Ferraro, director del Instituto de Liderazgo Sostenible de la escuela de negocios IESE: ¡°Si la situaci¨®n medioambiental empeora, es probable que se apruebe un impuesto a las emisiones para todas las compa?¨ªas. Algunas no podr¨¢n permit¨ªrselo y tendr¨¢n que desaparecer¡±.
Ya se est¨¢n dando los primeros pasos hacia estas nuevas normativas. La UE aprob¨® en noviembre del pasado a?o la directiva de Informes sobre Sostenibilidad Corporativa (CSDR, por sus siglas en ingl¨¦s), que obliga a las empresas a indicar su impacto seg¨²n criterios ambientales, de justicia social y de gobernanza (ESG, en ingl¨¦s). El pr¨®ximo enero, las empresas de inter¨¦s p¨²blico con m¨¢s de 500 empleados crear¨¢n sus informes para entregarlos en 2025 y las compa?¨ªas tendr¨¢n que ofrecer sus datos progresivamente, dependiendo de su tama?o. Finalmente, las pymes cotizadas entregar¨¢n sus informes en 2027, aunque podr¨¢n retrasarlo hasta 2028.
Los sectores que tienen que cambiar
Algunos de los sectores m¨¢s se?alados son los de la energ¨ªa, el del transporte, el de la alimentaci¨®n y el de la industria textil. Hist¨®ricamente han sido los m¨¢s contaminantes, por lo que tendr¨¢n que acometer modificaciones m¨¢s dr¨¢sticas en su modelo de negocio. Adem¨¢s, tienen una mayor dependencia de materias primas cuya producci¨®n est¨¢ en riesgo por los efectos del cambio clim¨¢tico. Es el caso de las f¨¢bricas de ropa, que sufrir¨¢n las consecuencias de las sequ¨ªas. Se necesitan 7.500 litros de agua para confeccionar un pantal¨®n vaquero, el equivalente de lo que bebe una persona de media en siete a?os, una cifra que cada vez es menos asumible, seg¨²n public¨® la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU) en 2019. El proceso de cambios deber¨ªa extenderse, seg¨²n los expertos, a la propia cadena de consumo, a los ciudadanos. Siguiendo con el ejemplo de la industria textil, anualmente se confeccionan 100.000 millones de prendas en el mundo, seg¨²n cifras del ¨²ltimo informe elaborado por la Global Fashion Agenda; y la vida ¨²til promedio de un par de vaqueros, es de dos a tres a?os, seg¨²n el International Fabricare Institute (DLI).
La escasez de recursos, los aumentos de lluvia y las inundaciones ya afectan al sector primario agr¨ªcola, como se?ala Jos¨¦ Antonio Morante, director de Sector Agro en Banco Sabadell. ¡°Est¨¢n reduciendo los rendimientos de las explotaciones, hay menos producci¨®n y mayores costes; disminuyendo la calidad de los cultivos y aumentando la presi¨®n sobre los recursos naturales¡±, concreta este experto que participar¨¢ en el webinar Claves para afrontar los riesgos clim¨¢ticos en la empresa, organizado a trav¨¦s de HUB Empresa de Banco Sabadell.
Ap¨²ntese al ¡®webinar¡¯
Claves para afrontar los riesgos climáticos en la empresa, con Sergio Sánchez, director de Desarrollo de Negocio Sostenible de Empresas en Banco Sabadell y José Antonio Morante, director de Sector Agro en Banco Sabadell. Organizado a través de HUB Empresa de Banco Sabadell. Cuándo: 30 de noviembre, a las 16.00.
El consejo de Ferraro es tomar medidas cuanto antes. Este experto afirma que no apostar por la sostenibilidad repercute negativamente en la financiaci¨®n de las empresas. ¡°Hay fondos que reducen sus desembolsos si no hay un plan de reducci¨®n de huella de carbono¡±, advierte. Ferraro asegura que las firmas renuentes al cambio tambi¨¦n son escrutadas de otra manera por las entidades financieras. ¡°Cuando los bancos tienen objetivos de descarbonizaci¨®n, reducen la financiaci¨®n a las empresas que contaminan m¨¢s¡±, dice. ¡°Sin un plan cre¨ªble de cambios, en los pr¨®ximos a?os la empresa tendr¨¢ menos inversores y una deuda m¨¢s cara¡±, explica.
El coste de la transformaci¨®n
Las innovaciones que se deben acometer para cumplir las exigencias legislativas medioambientales requerir¨¢n una inversi¨®n importante por parte de las compa?¨ªas. Una opci¨®n que proponen los expertos es destinar parte del beneficio empresarial a crear unas reservas con el objetivo de emplearlas en hacer el negocio m¨¢s sostenible. Otro impulso importante es el fondo europeo Next Generation EU que, por ejemplo, cubre entre el 25% y el 45% del coste de la instalaci¨®n de placas fotovoltaicas para el autoconsumo. Por su parte, hay entidades dispuestas a aportar soluciones, como explica Morante: ¡°Banco Sabadell Segmento Agrario est¨¢ comprometido en dar facilidades financieras para dar salida a los retos a los que se enfrenta el sector en materia de descarbonizaci¨®n¡±. En cualquier caso, en el camino hacia la sostenibilidad de una compa?¨ªa, recurrir al asesoramiento profesional de un experto como el de la entidad bancaria facilita al empresario a tomar la decisi¨®n m¨¢s acertada en funci¨®n de las necesidades de su negocio.
Adem¨¢s, cambiar el modelo de negocio puede ser una gran ventaja competitiva. Los consumidores son m¨¢s conscientes de la importancia de la naturaleza y se preocupan por protegerla. Jos¨¦ Luis Retolaza, profesor de Deusto Business School, considera que liderar estos procesos ¡°incrementa la reputaci¨®n y aumenta sustancialmente su ¨¢mbito de actuaci¨®n¡±. Estas medidas tienen un impacto positivo en cuanto a posicionamiento estrat¨¦gico, como destaca G¨®mez: ¡°Ser¨¢n m¨¢s atractivas para inversores y generar¨¢n mayor lealtad en los usuarios. No olvidemos que el consumidor tiene cada vez m¨¢s presente el papel que adoptan las empresas¡±.
El camino para ser m¨¢s sostenibles
Para frenar los efectos del cambio clim¨¢tico, una de las principales medidas es la reducci¨®n de las emisiones de CO?, metano (CH4), ¨®xido nitroso (N2O) y otros gases de efecto invernadero (GEI). Como explica Isabela del Alc¨¢zar Benjumea, directora global de Sostenibilidad de IE University, este objetivo se puede lograr con la implementaci¨®n de fuentes de energ¨ªa renovables. De hecho, el pasado septiembre en la ¨²ltima reuni¨®n del G20, los pa¨ªses se comprometieron a triplicar la potencia de las energ¨ªas limpias; lo que supondr¨ªa pasar de los m¨¢s de 3.500 gigavatios (GW) instalados actuales a unos 11.000 GW en 2030. Sergio S¨¢nchez, director de Desarrollo de Negocio Sostenible de Empresas en Banco Sabadell, que tambi¨¦n participar¨¢ en el webinar, explica los beneficios directos de la autogeneraci¨®n: ¡°Adem¨¢s del posible ahorro en costes energ¨¦ticos que puede llegar a darse en funci¨®n de la coyuntura del mercado, un hecho importante es su predictibilidad¡±. S¨¢nchez sostiene que contar con autoconsumo de energ¨ªa en un porcentaje del total consumido proporciona ¡°una mayor capacidad para hacer estimaciones de costes a futuro, especialmente en las industrias electro intensivas¡±.
En el caso contrario, el proceso es perjudicial para todos: usar energ¨ªas convencionales da?a m¨¢s a la atm¨®sfera, lo que a la larga produce un aumento de la temperatura en la tierra, se dan m¨¢s sequ¨ªas y se encarecen las materias primas (conocidos como activos naturales). De hecho, el 50% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial est¨¢ sujeto a los activos pertenecientes a la naturaleza de manera directa, seg¨²n el Foro Econ¨®mico Mundial; y pr¨¢cticamente el 100% de las industrias se ven afectadas de forma indirecta (a trav¨¦s de proveedores, en cadena de suministro y log¨ªstica).
¡°La adaptaci¨®n significa prevenir los da?os. Pero tambi¨¦n aprovechar las oportunidades que puedan surgir¡±, afirma Del Alc¨¢zar. Como ejemplo a seguir, Ferraro resalta la marca de ropa danesa Ganni, en la que la producci¨®n de cada prenda apuesta por la pol¨ªtica de eliminaci¨®n de sustancias qu¨ªmicas y la reducci¨®n de la energ¨ªa y las emisiones de CO?: ¡°Es una de las pocas empresas de moda con un plan ambicioso de descarbonizaci¨®n, y de responsabilidad en general¡±.
Otro caso que cita Ferraro es el modelo de la compa?¨ªa catalana Wallbox, que crea cargadores inteligentes para veh¨ªculos el¨¦ctricos; o el de Novozymes, la biotecnol¨®gica danesa encargada de encontrar respuestas biol¨®gicas que ayudan ¡°a hacer crecer las empresas, salvaguardar los recursos del planeta y mejorar la vida¡±, como describe en su p¨¢gina web. Respecto a las energ¨ªas renovables, Ferraro menciona a la el¨¦ctrica Holaluz, que a finales de junio de 2023 vend¨ªa m¨¢s de 300 instalaciones solares al mes.
Ante este contexto, Retolaza, de Deusto Business School, sostiene que la clave es anticiparse: ¡°Las empresas que antes se alineen con la reversi¨®n del cambio clim¨¢tico estar¨¢n incrementando su propia resiliencia y podr¨¢n aprovechar la situaci¨®n¡±. Aferrarse a modelos de negocio obsoletos que no sean conscientes de las condiciones del entorno es un peligro, seg¨²n este profesor. ¡°Las empresas que no apuesten por la sostenibilidad est¨¢n condenadas al fracaso y a la desaparici¨®n¡±.