Es el momento de ampliar el contrato social
La pandemia crea un momento favorable para esta ampliaci¨®n. Pedro S¨¢nchez puede liderarla
La crisis del coronavirus COVID-19 es un drama de proporciones b¨ªblicas. El contagio, las muertes, el distanciamiento y confinamiento, el cierre de lugares p¨²blicos y empresas son situaciones que nunca hab¨ªamos experimentado. No es extra?o que la estemos viviendo como una situaci¨®n apocal¨ªptica que trae miedo, ansiedad y desasosiego.
Estas ¨¦pocas acostumbran a provocar dos tipos de reacciones. Por un lado, sentimientos de expiaci¨®n por lo que habr¨ªamos hecho mal. Por otro, movimientos moralizadores: del capitalismo, de la globalizaci¨®n, de la sociedad, de la democracia.
Estas reacciones, muy humanas, tienen dos riesgos. Por un lado, fomentan la huida hacia delante, olvidando que para muchos espa?oles llegar a ma?ana es lo m¨¢s importante. Por otro, alimentan un exceso de expectativas sobre cambios futuros, que de no poder ser satisfechas aumentar¨¢n la frustraci¨®n y las pulsiones pol¨ªticas autoritarias.
Sin duda veremos cambios: en la forma de gobernar las empresas, aunque el capitalismo seguir¨¢ existiendo; en la forma de operar de las cadenas globales de producci¨®n, aunque la globalizaci¨®n se mantendr¨¢; en una mayor intervenci¨®n del Estado en la econom¨ªa, aunque los mercados seguir¨¢n siendo fundamentales para la innovaci¨®n y la creaci¨®n de riqueza; avances en la UE, aun cuando permanecer¨¢ la resistencia de los pa¨ªses del Norte a la solidaridad compartida. Tiempo habr¨¢, sin embargo, para analizar esos cambios. Perm¨ªtanme centrarme hoy en la oportunidad que trae la pandemia para completar nuestro contrato social en favor de aquellos que m¨¢s lo necesitan.
Seg¨²n el ¡°Observatorio continuo sobre la crisis del coronavirus¡± de Metroscopia, el 92 % de los espa?oles (es decir, todos) apoyan unos nuevos ¡°Pactos de la Moncloa¡± como los que en 1977 firmaron las principales fuerzas pol¨ªticas, patronales y sindicatos. Fue, adem¨¢s de un acuerdo para la estabilizaci¨®n de la econom¨ªa, un contrato social: las ¡°izquierdas¡± legitimaron el sistema de econom¨ªa de mercado y las ¡°derechas¡± aceptaron apoyar la creaci¨®n de un nuevo Estado social. Pero, a la vez, el 72 % no lo ven posible por el clima partidista. La encuesta no pregunta por el contenido que tendr¨ªa hoy un pacto as¨ª. En todo caso, yo me encuentro entre el 18 % que piensa que es posible hacer algo en esta l¨ªnea.
La pandemia crea un momento favorable para la ampliaci¨®n del contrato social hacia las personas y familias en situaci¨®n de pobreza, pero que no est¨¢n protegidas por el estado del bienestar. Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs europeo que no tiene una prestaci¨®n de ¨²ltimo recurso contra la pobreza. Esto contribuye a que seamos el pa¨ªs en el que m¨¢s ha crecido la desigualdad.
Para erradicar la pobreza hemos de cambiar la forma como luchamos contra ella, pasando de la l¨®gica de la solidaridad a la de los derechos. Las prestaciones de pobreza de todas las administraciones -central, auton¨®micas y locales- est¨¢n vinculadas, de una u otra forma, a los mecanismos de solidaridad de la Seguridad Social. Pero la pobreza es una realidad en s¨ª misma, al margen de que se tenga o no empleo. No padecer pobreza es un derecho de ciudadan¨ªa que hay que financiar con impuestos. Es lo que hicimos con la sanidad: de estar vinculada a la l¨®gica de solidaridad de la Seguridad Social pas¨® a ser contemplada como un derecho, y financiada con los impuestos.
La ampliaci¨®n del contrato social es la mejor forma de responder al aumento de pobreza y desigualdad que trae la crisis Covid-19. Con dos pol¨ªticas inmediatas: la universalizaci¨®n y gratuidad de la ense?anza preescolar y la implementaci¨®n de una renta b¨¢sica nacional contra la pobreza.
Esa ampliaci¨®n del contrato social tendr¨¢ dos efectos positivos. Por un lado, aliviar¨¢ la vida de los m¨¢s fr¨¢giles y har¨¢ que nuestro pa¨ªs deje de liderar el ranking de pobreza. Por otro, favorecer¨¢ el apoyo de los ¡°socios del norte¡± a los mecanismos de solidaridad. No es sensato pedirles que sean solidarios si ven que nuestro gasto social y esfuerzo fiscal es inferior al suyo. Cuando homogenicemos este esfuerzo surgir¨¢ un margen mayor para la solidaridad europea.
La pandemia crea un momento favorable para la ampliaci¨®n del contrato social. El presidente Pedro S¨¢nchez puede liderarla. La mayor¨ªa de los dirigentes pol¨ªticos y sociales probablemente la apoyar¨¢n. Despu¨¦s, puede extenderse a otros ¨¢mbitos: empresa; medidas de protecci¨®n del empleo y las pyme; salidas al confinamiento; impulso al sector sanitario, salud y cuidados; nueva pol¨ªtica industrial, de innovaci¨®n y turismo; cambio clim¨¢tico; prosperidad territorios. Pero eso es para ¡°el d¨ªa despu¨¦s¡±. Hoy, lo urgente es ayudar a las familias a llegar a ma?ana sin cicatrices.
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