El arbitraje espa?ol se viste de gala
A los 40 a?os de su implantaci¨®n, empresas y juristas lo consideran el procedimiento id¨®neo para facilitar la labor mercantil y la seguridad jur¨ªdica
El pasado mi¨¦rcoles, en el pomposo y remodelado Hotel Ritz de Madrid, la C¨¢mara de Comercio de Espa?a reuni¨® a la cr¨¨me de la abogac¨ªa mercantil del pa¨ªs para celebrar el 40 aniversario de la Corte Espa?ola de Arbitraje (CEA). La cena de gala organizada con tal motivo sirvi¨®, aunque las medidas anticovid limitaron el aforo, para juntar a algo m¨¢s de un centenar de profesionales (un 20% mujeres). Por un lado, responsables jur¨ªdicos de grandes empresas; por otro, representantes de los principales despachos y consultoras. Es decir, contratadores y contratados, entre los que existe unos vasos comunicantes muy enriquecedores.
¡°Los valores que caracterizan al arbitraje (imparcialidad, flexibilidad y transparencia) lo convierten en un procedimiento id¨®neo para favorecer la actividad empresarial y aportarle seguridad jur¨ªdica¡±, sentenci¨® el presidente de la C¨¢mara, Jos¨¦ Luis Bonet, que resalt¨® tambi¨¦n la agilidad para solventar conflictos (est¨¢n obligados por ley a dictar laudo en menos de seis meses) frente a la media de cuatro a?os de un procedimiento judicial. ¡°Esta rapidez permite un considerable ahorro de costes y de tiempo, un activo de enorme valor¡±, destac¨® el tambi¨¦n presidente de Freixenet, que, tras volver a pedir la colaboraci¨®n p¨²blico-privada tambi¨¦n aqu¨ª, a?adi¨®: ¡°En el ¨¢mbito mercantil rige el principio de autonom¨ªa de la voluntad de las partes y precisamente el proceso de resoluci¨®n de disputas que mejor se adapta es el arbitraje, dado que permite adaptar el procedimiento a sus necesidades¡±.
Los ¨¢rbitros son en su gran mayor¨ªa abogados y juristas con experiencia. Son ellos ¡°los que manejan las relaciones empresariales, los contratos y las cl¨¢usulas, que son las verdaderas normas que las determinan¡±, dijo Bonet. Alguien le coment¨® que all¨ª estaba agrupado gran parte del PIB espa?ol. No hab¨ªa presidentes ni primeros ejecutivos de empresas, no era noche para ellos; era para sus secretarios generales o directores de la asesor¨ªa jur¨ªdica, suficientes para representar el poder¨ªo. Los empresarios se los rifan, quieren sentar a los mejores a su lado en el consejo de administraci¨®n. Ellos son los que les cantan al o¨ªdo los secretos de la letra peque?a, los que les aconsejan en las operaciones de ventas y adquisiciones y los que, en definitiva, tambi¨¦n deciden la contrataci¨®n de los despachos de sus colegas para labores de asesor¨ªa. Gente que no suele salir en las fotos, pero cuyo peso espec¨ªfico resulta fundamental.
No hubo mucha presencia de pol¨ªticos. Entre los pocos, dos hombres del gremio, el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, y el consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique L¨®pez, que hizo mutis tras haber intervenido. Tambi¨¦n estaba el exministro de Justicia Rafael Catal¨¢, hoy en el Centro Espa?ol de Mediaci¨®n.
Los asistentes tuvieron oportunidad para hacer corrillos e intercambiar impresiones con mascarilla tras tanto tiempo de contactos en remoto. Por all¨ª se mov¨ªan representantes del Banco Santander, CaixaBank, Repsol, Cepsa, Telef¨®nica, Naturgy, Iberdrola, Enag¨¢s, Ferrovial, Sacyr, Mapfre, Mutua, Aena, Indra, Suez, Mercadona, T¨¦cnicas Reunidas, Meli¨¢, Mediaset, RTVE, Prisa, Carrefour, Siemens Gamesa, Real Madrid¡ Tambi¨¦n de patronales como la bancaria y la el¨¦ctrica. Apenas falt¨® despacho de abogados que se precie (Ur¨ªa, Cuatrecasas, Cliffort Chance, Linklaters, Albi?ana, Baker and Mackinsey, P¨¦rez-Llorca, Roca Junyent, Ram¨®n y Cajal, Armesto, Zurbano¡) ni consultoras como Deloitte o PWC.
El arbitraje comercial lleg¨® a Espa?a, impulsado por la C¨¢mara (entonces Consejo Superior de C¨¢maras), con el objetivo de contribuir a mejorar la competitividad de las empresas en un momento en que apenas estaba implantado. La Ley de Arbitraje de 1988 permiti¨® el desarrollo y la de 2003 acab¨® de situar la legislaci¨®n espa?ola entre las m¨¢s avanzadas. ¡°En paralelo, Espa?a se ha dotado de una moderna infraestructura judicial, que garantiza el cumplimiento de los laudos con pautas uniformes y bien definidas¡±, seg¨²n la presidenta de la CEA, Elena Otero-Novas. Hasta el punto de que el Tribunal Constitucional ha remarcado que las resoluciones arbitrales no pueden ser anuladas en v¨ªa judicial por motivos de fondo.
Adem¨¢s, desde 2019, las empresas cuentan con el Centro Internacional de Arbitraje de Madrid (CIAM), creada por tres competidores en el mercado nacional (la CEA, la Corte de Arbitraje de Madrid y la Corte Civil y Mercantil) para aupar a Espa?a como centro internacional de resoluci¨®n de conflictos comerciales y proporcionar una herramienta adicional al proceso de internacionalizaci¨®n.
La implantaci¨®n del arbitraje es una realidad que ha llevado a formar el Club Espa?ol del Arbitraje, de la que forman parte m¨¢s de 1.200 socios de medio centenar de pa¨ªses. El embri¨®n fue la Corte Espa?ola de Arbitraje, que sirvi¨® de impulsora de este mecanismo alternativo de resoluci¨®n de conflictos.
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