El premio Nobel y la evaluaci¨®n causal de las pol¨ªticas p¨²blicas
Angrist, Card e Imbens han impulsado un cambio de paradigma que ha transformado la ciencia econ¨®mica y otras disciplinas
El recientemente anunciado premio Nobel de Econom¨ªa ha reconocido la contribuci¨®n de tres distinguidos economistas, Josh Angrist, David Card y Guido Imbens, a revolucionar la investigaci¨®n emp¨ªrica en econom¨ªa. Durante d¨¦cadas, la ciencia econ¨®mica fue predominantemente te¨®rica. En la d¨¦cada de los 80, los economistas desconfiaban de los estudios emp¨ªricos. El economista Edward Leamer dec¨ªa ¡°Pr¨¢cticamente nadie se toma en serio el an¨¢lisis emp¨ªrico. O mejor dicho, nadie se toma en serio en an¨¢lisis emp¨ªrico que realizan los dem¨¢s.¡±
Los economistas premiados este a?o lideraron lo que se conoce como ¡°la revoluci¨®n de credibilidad¡± del an¨¢lisis emp¨ªrico. Mediante el uso de experimentos naturales y t¨¦cnicas econom¨¦tricas transparentes, estos economistas produjeron estudios emp¨ªricos mucho m¨¢s convincentes de los que se ven¨ªan realizando hasta entonces. La clave de su ¨¦xito radic¨® en poner el foco en medir relaciones causales. Por ejemplo, desde su punto de vista, documentar que las personas con mayor nivel educativo suelen tener mayores salarios no era tan interesante como medir el efecto causal de la educaci¨®n en la productividad y los salarios.
Medir relaciones causales nos ayuda a entender mejor el mundo en el que vivimos. Las ciencias sociales no s¨®lo deben aspirar a documentar como diferentes variables fluct¨²an al un¨ªsono sino tambi¨¦n a averiguar los factores que determinan, en un sentido causal, la realidad que observamos. El cambio de paradigma impulsado de los premiados, no s¨®lo ha transformado la ciencia econ¨®mica, sino tambi¨¦n otras disciplinas, como por ejemplo la ciencia pol¨ªtica.
?C¨®mo consiguen los premiados medir relaciones causales en el mundo complejo en el que vivimos? La clave de su enfoque consiste en intentar aproximar lo que llamamos ¡°contraf¨¢ctico¡±. Usando como ejemplo uno de los estudios de los premiados, supongamos que queremos estudiar el efecto de la subida del salario m¨ªnimo que tuvo lugar en New Jersey en 1992. Para medir el efecto causal en el empleo, deber¨ªamos poder comparar el empleo observado con el nivel de empleo que hubiese resultado si la reforma no hubiese tenido lugar. Este segundo componente es lo que llamamos contraf¨¢ctico. Aunque el contraf¨¢ctico es, por definici¨®n, inobservable existen maneras de medirlo indirectamente. Card y Krueger lo aproximaron usando el empleo en el estado vecino de Pennsylvania donde no hubo cambio en el salario m¨ªnimo. Encontrar maneras rigurosas de aproximar el contraf¨¢ctico, no es perseguir un objetivo et¨¦reo como algunos cr¨ªticos apuntan. Es una de las pocas herramientas tienen las ciencias sociales para distinguir entre correlaci¨®n y causalidad en el mundo complejo en el que vivimos.
Poder medir efectos causales en la econom¨ªa y sociedad tiene tambi¨¦n una ventaja importante: la evaluaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas. Una administraci¨®n eficiente, no s¨®lo deber¨ªa perseguir implementar las pol¨ªticas en tiempo y forma, sino tambi¨¦n concentrar esfuerzos en aquellas medidas que generen mayores efectos positivos en el bienestar de los ciudadanos. Aunque las administraciones p¨²blicas en Espa?a son cada vez m¨¢s conscientes de los beneficios de la evaluaci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas, la realizaci¨®n de evaluaciones de impacto sigue siendo minoritaria en nuestro pa¨ªs. El reciente Bar¨®metro de la Evaluaci¨®n de las Pol¨ªticas P¨²blicas, indica que la mayor¨ªa de evaluaciones de pol¨ªticas p¨²blicas en Espa?a se centran en aspectos de cumplimiento de procedimientos legales, pero no aspiran a medir el impacto causal de las diferentes medidas. Seg¨²n un informe de la OCDE, Espa?a tambi¨¦n est¨¢ a la cola de los pa¨ªses de nuestro entorno en relaci¨®n a c¨®mo las mediciones del impacto de las pol¨ªticas p¨²blicas afectan a las decisiones presupuestarias.
Nuestro pa¨ªs deber¨ªa seguir avanzando en fomentar la cultura de la evaluaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas. En primer lugar reconociendo que la medici¨®n del impacto causal de una pol¨ªtica p¨²blica nada tiene que ver con la evaluaci¨®n de la calidad del proceso de implementaci¨®n de dicha pol¨ªtica. Aunque ambas acciones son necesarias, la evaluaci¨®n de proceso no nos debe dar una falsa impresi¨®n de que sabemos el efecto causal de la pol¨ªtica p¨²blica. En segundo lugar reconociendo que la evaluaci¨®n causal de las pol¨ªticas p¨²blicas pasa por la realizaci¨®n de experimentos aleatorios, y en caso de no ser viables o deseables, por el dise?o riguroso de t¨¦cnicas que nos permitan aproximar contraf¨¢cticos, como lo son las desarrolladas por los recientes ganadores del premio Nobel. En tercer lugar, promoviendo una sociedad civil activa, que reclame que el dinero de los contribuyentes se destine en mayor medida a aquellas medidas que han demostrado tener un mayor impacto causal en el bienestar de los ciudadanos.
M¨®nica Mart¨ªnez Bravo es profesora de Econom¨ªa en CEMFI y reciente ganadora del premio del Banco Sabadell a la mejor economista menor de 40 a?os en Espa?a.
En Twitter: @Mmbravo_es
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