Informales: el enemigo incorrecto de la econom¨ªa mexicana

Se ha hecho com¨²n culpar a ¡°los informales¡± del bajo crecimiento econ¨®mico y recaudaci¨®n fiscal. Se dice que, mientras el 56% de la poblaci¨®n contin¨²e siendo informal, no habr¨¢ una econom¨ªa bullente.

Hoy quiero retar esta concepci¨®n porque la realidad es m¨¢s compleja. Los datos muestran que la mayor parte de los informales no son culpables de su situaci¨®n de informalidad y que, entre los que s¨ª son culpables, muchos no tienen alternativa pues, de pagar impuestos caer¨ªan en bancarrota. Por ello, es necesario dejar de hablar de ¡°los informales¡± y comenzar a discutir lo que verdaderamente importa: los ¡°generadores de informalidad¡±.

La informalidad se genera, en dos fen¨®menos distintos que no deben confundirse. Por un lado, en la pobreza y la falta de oportunidad para tener un buen empleo o negocio. Por el otro, en personas, negocios o instituciones que evaden el pago de impuestos. Los segundos son casos muchos menos comunes que los primeros.

Para entender la informalidad y c¨®mo combatirla es necesario derrocar dos mitos comunes.

Mitos de la informalidad

El primero mito es los informales son culpables de su condici¨®n de informalidad. No es as¨ª. Por el contrario, la mayor¨ªa de los informales (58%) lo son sin decidirlo. Lo son porque trabajan para personas, empresas o instituciones que no los han formalizado ante el IMSS. En su mayor¨ªa, estas personas que llamar¨¦ ¡°informal-sin-agencia¡± laboran en la agricultura, la construcci¨®n y el trabajo dom¨¦stico.

As¨ª, los verdaderos generadores de este tipo de informalidad son tres tipos de patrones. Primero, empleadores formales que contratan informales. Estos son 1.7 millones de empresas que generan de 8.7 millones de empleos informales en el sector privado o agropecuario. Segundo, familias que contratan a 2.5 millones de trabajadoras del hogar sin prestaciones. Y finalmente, gobiernos o instituciones que contratan un mill¨®n m¨¢s.

Vale la pena mencionar que muchos de los informales-sin-agencia prefieren ser informales porque de otra manera sus salarios ser¨ªan m¨¢s bajos (Ant¨®n et al 2012). As¨ª, en ocasiones la situaci¨®n se genera de mutuo acuerdo entre patr¨®n y trabajador.

El segundo mito que existe sobre la informalidad es que la informalidad es un problema de falta de estado de derecho. Es decir, que la informalidad podr¨ªa terminar si tan solo se aplicara la ley. Esto tampoco es correcto. De hecho, la gran mayor¨ªa de los informales que s¨ª son culpables de su situaci¨®n, y que llamar¨¦ ¡°informales-con-agencia¡±, no tienen recursos suficientes para pagar impuestos y si se aplicara la ley, simplemente se quedar¨ªan sin poder trabajar por caer en bancarrota.

Veamos los datos. En M¨¦xico existen 12.5 millones de informales-con-agencia- de los cuales el 90% son trabajadores por cuenta propia y el resto empleadores. Entre los primeros, el 49% son pobres porque tienen ingresos inferiores a $4,200 pesos al mes. Y si todos tuvieran que pagar el IMSS ($1,137 al mes), el porcentaje en pobreza aumentar¨ªa al 65%. Entre los segundos, los empleadores, la situaci¨®n no es muy distinta. El 47% son pobres y si tuviera que pagar el IMSS de sus colaboradores, la pobreza llegar¨ªa a ser del 58% (para simplificar asumo que reducir¨ªan en 20 por ciento de sus ingresos).

Esto significa que, la informalidad es en gran medida un problema de pobreza. El 63% de los informales-con-agencia son informales porque son demasiado pobres para pagar impuestos. As¨ª, de un total 12.5 millones de informales-con-agencia, solo 4.6 millones tienen capacidad econ¨®mica para dejar de ser informales.

M¨¢s all¨¢ de la informalidad

Dado que la mayor¨ªa de los informales-con-agencia no se encuentran en una situaci¨®n econ¨®mica que les permita ser formales, M¨¦xico debe dejar de depositar la situaci¨®n de formalidad en manos de los empleadores. Es decir, el acceso a seguridad social no debe depender de d¨®nde trabajes o para qui¨¦n, sino de ser un ciudadano mexicano.

Un mejor sistema substituir¨ªa las cuotas patronales por impuestos al ingreso progresivos, aumentando las tasas de ISR y los impuestos a la propiedad. Esto eliminar¨ªa la informalidad por definici¨®n y nos permitir¨ªa enfocarnos en aumentar la capacidad de generaci¨®n de ingreso de los trabajadores por cuenta propia y los empresarios informales.

Este sistema ser¨ªa m¨¢s justo porque las cuotas patronales son menos progresivas que el ISR. El pago de cuotas proviene de casi todos los estratos de ingreso por igual, concentr¨¢ndose sobre todo en los estratos medios de ingresos. En cambio, el ISR es un impuesto que permite cobrarle a los m¨¢s que ingresos tienen.

Existe el temor de que al subir el ISR las personas dejar¨ªan de pagar impuestos en M¨¦xico y lo har¨ªan en para¨ªsos fiscales. No tengo duda de que una parte podr¨ªa hacerlo, pero en general, la mayor¨ªa continuar¨ªa viviendo y tributando en M¨¦xico porque sus intereses econ¨®micos est¨¢n en el pa¨ªs. No debemos olvidar que la desigualdad es de tal magnitud que, hasta arriba de la distribuci¨®n de ingresos, sin duda hay margen para pagar m¨¢s impuestos.

El reto m¨¢s grande de la econom¨ªa mexicana es lograr pasar del changarrismo y de las personas que trabajan por cuenta propia en pobreza, a empresas s¨®lidas y trabajos bien pagados. De hecho, muchos de los informales-con-agencia preferir¨ªan tener un empleo formal a ser trabajadores por cuenta propia, pero no tienen oportunidad de buenos empleos. Por ejemplo, un caso com¨²n es que no hay empleos con flexibilidad para poder cuidar de sus hijos. M¨¦xico genera muy pocos empleos de buena calidad. En los ¨²ltimos 25 a?os, los mexicanos en edad de trabajar han aumentado en 30 millones, mientras que los puestos de trabajo formales ante el IMSS solo en 11 millones.

La informalidad es el enemigo equivocado porque no es causa del problema, sino efecto de un problema m¨¢s grande. El verdadero enemigo de la econom¨ªa mexicana son las circunstancias que hacen que la informalidad sea la ¨²nica alternativa para muchos. Hay que llevar la discusi¨®n fuera de la informalidad y hacia el verdadero problema: las razones que hacen que en M¨¦xico hacer crecer un negocio o una pr¨¢ctica profesional personal sea tan dif¨ªcil.