La epidemia como test para empresas
La expansi¨®n del virus servir¨¢ para comprobar si las instituciones europeas han aprendido del error de 2010
Adem¨¢s de la l¨®gica preocupaci¨®n de las autoridades sanitarias por contener la infecci¨®n por el coronavirus, las monetarias y econ¨®micas est¨¢n preocupadas por una posible pandemia que pueda provocar una recesi¨®n durante 2020 o a principios de 2021, con las consecuencias que significar¨ªan tanto para el empleo y los ingresos de los hogares y las empresas como para los mercados.
De los an¨¢lisis que se hacen para pronosticar la evoluci¨®n de la econom¨ªa, me gustan los del equipo de Arcano Research, dirigido por Ignacio de la Torre. Sus pron¨®sticos acostumbran a tener un elevado grado de acierto. Su ¨²ltimo informe, Impacto econ¨®mico del coronavirus, es un an¨¢lisis riguroso de su epidemiolog¨ªa, contagio e impacto en los mercados y en el crecimiento.
El escenario base del informe asume una gradual recuperaci¨®n a partir del segundo trimestre, con China creciendo este a?o completo un 3% (frente al 6% esperado antes), y el mundo al 2,9% (con un impacto negativo de 5 d¨¦cimas). Para Espa?a el impacto ser¨¢ m¨¢s reducido debido a la baja exposici¨®n a China (las exportaciones a China y los turistas chinos en Espa?a representa s¨®lo un 0,7% del PIB espa?ol). A ese impacto directo hay que sumar el indirecto, que viene de la menor actividad en otros pa¨ªses afectados. El efecto total sobre el crecimiento interanual para 2020 ser¨ªa de 2 d¨¦cimas, pasando de un rango de crecimiento del 1,5%-2% al 1,3%-1,5%.
Si estimar la probabilidad de una recesi¨®n es siempre un ejercicio de prestidigitaci¨®n estad¨ªstica, lo es m¨¢s en el caso del coronavirus. A diferencia de la recesi¨®n provocada por la crisis financiera de 2008, que fue una crisis de demanda, en este caso estamos ante una crisis de oferta que se produce por el cierre de empresas y la interrupci¨®n de las cadenas de suministro y de transporte desde China.
A esa crisis de la oferta se refiri¨® el jueves pasado el presidente de la Reserva Federal de EE UU, Jerome H. Powell, al anunciar la inesperada decisi¨®n de un fuerte recorte de las tasas de inter¨¦s, el mayor desde 2009: ¡°El recorte de la tasa de inter¨¦s no reducir¨¢ la tasa de infecci¨®n¡±, dijo. ¡°Yo no puedo arreglar la rotura de la cadena de oferta. Somos conscientes de eso¡±. El comentario de Powell es un mensaje para que los Gobiernos act¨²en compensando las p¨¦rdidas de ingresos de los trabajadores y de las empresas afectadas, y los mayores gastos que trae la enfermedad. El riesgo es que las instituciones europeas se comporten de forma similar a como lo hicieron con la crisis de la deuda soberana en 2010. En aquella ocasi¨®n utilizaron la ideolog¨ªa de la austeridad fiscal para maniatar a los pa¨ªses que necesitan mayor margen de gasto social. Fue un error inconcebible e imperdonable. Ahora lo reconocen. Pero el impulso que ese error dio a la extrema derecha, al populismo autoritario y al nacionalismo es irreparable.
El coronavirus va a servir de test para comprobar si las instituciones europeas han aprendido la lecci¨®n del error de 2010. Dado que no hay mal que por bien no venga, quiz¨¢ puede ser el justificante para cambiar una ideolog¨ªa presupuestaria nefasta para el bien com¨²n. La primera respuesta de la UE a la demanda del Gobierno de Italia para aumentar el gasto sanitario y social es esperanzadora.
El coronavirus es tambi¨¦n un test para las empresas. Permitir¨¢ evaluar el grado de digitalizaci¨®n que han alcanzado. Aquellas que han avanzado podr¨¢n mantener su actividad permitiendo que sus directivos no viajen y que sus empleados trabajen desde casa. Naturalmente, no todas tienen esta opci¨®n. ?Imaginan empleados de una factor¨ªa, un hotel, un restaurante o de servicios a domicilio trabajar desde casa? En estos casos, el riesgo es forzar a los trabajadores a elegir entre cuidar su salud o acudir al trabajo para mantener su salario.
Ser¨¢ tambi¨¦n un test para la nueva orientaci¨®n ¨¦tica del capitalismo. En los ¨²ltimos meses se han publicado varios manifiestos firmados por altos ejecutivos haciendo acto de contrici¨®n por haber dirigido sus empresas en beneficio ¨²nicamente de los accionistas. Se comprometen a partir de ahora a gestionarlas en beneficio de todos los interesados, en particular de sus empleados. El coronavirus va a ser un test para ver si esta nueva orientaci¨®n ¨¦tica es ret¨®rica hip¨®crita o convicci¨®n sincera. Tendremos ocasi¨®n de ir viendo los resultados que obtienen los Gobiernos y las empresas en estos test que plantea el coronavirus.
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