Boeing sobrevuela la cat¨¢strofe
El grave accidente del modelo Max 9 en pleno vuelo aumenta el miedo acerca de la seguridad de la compa?¨ªa, que teme retrasos y cancelaciones en sus 1.300 pedidos
Desde que la familia Boeing 737 comenz¨® a volar en la d¨¦cada de 1960 m¨¢s de 4.900 personas (acorde con la base de datos no oficial Aviation Safety Network) han muerto por accidentes relacionados con este tipo de aviones. El domingo 7 de enero, a 16.000 pies de altura (4.877 metros), solo uno de esos milagros que acontecen, en los cielos, y en la vida, consigui¨® que no aumentara esa cifra de fallecidos. Justo, a esa altitud, cuando ...
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Desde que la familia Boeing 737 comenz¨® a volar en la d¨¦cada de 1960 m¨¢s de 4.900 personas (acorde con la base de datos no oficial Aviation Safety Network) han muerto por accidentes relacionados con este tipo de aviones. El domingo 7 de enero, a 16.000 pies de altura (4.877 metros), solo uno de esos milagros que acontecen, en los cielos, y en la vida, consigui¨® que no aumentara esa cifra de fallecidos. Justo, a esa altitud, cuando el Boeing 737 Max 9, operado por Alaska Airlines, que hab¨ªa partido de Ontario (California) con 171 pasajeros y seis miembros de la tripulaci¨®n, se escuch¨® una tremenda detonaci¨®n y una de las puertas de emergencia ¡ªque estaba ¡°escondida¡± tras el fuselaje¡ª sali¨® despedida de la aeronave. Los viajeros describir¨ªan, despu¨¦s, un hueco tan ancho como ¡°un frigor¨ªfico¡±. Pero tambi¨¦n su inmensa suerte.
El aeroplano no hab¨ªa alcanzado su altura de crucero, unos 30.000 pies (9.144 metros), y llevaban los cinturones de seguridad. ¡°Piense en lo que ocurre cuando [un avi¨®n] alcanza la altitud de crucero. Todo el mundo se levanta, empieza a caminar por los pasillos; se desabrocha¡±, reflexiona en NBC¡¯s Today, Jeff Guzzetti, antiguo miembro de la Administraci¨®n Federal de Aviaci¨®n (FAA, por sus siglas en ingl¨¦s). ¡°Podr¨ªa haber terminado en algo mucho m¨¢s tr¨¢gico¡±. Pasajeros o miembros de la cabina cayendo al vac¨ªo desde 10 kil¨®metros de altura. Porque en los asientos del medio y del pasillo junto a la puerta estaban un adolescente y su madre. La premonici¨®n de un final horrible bajo vientos congelados o ahogados por falta de ox¨ªgeno (hipoxia). Esta vez, dada la altura, el Boeing 737 Max 9 pudo aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Portland (Oreg¨®n) con todo el pasaje a salvo.
Pero Boeing tiene un problema. En esta ocasi¨®n le acompa?¨® la fortuna. Sobre todo a los pasajeros. Tambi¨¦n a la maestra en cuyo patio se encontr¨® parte del fuselaje. ¡°Este tipo de despresurizaciones tan violentas suelen ser m¨¢s frecuentes en aviones antiguos por la fatiga de los materiales, no en los que tienen apenas semanas de funcionamiento¡±, explica ??igo Mart¨ªn Apoita, piloto-portavoz de Sepla, sindicato del sector. Y eso que el Boeing 737 ha sido descrito como ¡°el avi¨®n de transporte m¨¢s examinado de la historia¡± despu¨¦s de dos accidentes muy graves casi consecutivos.
El primero ocurri¨® en octubre de 2018 cuando un avi¨®n que transportaba 189 personas desde Yakarta, Indonesia, cay¨® a plomo sobre el mar de Java minutos despu¨¦s de haber despegado. Cuatro meses despu¨¦s, en 2019, otro Boeing 737 Max 8, operado por Ethiopian Airlines, se estrell¨® nada m¨¢s despegar hacia Ad¨ªs Abeba (Etiop¨ªa), matando a 157 personas. En total, 346 muertos. M¨¢s de 40 pa¨ªses dejaron en tierra el avi¨®n hasta saber qu¨¦ hab¨ªa pasado. Tardaron casi dos a?os en averiguarlo. Un fallo en el software, mal dise?ado, invalidaba el control del piloto sobre la aeronave y la lanzaba contra el suelo. La compa?¨ªa pas¨® meses sin admitir la culpa y un informe del Congreso de Estados Unidos se?al¨® a ¡°una cultura del ocultamiento y la presi¨®n de la competencia¡± como las razones de los dram¨¢ticos accidentes. Boeing revel¨® este martes que entreg¨® 528 aviones el a?o pasado frente a los 480 de 2022. Y tiene 1.314 nuevos pedidos netos. El ejercicio anterior fueron 774.
P¨¦rdidas
Los aviones sufren fallos de seguridad y los n¨²meros tambi¨¦n. ¡°La compa?¨ªa no ha cumplido con la estimaci¨®n de entregas de sus aeronaves y los resultados del tercer trimestre del ejercicio pasado mostraron p¨¦rdidas de 1.636 millones de d¨®lares pese a que la empresa insiste en el objetivo de generar un cash flow [flujo de caja m¨¢s amortizaciones] entre 3.000 y 5.000 millones¡±, desgrana Diego Mor¨ªn, analista de la agencia de Bolsa IG.
Ahora todos los Max 9 est¨¢n varados y en tierra. El banco de inversi¨®n Goldman Sachs calcula que hay 218 de estos modelos en servicio. Alaska Airlines opera 65 y United Airlines, 79, dentro de Estados Unidos. ¡°En Europa no nos afecta porque la configuraci¨®n [tienen una capacidad de hasta 220 asientos] es distinta respecto al modelo que ha sufrido el accidente, y la puerta ¡°extra¡± ¡ªla que sali¨® despedida¡ª no est¨¢ tapada¡±, aclara ??igo Mart¨ªn Apoita. Aunque, por una vez, los sospechosos parecen claros. Los pernos que anclaban ¡ªy escond¨ªan¡ª al fuselaje la puerta cancelada. ¡°Un perno es b¨¢sicamente un tornillo y el problema podr¨ªa ser que estaban poco apretados o bien que les faltase un alambre que atraviesa la tuerca para evitar que se desenrosquen por la vibraci¨®n¡±, relata un ingeniero bas¨¢ndose en las fotograf¨ªas publicadas. Y a?ade: ¡°Es dif¨ªcil de detectar porque est¨¢ detr¨¢s de un panel, que en teor¨ªa no vas a tocar nunca¡±. Otra opci¨®n que estudia la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, seg¨²n sus siglas americanas) es que ni siquiera existiesen tales pernos y que la puerta estuviera sujeta por la diferencia de presi¨®n entre el interior de la aeronave y la atm¨®sfera exterior. Una turbulencia fuerte podr¨ªa provocar el desprendimiento.
En principio, la compa?¨ªa que manufactura el fuselaje es Spirit AeroSystems, est¨¢ situada en Wichita (Kansas), sin embargo el fabricante de aviones completa la instalaci¨®n en sus plantas a las afueras de Seattle (Washington). Los investigadores revisar¨¢n ambas f¨¢bricas en busca de posibles defectos de dise?o. Los expertos de Barclays calculan que el ¡°impacto financiero¡± ser¨¢ reducido debido a que la flota es peque?a en los Estados Unidos. Solo supone el 2% de la reserva y el n¨²mero (actual) de pedidos est¨¢ limitado a 77. Los principales clientes son Alaska Airlines (27), Greater Bay Airlines (15), Air Algerie (8) y United Airlines (7). En esa trayectoria, Mike Yeomans, director de la consultora aeron¨¢utica IBA, busca sus cielos azules. ¡°Es probable que los aviones en tierra vuelvan a entrar en servicio en los pr¨®ximos d¨ªas y semanas a medida que la flota afectada sea examinada y le den el visto bueno para volar¡±. Sin embargo, algo as¨ª a?ade nuevas dudas sobre la seguridad de una empresa que ha atravesado a?os de desconfianza. Los encargos del Max 10 ¡ªseg¨²n la firma de datos del sector Cirium son 903¡ª pueden sufrir, por ejemplo, ¡°retrasos en los certificados y esto podr¨ªa provocar que se cancelen pedidos¡±, advierte Barclays. La situaci¨®n m¨¢s grave es la que ata?e a la confianza. Sin ella, ninguna compa?¨ªa despega. ¡°Vamos a abordar este tema, en primer lugar, reconociendo nuestro error¡±, dijo Dave Calhoun, consejero delegado de Boeing, en una reuni¨®n general en la f¨¢brica de Renton (Washington), donde ensamblan los 737. Y repiti¨®: ¡°Vamos a abordarlo con total transparencia en cada paso del camino¡±. Pero las buenas palabras se van con el viento. El 6 de febrero comparecer¨¢ ante el Congreso Mike Whitaker, el nuevo responsable de la FAA, en medio de las dudas sobre su supervisi¨®n de Boeing. ¡°La Administraci¨®n Federal me ha asegurado que el 737 Max est¨¢ a salvo; la casi cat¨¢strofe de la semana pasada pone en duda esa idea¡±, zanj¨® James David Vance, senador republicano. Boeing atraviesa turbulencias.
Airbus vuela m¨¢s alto y r¨¢pido
El sector aeronáutico es explosivo. Hasta 2040 se estima que harán falta 38.000 nuevas aeronaves. Más digitales, que vuelen, quizá, con otros combustibles. En esta pelea andan básicamente Airbus (controla el 60% del mercado) y Boeing (40%). Pero la firma aeronáutica europea lleva ventaja. “Ha sido capaz de recomponer su cadena de suministro. Al otro lado, la compañía estadounidense debe confiar, en ocasiones, en proveedores con estándares de calidad más bajos y tiempos de entrega mayores”, analiza Félix Arteaga, investigador principal de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano. El año pasado Airbus entregó 750 modelos frente a los 720 de Boeing. Los números tampoco son una brisa fresca. Debe unos 39.000 millones de dólares. Y en caso de que la entrega se estire en el tiempo, la empresa americana puede tener que pagar, por contrato, una penalización. El accidente de Alaska Airlines supone detener el reloj, una ventaja para Airbus, que es capaz de despachar 75 aeronaves al mes. Vuela más alto y más rápido.
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