M¨¦xico o la odisea para descansar en el pa¨ªs de las vacaciones
El pa¨ªs, gran receptor de turistas, acaba de elevar a 12 d¨ªas el tiempo de descanso anual de los trabajadores, que solo disfrutaban de 6 desde 1970
M¨¦xico es un pa¨ªs de vacaciones, pero para los otros. Por millones llegan los turistas a los muchos para¨ªsos marinos y terrestres mientras los locales apenas disfrutan de tiempo libre. Desde hace medio siglo no se tocaba la Ley del Trabajo que regulaba seis d¨ªas de descanso laboral al a?o, y cuando los legisladores se han puesto a ello, los empresarios han protestado. Que no les sal¨ªan las cuentas, dijeron. Ni modo: este 2023 ha empezado con una buena noticia:...
M¨¦xico es un pa¨ªs de vacaciones, pero para los otros. Por millones llegan los turistas a los muchos para¨ªsos marinos y terrestres mientras los locales apenas disfrutan de tiempo libre. Desde hace medio siglo no se tocaba la Ley del Trabajo que regulaba seis d¨ªas de descanso laboral al a?o, y cuando los legisladores se han puesto a ello, los empresarios han protestado. Que no les sal¨ªan las cuentas, dijeron. Ni modo: este 2023 ha empezado con una buena noticia: los trabajadores tendr¨¢n 12 d¨ªas consecutivos de vacaciones. No es para echar las campanas al vuelo, pero es el doble de lo que ten¨ªan y una de las pol¨ªticas que ahora exhibe el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Con esta reforma, M¨¦xico se pone a la par con pa¨ªses como Vietnam, Argentina o Mozambique. Entre otros muchos, le sigue superando Tanzania, por ejemplo, que tiene establecidos 20 d¨ªas de recreo. La imagen del mexicano sesteando contra la pared con el sombrero charro calado no puede ser m¨¢s falsa.
La Organizaci¨®n Internacional del Trabajo recomienda 18 d¨ªas de descanso, pero eso era hasta ahora una quimera para los empleados mexicanos, que adem¨¢s son los que m¨¢s tiempo dedican al quehacer remunerado de toda la OCDE: 2.128 horas al a?o frente al promedio de 1.716 del resto del club. El desempe?o del trabajador no tiene, sin embargo, un reflejo en la productividad. Desde los bares hasta los museos, es f¨¢cil ver legiones de contratados que se reparten por cualquier rinc¨®n sin que se sepa a veces a qu¨¦ se dedican concretamente. En una calle cortada donde los alba?iles se afanan en un boquete pueden contarse hasta seis o siete agentes, quiz¨¢ m¨¢s, para regular durante unas horas el escaso tr¨¢fico. Pero eso es otro cantar.
Las familias mexicanas no tienen mucho tiempo para estar con sus hijos, pero los pol¨ªticos les piden que presten m¨¢s atenci¨®n a los ni?os para que no anden vagando toda la tarde por calles que no incitan a ser un angelito. Cada cual hace lo que puede para satisfacer las exigencias de la casa y del patr¨®n, a quien todo le parece poco. En esta negociaci¨®n, que se extendi¨® las ¨²ltimas semanas de 2022, los empresarios fueron a llorar a los diputados porque se les hac¨ªa mucho conceder 12 d¨ªas a sus empleados, as¨ª de golpe. Algunos legisladores prestaron o¨ªdo al cabildeo empresarial y ofrecieron seis d¨ªas consecutivos y los otros seis distribuidos el resto del a?o, de acuerdo con el empleador, es decir, a los pies de los caballos. Finalmente, se dejaron los 12 d¨ªas para que el trabajador disponga de ellos como quiera. El segundo a?o en la empresa sumar¨¢ otros dos d¨ªas de vacaciones y as¨ª sucesivamente hasta alcanzar los 20 d¨ªas anuales para los veteranos.
La mitad de la poblaci¨®n se dedica al empleo informal, as¨ª que las buenas noticias solo son para la otra mitad. Los que arrastran cada ma?ana su puesto ambulante de jugos, tacos o ropa, tendr¨¢n que seguir la rutina de siempre, que son siete d¨ªas de labor en muchos casos. De igual forma, son miles o millones los que cuentan con un empleo remunerado, pero se ven obligados a completar con otra jornada su d¨¦bil econom¨ªa, de modo que se dan esos extra?os h¨ªbridos: maestros taxistas, polic¨ªas tatuadores, enfermeras comerciantes o ingenieros carniceros.
Camino al andar, que dir¨ªa el optimista. Como fuere, los trabajadores estrenan un nuevo a?o pensando ya si esos 12 d¨ªas podr¨¢n compartirlos con los millones de turistas que disfrutan palmeras y arena fina en las costas caribe?as o visitando algunos de los muchos atractivos hist¨®ricos que ofrece el pa¨ªs norteamericano. O todo se quedar¨¢ en una negociaci¨®n bajo el agua con el insaciable patr¨®n, porque M¨¦xico tiene una legislaci¨®n muy avanzada en numerosas materias sobre el papel, pero otra cosa es el d¨ªa a d¨ªa.
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