Vintae: la bodega de m¨²ltiples tent¨¢culos que quiere conquistar ?frica

Presume de no ser un grupo vin¨ªcola al uso, con un punto de rebeld¨ªa en todo lo que hace, incluso, con una pizca de irreverencia en su forma de comunicar y en sus atrevidas etiquetas. Una combinaci¨®n aderezada con algunas cr¨ªticas al perfil de los vinos que comercializa. Su historia empez¨® como en muchas otras bodegas de La Rioja, en la que el legado de elaborar vinos pasa de generaci¨®n en generaci¨®n. Una historia que, en este caso, tiene dos etapas definidas, en las que dos generaciones de la familia...

Presume de no ser un grupo vin¨ªcola al uso, con un punto de rebeld¨ªa en todo lo que hace, incluso, con una pizca de irreverencia en su forma de comunicar y en sus atrevidas etiquetas. Una combinaci¨®n aderezada con algunas cr¨ªticas al perfil de los vinos que comercializa. Su historia empez¨® como en muchas otras bodegas de La Rioja, en la que el legado de elaborar vinos pasa de generaci¨®n en generaci¨®n. Una historia que, en este caso, tiene dos etapas definidas, en las que dos generaciones de la familia Arambarri, propietaria del grupo al 90% (el resto est¨¢ en manos del equipo de la bodega), ha comandado su desarrollo. La primera comenz¨® con Jos¨¦ Arambarri, un emprendedor nacido en los a?os cuarenta, que en cuanto pudo sali¨® de su pueblo y, tras poner en pie negocios de construcci¨®n e inmobiliarias en Logro?o, decidi¨® volver a elaborar vino. Compr¨® bodega y vi?edos y levant¨® proyectos como la gama de tintos Hacienda L¨®pez de Haro o Maetierra, sus dos primeras marcas, con una inversi¨®n de m¨¢s de 10 millones de euros.

En 2008, la enfermedad de Jos¨¦ Arambarri da paso forzoso a la segunda generaci¨®n. Un legado capitaneado por el veintea?ero Richi Arambarri, el peque?o de sus tres hijos, que ve necesaria una renovaci¨®n para hacer viable la compa?¨ªa. ¡°La empresa estaba dise?ada para crecer, era un proyecto ambicioso con grandes inversiones en marcha. No hab¨ªa lugar para el error y la competencia era grande, as¨ª que sacamos vinos comerciales, agresivos y empezamos a viajar para vender¡±, explica Arambarri.

Esta nueva etapa los ha llevado a estar presentes en 14 denominaciones de origen, con zonas clave como La Rioja, su centro neur¨¢lgico; Navarra, o Castilla y Le¨®n. ¡°El resto repartido en otros lugares, como Galicia con vinos de albari?o o treixadura; el Pa¨ªs Vasco, con chacol¨ª, o Arag¨®n, con el Proyecto Garnachas, son apuntes que acompa?an a nuestra empresa¡±, asegura el directivo. De hecho, el crecimiento de Vintae discurre en paralelo a marcas como Hacienda L¨®pez de Haro en La Rioja, Matsu en Toro (Zamora) o Bardos en la zona burgalesa de la Ribera del Duero.

Reconoce que han vuelto a su origen, a La Rioja. ¡°Hemos de consolidar lo que tenemos y la ¨²nica manera de conseguirlo es evitar la dispersi¨®n, que te hace perder el foco¡±, asegura. Aun as¨ª, nunca est¨¢n al margen de dar un nuevo salto fuera de su zona de confort. ¡°Siempre estamos con la oreja puesta, aunque no busquemos de forma activa. Nos llaman para ofrecernos oportunidades, pero siempre en Espa?a¡±. Una aseveraci¨®n esta ¨²ltima que deriv¨® de una mala experiencia internacional, en el sur de Chile, donde llegaron de la mano de un amigo. Fue un proyecto con posibilidades vin¨ªcolas, pero que tuvieron que abandonar por falta de viabilidad. ¡°Afortunadamente no hab¨ªamos realizado inversiones en la compra de bodega ni de vi?as¡±, comenta Arambarri.

Sus cifras

El grupo tiene tres bodegas en propiedad en San Vicente de la Sonsierra y Calahorra (La Rioja) y en Zurukoain (Navarra), adem¨¢s de dos m¨¢s en Toro y Burgos, donde asumen la gesti¨®n integral. Cultiva 300 hect¨¢reas de vi?edo propio, de las que m¨¢s del 50% est¨¢n en La Rioja, seguidas por Navarra y Arag¨®n. Cuenta con 80 empleados, responsables de la venta de m¨¢s de seis millones de botellas al a?o entre todas sus referencias, que elaboran adem¨¢s de con su propia uva, con la que llega a trav¨¦s de m¨¢s de 100 viticultores a los que compran la materia prima.

En 2020, la bodega cerr¨® con unos ingresos de 31 millones de euros, un 20% menos que el ejercicio anterior. Un a?o en el que se resinti¨® el negocio, pero que salvaron gracias a la exportaci¨®n, que se elev¨® hasta el 47%, un 15% m¨¢s que en 2019; una cifra que seg¨²n el directivo se mantendr¨¢ en el actual ejercicio. Las previsiones para el cierre de 2021 apuntan a un crecimiento del 30%, con una facturaci¨®n pr¨®xima a los 40 millones de euros.

Exportan a m¨¢s de 70 pa¨ªses con la marca Matsu, de Toro, como l¨ªder de ventas en este apartado, con m¨¢s de un 70% de su producci¨®n, y en general sus vinos tienen en el Reino Unido su principal destino. ¡°De momento no hay problemas con el Brexit, aunque se ven cambios, pero seguimos creciendo¡±, asegura Arambarri. Tambi¨¦n han apostado por abrir nuevos mercados en pa¨ªses como Nicaragua, Honduras, Venezuela y en el sudeste asi¨¢tico. ¡°Todav¨ªa tenemos ?frica como un territorio por conquistar. Lo intent¨¦ en Kenia pero no cuaj¨®. Es un pa¨ªs centrado en vinos econ¨®micos y los que se venden caros son franceses. Para los espa?oles de precio alto es dif¨ªcil¡±, a?ade.

Sus ventas en Espa?a est¨¢n centradas en el canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeter¨ªas), con un 70% frente al 30% de clientes minoristas, pero tambi¨¦n han apostado por la venta digital. ¡°En 2020 estimamos que la facturaci¨®n nacional online fue de un 10%, mientras que en 2019 estaba por debajo del 2%¡±, apunta. Aunque tienen tienda propia, el directivo comenta que la mayor parte de la caja llega desde distribuidores online ajenos.

En los ¨²ltimos tres a?os han desembolsado 800.000 euros en I+D+i. Una inversi¨®n que ha derivado en proyectos como Vi?edos El Pacto, en el Alto Najerilla y en La Sonsierra (La Rioja), para vinos tintos y blancos, con el reto de recuperar la esencia de la zona, y en un espumoso que ver¨¢ la luz en 2022. ¡°Es un proyecto peque?o pero ambicioso, del que haremos 15.000 botellas¡±, concreta.

Presume de hacer sus 47 vinos con una m¨ªnima intervenci¨®n, con elaboraciones respetuosas con el medio ambiente, donde reflejan el esp¨ªritu de la vi?a. Aun as¨ª, de momento, solo un 10% de su producci¨®n se cuelga el cartel de ecol¨®gico y otro tanto el de natural, vinos estos ¨²ltimos que se definen por no a?adir ning¨²n tipo de aditivo que asegure su buena conservaci¨®n. Unos porcentajes que, seg¨²n Arambarri, responden a la enorme burocracia que rodea al mundo del vino.