Por qu¨¦ enloquecen las materias primas con la invasi¨®n de Ucrania
Los precios de los metales industriales m¨¢s importantes y de algunos alimentos se disparan tras el ataque ruso
La invasi¨®n rusa en Ucrania se sienta a la mesa. Los precios de algunas materias primas que consumimos a diario (como el trigo, ma¨ªz o la soja) est¨¢n llegando a m¨¢ximos hist¨®ricos o niveles que no vemos desde hace una d¨¦cada. Lo mismo sucede con otros materiales relacionados con la industria (como el paladio, cobre, n¨ªquel y aluminio) o ...
La invasi¨®n rusa en Ucrania se sienta a la mesa. Los precios de algunas materias primas que consumimos a diario (como el trigo, ma¨ªz o la soja) est¨¢n llegando a m¨¢ximos hist¨®ricos o niveles que no vemos desde hace una d¨¦cada. Lo mismo sucede con otros materiales relacionados con la industria (como el paladio, cobre, n¨ªquel y aluminio) o los energ¨¦ticos, base de la econom¨ªa moderna. El conflicto b¨¦lico ha puesto la guinda en un mercado en ascuas tras dos a?os de pandemia que ha producido interrupciones en el suministro, escasez en los inventarios, cuellos de botella en el transporte y paralizaci¨®n de la producci¨®n.
¡°En estos momentos, los precios de todas las materias primas son muy vol¨¢tiles y su producci¨®n es incierta¡±, afirma James Maxwell, experto en commodities de la firma australiana Rural Bank. Dos de los ¨ªndices de materias primas de referencia se han disparado en las ¨²ltimas semanas. El S&P GSCI, que monitoriza la evoluci¨®n de los 24 productos b¨¢sicos m¨¢s vendidos en el mundo, ha tocado su mayor nivel en los ¨²ltimos 10 a?os. El Bloomberg Commodity Index ¡ªcompuesto por 23 contratos sobre materias primas f¨ªsicas, desde el crudo hasta el ma¨ªz, pasando por el aluminio o el gas natural¡ª ha avanzado un 8% desde que comenzaron los ataques rusos a Ucrania, situ¨¢ndose en niveles no vistos desde 2014.
¡°Estamos presenciando movimientos hist¨®ricos¡ La comunidad internacional est¨¢ cortando una importante l¨ªnea de suministro de energ¨ªa, metales y cultivos¡±, afirma Olan Hansen, jefe de commodities en Saxo Bank. Rusia y Ucrania juegan un papel determinante en la agricultura global. Los dos pa¨ªses controlan m¨¢s de una cuarta parte del comercio internacional de trigo, casi una quinta parte del ma¨ªz y, en conjunto, dominan el 52% del aceite de girasol del mundo. Ambos aportan un cuarto del comercio global de los cereales, seg¨²n el Consejo Internacional de Cereales. Por eso, cuando la invasi¨®n rusa se concret¨®, los futuros del trigo en el mercado de Chicago, el de referencia, superaron los m¨¢ximos hist¨®ricos, alcanzados en 2008. Mientras, las cotizaciones del ma¨ªz y la soja tocaron su nivel m¨¢s alto desde 2012.
El acopio mundial no se ha hecho esperar. Moldavia, Hungr¨ªa, Serbia, Argentina, Indonesia y Turqu¨ªa, y otras naciones m¨¢s, ya han restringido la venta de algunos cereales para salvaguardar su suministro. Otros pa¨ªses se han puesto en vilo: L¨ªbano (que compra el 90% del trigo que consume a los pa¨ªses en conflicto), Yemen y Egipto (grandes dependientes de los cereales rusos y ucranios). China ha movido ficha: ha levantado todas las restricciones al trigo ruso, limitadas debido a preocupaciones fitosanitarias. China ha sido un gran comprador de ma¨ªz ucranio. El pa¨ªs asi¨¢tico adquiri¨® 8,2 millones de toneladas de Ucrania en 2021, alrededor del 30% del total de sus importaciones. ¡°Es probable que China sea el destino de una variedad de otros productos b¨¢sicos rusos, dadas las sanciones occidentales¡±, advierte Warren Patterson, jefe de materias primas en ING.
¡°La temporada de siembra est¨¢ a la vuelta de la esquina [con la llegada de la primavera], y si el conflicto se prolonga habr¨¢ un gran impacto negativo¡±, destaca Patterson. El Gobierno ucranio hace malabares para mantener su producci¨®n. El presidente, Volod¨ªmir Zelenski, ha dicho que esta primavera, como cualquier otra, se debe hacer una campa?a de siembra en toda regla. ¡°Se trata de la vida, de nuestra vida, de nuestro futuro¡±, ha mencionado. Por el momento, ha exonerado a los trabajadores agr¨ªcolas (que el a?o pasado produjeron una cosecha r¨¦cord de cereales) de la obligaci¨®n de participar en el servicio militar, lo que les permite continuar cultivando.
Por si fuera poco, los agricultores hacen frente tambi¨¦n al aumento del precio de los combustibles y a la escasez de fertilizantes. Rusia es el principal exportador de urea y el segundo de potasa, y junto con Bielorrusia, el aliado del Kremlin, acapara el 40% del mercado de este ¨²ltimo producto. La potasa no solo se utiliza en los fertilizantes. Es omnipresente en los supermercados: se usa en el vino, en la conservaci¨®n de alimentos, en la industria del chocolate y en los alimentos procesados. La incertidumbre de la guerra, sin embargo, no termina all¨ª. De igual forma, ha trastocado algunos metales industriales, claves en diversos sectores: desde la construcci¨®n hasta el automotor y la industria de los alimentos. El aluminio, con el que se hacen latas y diversos utensilios que empleamos a diario, ha marcado un r¨¦cord hist¨®rico superando los niveles alcanzados en 2008. Y no es el ¨²nico con presiones. ¡°La guerra ha vertido petr¨®leo a fuego lento en los mercados¡±, dice en una columna de opini¨®n Andy Home, de Reuters.
Term¨®metro econ¨®mico
El cobre, el term¨®metro de la econom¨ªa mundial, ha alcanzado un m¨¢ximo hist¨®rico. El paladio (empleado en los catalizadores de los veh¨ªculos) tambi¨¦n se ha disparado hasta un nuevo precio r¨¦cord. En Rusia se extrae cerca del 40% de este material. El que se ha llevado la palma ha sido el n¨ªquel. Al inicio de la segunda semana de marzo, su cotizaci¨®n subi¨® un 250% en solo 24 horas. El n¨ªquel (usado para fabricar acero inoxidable y altamente demandado en la industria de las bater¨ªas de los coches el¨¦ctricos) ha rondado en la ¨²ltima d¨¦cada entre los 10.000 y 20.000 d¨®lares por tonelada, pero tras las sanciones a la econom¨ªa rusa y con las existencias en los almacenes rozando m¨ªnimos, el mercado tuvo una primera sacudida: salt¨® hasta los 48.000 d¨®lares. Rusia es el tercer mayor proveedor de n¨ªquel del mundo (detr¨¢s de Indonesia y Filipinas) y representa alrededor de dos tercios de la producci¨®n mundial.
La segunda sacudida vino de la mano de la especulaci¨®n. Los comerciantes, mineros y fabricantes del material siempre han utilizado las cotizaciones para hacer apuestas cortas, es decir, ganar dinero cuando los precios van a la baja. Al ver que sub¨ªan tras las sanciones, buscaron la salida de emergencia para evitar p¨¦rdidas. Este movimiento (en su mayor parte atribuido al magnate chino Xiang Guangda) azuz¨® m¨¢s el p¨¢nico, llevando los precios por arriba de los 100.000 d¨®lares. Ello oblig¨® a la Bolsa de Metales de Londres a suspender las operaciones durante una semana. A estas disrupciones se suman los altos precios energ¨¦ticos.
El petr¨®leo y el gas se han desbocado por completo y con ellos la cotizaci¨®n del carb¨®n. Rusia no solo proporciona a la UE m¨¢s del 40% de su gas natural y una cuarta parte de sus importaciones de petr¨®leo, sino tambi¨¦n casi la mitad de su carb¨®n, seg¨²n la consultora Rystad Energy. Los precios han superado los 400 d¨®lares por tonelada, una cifra nunca antes vista. ¡°El aumento de los precios energ¨¦ticos aumenta los costes productivos de todas las industrias y estas tienen que repercutirlo en precios [al consumidor]¡±, resalta Sergio ?vila, analista de IG. Al final de esta guerra, como en las anteriores, suceder¨¢ lo que dec¨ªa Bertolt Brecht: ¡°Entre los vencidos, el pueblo llano pasaba hambre. Entre los vencedores, el pueblo llano la pasaba tambi¨¦n¡±.