2024: el a?o de la verdad para las ¡®telecos¡¯ espa?olas
El sector vive un momento de notables desaf¨ªos con el pulso accionarial en Telef¨®nica, el cambio de due?o en Vodafone y la fusi¨®n entre M¨¢sM¨®vil y Orange
El curso 2024 no ser¨¢ un a?o m¨¢s para el sector de las telecos espa?olas. Los cambios que se avecinan son de calado. En juego est¨¢ el statu quo de un sector clave para la econom¨ªa. El primer frente abierto est¨¢ en Telef¨®nica. El 19 de abril de 2024 se cumplir¨¢ el primer centenario de la operadora. Cien a?os en los que la compa?¨ªa ha emprendido varios viajes de ida y vuelta en el car¨¢cter p¨²blico-privado de su propiedad. Naci¨® en 1924 como filial de la norteamericana ITT; en 1945 fue nacionalizada, para ser completamente privatizada cinco d¨¦cadas despu¨¦s; y en 2024, ...
El curso 2024 no ser¨¢ un a?o m¨¢s para el sector de las telecos espa?olas. Los cambios que se avecinan son de calado. En juego est¨¢ el statu quo de un sector clave para la econom¨ªa. El primer frente abierto est¨¢ en Telef¨®nica. El 19 de abril de 2024 se cumplir¨¢ el primer centenario de la operadora. Cien a?os en los que la compa?¨ªa ha emprendido varios viajes de ida y vuelta en el car¨¢cter p¨²blico-privado de su propiedad. Naci¨® en 1924 como filial de la norteamericana ITT; en 1945 fue nacionalizada, para ser completamente privatizada cinco d¨¦cadas despu¨¦s; y en 2024, el Estado volver¨¢ a convertirse en el primer accionista de la operadora cuando se complete la compra del 10% por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
La azarosa historia de la primera compa?¨ªa de telecomunicaciones espa?ola va a tener este a?o un nuevo hito, y no solo por su centenario cumplea?os. El Gobierno ha decidido intervenir en una multinacional a la que considera estrat¨¦gica por su papel en la ciberseguridad y la defensa. Telef¨®nica es uno de los principales contratistas de las Fuerzas Armadas, el Ministerio del Interior y de otros organismos que velan por la seguridad del Estado. Pero adem¨¢s, el Ejecutivo quiere contribuir a su ¡°estabilidad accionarial¡± con la entrada en su capital. Un eufemismo que encierra el temor a que la irrupci¨®n de Saudi Telecom Company (STC) trastoque el equilibrio de poder entre los principales accionistas de la operadora (BBVA, CaixaBank y el fondo BlackRock). La compa?¨ªa de telecomunicaciones propiedad del fondo soberano saud¨ª anunci¨® en septiembre pasado la compra del 4,9% del capital con opci¨®n a otro 5% a trav¨¦s de instrumentos financieros convertibles. El movimiento provoc¨® entonces un terremoto financiero y pol¨ªtico. Pill¨® por sorpresa tanto al consejo de administraci¨®n de Telef¨®nica como al Gobierno, que a¨²n debe dar luz verde para que los saud¨ªes completen la toma del 9,9%.
El Gobierno y STC deben ahora mover sus piezas cuidadosamente como en un tablero de ajedrez, porque en la partida a¨²n no hay nada decidido. La SEPI ya ha avisado de que se tomar¨¢ su tiempo para adquirir el 10% para no disparar el coste de la operaci¨®n. Los analistas estiman que ese periodo se prolongar¨¢ hasta seis meses, y que una presencia p¨²blica tan fuerte en el accionariado puede ahuyentar a los fondos de inversi¨®n que necesita la operadora para revitalizar la cotizaci¨®n de sus acciones (un 70% inferior a la de hace una d¨¦cada). Por el otro lado, los saud¨ªes tampoco tienen plazo ni prisa por completar su toma del 9,9%. Cuando ambas operaciones est¨¦n culminadas, llegar¨¢ la hora de la verdad y la de despejar inc¨®gnitas, porque ambos inversores podr¨¢n sentarse en el consejo de administraci¨®n de la operadora. El Gobierno intentar¨¢ resucitar el n¨²cleo duro espa?ol, junto con BBVA y La Caixa. Y STC deber¨¢ elegir sus socios, entre los que puede estar el fondo BlackRock. Queda por dilucidar cu¨¢l es el papel a jugar por el actual equipo gestor, con su presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez-Pallete, a la cabeza.
Pendientes de Bruselas
Pero los cambios no solo afectar¨¢n a la primera compa?¨ªa de telecomunicaciones, sino tambi¨¦n a la que se convertir¨¢ en su sucesora en el p¨®dium por n¨²mero de clientes (aunque con menores ingresos) cuando Orange y M¨¢sM¨®vil completen su fusi¨®n. La operaci¨®n est¨¢ solo pendiente de que la Comisi¨®n Europea se pronuncie antes del 15 de febrero (aunque puede aplazar esa fecha si lo estima oportuno). En un ¨²ltimo intento por ganarse el favor de las autoridades comunitarias, que han puesto muchos peros a la operaci¨®n, ambas compa?¨ªas han firmado un acuerdo con Digi por el que se comprometen a cederle sus redes de telefon¨ªa m¨®vil mediante un contrato de alquiler mayorista a precio ventajoso, y a venderle por 120 millones de euros 60 megahercios de espectro radioel¨¦ctrico en distintas bandas de frecuencias de telefon¨ªa m¨®vil. Un pacto arriesgado porque supone reforzar al operador que m¨¢s crece actualmente en el mercado espa?ol tanto en ingresos como en abonados gracias a sus bajas tarifas. Solo en 2023, consigui¨® arrebatar a sus rivales ¡ªentre ellos a M¨¢sM¨®vil y Orange¡ª 766.000 abonados por el procedimiento de la portabilidad, que permite cambiarse de compa?¨ªa conservando el n¨²mero. La compa?¨ªa rumana naci¨® en 2008 como un negocio de nicho para llamadas de inmigrantes. Su marketing se reduc¨ªa al boca a boca y su red comercial eran locutorios y tiendas de todo a cien. Quince a?os despu¨¦s, Digi es la quinta compa?¨ªa en Espa?a, con casi seis millones de l¨ªneas. Su secreto: planes de tarifas simples y baratas y personal propio de atenci¨®n al cliente, tanto de call center como de instalaci¨®n. Si Bruselas da luz verde a la fusi¨®n, la compa?¨ªa que salga de la operaci¨®n va a tener muy dif¨ªcil hacer frente al vendaval rumano.
Tras la fusi¨®n, un nuevo equipo directivo mixto, encabezado por el actual consejero delegado de M¨¢sM¨®vil, Meinrad Spenger, ser¨¢ el encargado de pilotar una etapa transitoria a¨²n no bien definida, cuyo objetivo de sacar a Bolsa la sociedad fusionada es complicado, dada la mala evoluci¨®n en el parqu¨¦ de las telecos en los ¨²ltimos a?os. Adem¨¢s del comercial, el otro gran handicap de la fusi¨®n es el financiero: la nueva sociedad deber¨¢ lidiar con una deuda de 12.000 millones de euros, fruto del elevado pasivo heredado de M¨¢sM¨®vil y de los multimillonarios dividendos que se repartir¨¢n los fondos de capital riesgo propietarios (KKR, Cinven y Providence) por el traspaso a Orange.
Y si el mercado de por s¨ª ya es competitivo, m¨¢s lo va a ser cuando Zegona se haga cargo de Vodafone. La filial espa?ola del gigante brit¨¢nico fue adquirida por el fondo por 5.000 millones de euros pero, como en el caso de la fusi¨®n de M¨¢sM¨®vil y Orange, sin apenas desembolso en efectivo, es decir, a trav¨¦s de un apalancamiento. Para repagar esa deuda, el fondo brit¨¢nico necesita detener la deriva comercial que arrastra Vodafone en la ¨²ltima d¨¦cada. Y han elegido a Jos¨¦ Miguel Garc¨ªa, el art¨ªfice del reflotamiento y posterior venta de Jazztel, para que se lance de cabeza al mercado low cost. La otra arma que baraja Zegona para hacer rentable su compra en el menor tiempo posible es un importante recorte de gastos, entre ellos, y en primer lugar, los de personal. Y es que en 2024 volveremos a asistir a nuevos y dolorosos ajustes de plantilla en el sector, que ha perdido m¨¢s de 30.000 puestos de trabajo desde 2011. Ya ha abierto la veda Telef¨®nica, con la salida por ERE de 3.421 trabajadores. Fuentes sindicales barajan un ajuste de hasta 2.000 trabajadores en el caso de Vodafone, y la nueva M¨¢sM¨®vil y Orange, aunque lo niegue oficialmente, tambi¨¦n tendr¨¢ mucha duplicidad de puestos de trabajo.
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