Cambio cena de Navidad por cesta de regalos
Algunas empresas cancelan eventos por el repunte de la covid y destinan ese importe a lotes de productos para sus empleados
A toda m¨¢quina trabajan estos d¨ªas las empresas que elaboran las cestas de Navidad. Todo el engranaje funciona a pleno pulm¨®n y con precisi¨®n de relojero. Etiquetar, colocar, envasar, paletizar, flejar, decorar y, finalmente, distribuir. Aunque se han adelantado muchos pedidos por temor a la falta de suministro y a la anunciada huelga de transportistas, las pr¨®ximas semanas son cruciales para la cuenta de resultados de un sector que factura 400 millones de euros y prev¨¦...
A toda m¨¢quina trabajan estos d¨ªas las empresas que elaboran las cestas de Navidad. Todo el engranaje funciona a pleno pulm¨®n y con precisi¨®n de relojero. Etiquetar, colocar, envasar, paletizar, flejar, decorar y, finalmente, distribuir. Aunque se han adelantado muchos pedidos por temor a la falta de suministro y a la anunciada huelga de transportistas, las pr¨®ximas semanas son cruciales para la cuenta de resultados de un sector que factura 400 millones de euros y prev¨¦ un aumento del 10% este a?o. Y quiz¨¢ algo m¨¢s. El repunte de la covid y la amenaza de la variante ¨®micron est¨¢n disparando los pedidos de un negocio que el gerente de Sadival, Antonio Gea, califica de ¡°maduro y estable¡±, pero tambi¨¦n de ¡°atomizado y estacional¡±.
¡°Son d¨ªas de mucha faena porque trabajamos a demanda para un gran n¨²mero de clientes en un corto espacio de tiempo¡±, manifiesta Alicia Izquierdo, trabajadora en la cadena de montaje de Sadival. ¡°Vamos contra reloj por la cancelaci¨®n de comidas y cenas de Navidad y se multiplican los pedidos. Hacemos al d¨ªa de 80 a 100 cajas llanas y cerca de 50 cestas de dos pisos¡±. Y a?ade: ¡°Es un trabajo bonito por la alegr¨ªa que repartes. Sobre todo cuando empleados de las compa?¨ªas nos comunican que las donemos a los centros de beneficencia o las reciben familias que llegan dif¨ªcilmente a fin de mes¡±.
Aunque el gerente de Sadival reconoce ¡°mucha incertidumbre¡±, apunta ¡°mayor movimiento y a una actitud m¨¢s positiva de los clientes¡±. ¡°Las empresas quieren agradecer a sus empleados sus esfuerzos en esta pandemia. Incluso contamos con entidades debutantes en la cesta corporativa, ante el aumento de casos por coronavirus que se est¨¢ produciendo¡±. As¨ª estima un incremento del 15% en sus ventas. ¡°Hemos pasado de un pedido medio de 100 euros en 2020 al doble, a 200 euros este a?o¡±, sostiene Gea.
Si las grandes corporaciones han adelantado sus pedidos, el arranque de la campa?a de diciembre lo completan empresas medianas y peque?as que se suman a la cesta corporativa. Desde otra de las grandes firmas del sector, Lotes de Espa?a, confirman esta semana un repunte de pedidos: ¡°Hemos recuperado la facturaci¨®n de 2019 y seguramente la superaremos¡±, manifiesta su responsable de marketing, Pepa Alarc¨®n. Apunta a unas previsiones de facturaci¨®n de 5 millones de euros y 400.000 unidades comercializadas. ¡°Vendemos en todos los sectores. El cliente par?ticular gasta unos 80 euros por cesta y las empresas destinan una media de 50 euros por empleado. Hay entidades que llegan a gastar 200.000 euros en su plantilla¡±.
Alarc¨®n aprovecha para desmitificar la ¡°falsa y extendida idea¡± de que ¡°en este negocio s¨®lo se trabaja los ¨²ltimos meses del a?o¡±. ¡°En abril comenzamos a recepcionar las ofertas de los proveedores. En los sucesivos meses se avanza en fotografiar, componer, hacer cat¨¢logos, imprimir, comenzar a vender y actualizar web. Tras la campa?a navide?a, en enero y febrero nos volcamos en devoluciones, cobros, deshacer lotes y emitir informes¡±, explica. ¡°De no prepararse as¨ª, ser¨ªa un desastre, porque es un segmento que exige mucha anticipaci¨®n para dar la mejor cara en plena campa?a¡±.
El Corte Ingl¨¦s anuncia tambi¨¦n ¡°un buen inicio de campa?a¡± porque, al haber comenzado antes, las grandes compa?¨ªas ya han hecho sus pedidos y las previsiones ¡°nos pueden llevar a las cifras de 2019¡å. La compa?¨ªa destaca el fuerte incremento de pedidos de cestas de las pymes actualmente.
El sector de las cestas, regalos y lotes de Navidad se compone de 300 empresas y est¨¢ liderado por una decena de compa?¨ªas focalizadas exclusivamente en ¨¦l, otras muchas m¨¢s peque?as y aquellas que lo compatibilizan con una primera actividad, como alimentaci¨®n y distribuci¨®n, pero tambi¨¦n entidades con fines solidarios.
Fines solidarios
Estos d¨ªas tambi¨¦n trabaja sin descanso el personal de otras organizaciones como la Fundaci¨®n Juan XXIII al recibir ¡°una avalancha de pedidos¡±. Concepto por el que facturan 4 millones de euros. ¡°A comienzo de semana vamos ya por 4,5 millones¡±, apunta Victoria Gonz¨¢lez, gerente de marketing promocional de la entidad. ¡°Las empresas con muchos empleados quieren prevenir posibles contagios y est¨¢n optando por cestas o regalos navide?os en lugar de copas o cenas de empresa¡±. Y agrega: ¡°Hay empleados que prefieren donar sus cestas y otros que destinan esa partida econ¨®mica que les regala la empresa a una acci¨®n solidaria u ONG que nos indican¡±.
Entre las entidades que optan por regalar cestas solidarias ¡°las hay que lo hacen por responsabilidad y otras porque lo exige la ley¡±, prosigue Gonz¨¢lez. La Ley General de Discapacidad obliga a empresas con m¨¢s de 50 trabajadores a contribuir a la inserci¨®n laboral de las personas con discapacidad. Algo que deben hacer contratando a un 2% de su plantilla. En el caso de que no los puedan emplear por causas ¡°inherentes a la producci¨®n, organizaci¨®n, t¨¦cnico o econ¨®mico¡±, cita textualmente la ley, podr¨¢n efectuar donaciones o contratar sus servicios. En este ¨²ltimo supuesto, ¡°las empresas recurren a fundaciones como la nuestra para que los ingresos que percibimos por el encargo de sus cestas reviertan en el mantenimiento de los puestos de trabajo de las personas con discapacidad que trabajan aqu¨ª o en su formaci¨®n profesional¡±, explica Gonz¨¢lez.
Encargar cestas de convento es otra acci¨®n solidaria. Sus ingresos se destinan al mantenimiento de los monasterios, en total 750, repartidos por Espa?a. Para ello, fundaciones como Contemplare ejercen de intermediarias entre estos monasterios y las empresas que demandan sus lotes navide?os. ¡°Nos llegan pedidos a diario. Tenemos 100.000 cajas de producto, procedentes de 120 monasterios y conventos, viajando por todo el mapa hasta nuestra fundaci¨®n. Aqu¨ª confeccionamos las cestas de Navidad y las distribuimos a clientes y empleados¡±, apunta su directora, Alejandra Salinas.
Los pedidos m¨¢s voluminosos provienen de universidades privadas, bancos y hospitales. En otros casos, como Inditex, recurren a la compra todos los a?os de producto a granel para incluirlo despu¨¦s en las cestas que combinan ellos mismos. O como Carrefour, que prepara lineales y expositores con los productos elaborados por monjas y monjes para la venta directa. El coste medio de las cestas es de 60 euros, aunque se pueden adquirir de 30 a 160 euros. ¡°Cada compra es una enorme ayuda a los monasterios. Los pedidos de empresas suponen ox¨ªgeno para todo el a?o¡±, concluye Salinas.
Los or¨ªgenes
Poco ha trascendido sobre el origen de la tradición por la que los trabajadores reciben de sus empleadores un regalo navideño para felicitarles las fiestas. En España arranca en el siglo XIX, cuando las empresas públicas, a modo de obsequio y acompañado por la paga extra de Navidad, entregaban a sus empleados una cesta con típicos productos navideños. La tradición fue adoptada también por la empresa privada en el siglo XX.
Sin embargo, su verdadero origen se encuentra nada menos que en la sociedad romana, cuando las personas más desfavorecidas se ponían al servicio de un patrón que les brindaba cobijo y sustento. A estas personas se las denominaba clientes y al final del año recibían un cesto con comida que se les entregaba en un pequeña ceremonia. A este hábito, que se hizo costumbre y luego tradición, se le conoció como sportula.