Espa?a y su baja productividad
El problema se ve agravado, pero solo agravado, por el mayor peso de los sectores m¨¢s tradicionales
El Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia y los fondos Next Generation EU persiguen el doble objetivo de acelerar, a corto plazo, la recuperaci¨®n econ¨®mica y social tras la covid-19 e incrementar, a medio y largo plazo, la capacidad de crecimiento de la econom¨ªa. Descansan en dos instrumentos: inversi¨®n y reformas, y dos campos preferentes de actuaci¨®n: digitalizaci¨®n y cambio clim¨¢tico. El leitmotiv que subyace a la gran mayor¨ªa ...
El Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia y los fondos Next Generation EU persiguen el doble objetivo de acelerar, a corto plazo, la recuperaci¨®n econ¨®mica y social tras la covid-19 e incrementar, a medio y largo plazo, la capacidad de crecimiento de la econom¨ªa. Descansan en dos instrumentos: inversi¨®n y reformas, y dos campos preferentes de actuaci¨®n: digitalizaci¨®n y cambio clim¨¢tico. El leitmotiv que subyace a la gran mayor¨ªa de sus propuestas es la mejora decidida de la productividad en Espa?a, uno de los pa¨ªses desarrollados con peor comportamiento en esta variable desde hace d¨¦cadas.
Las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n (TIC) fueron identificadas desde la d¨¦cada de los ochenta como el motor del crecimiento de la productividad. Sin embargo, desde principios del siglo XXI comenzaron a aparecer s¨ªntomas de agotamiento. Pronto hubo acuerdo en que los cambios introducidos por las TIC eran tan disruptivos que sus enormes ventajas no podr¨ªan aprovecharse si no iban acompa?adas de inversiones adicionales, fundamentalmente en activos intangibles. Especialmente importantes son las inversiones en tres de ellos ya reconocidos por la contabilidad nacional: I+D, software y otros activos ligados a la propiedad intelectual, as¨ª como en cuatro m¨¢s que a?ade la literatura reciente: dise?o, imagen de marca, formaci¨®n de los trabajadores a cargo de la empresa y mejora en el funcionamiento de las organizaciones. Habitualmente se achaca a la especializaci¨®n productiva el mal comportamiento de la productividad. La OCDE destaca la importancia de la digitalizaci¨®n y sugiere abordar el problema clasificando los sectores en tres grupos seg¨²n su relaci¨®n con las TIC: 1. Productores; 2. Intensivos en su uso; y 3. Menos intensivos en su uso. En los tres grupos conviven sectores manufactureros y de servicios.
La informaci¨®n disponible para 11 pa¨ªses de la UE, EE UU y el Reino Unido permite analizar el papel de la digitalizaci¨®n desde esta doble perspectiva: la inversi¨®n realizada en TIC e intangibles, en combinaci¨®n con la especializaci¨®n en las tres categor¨ªas mencionadas. De la reciente publicaci¨®n Observatorio de productividad y competitividad de la Fundaci¨®n BBVA y el Ivie se pueden obtener las siguientes conclusiones. Primera, en todos los pa¨ªses la productividad del trabajo, tanto en niveles como en tasas de crecimiento, es significativamente mayor en el sector productor de TIC, seguido por el intensivo en su uso, y, en ¨²ltima posici¨®n, el menos intensivo. Segunda, el sector productor TIC es tambi¨¦n el que m¨¢s invierte en activos intangibles, seguido por el m¨¢s intensivo en el uso de las TIC. Tercera, en el sector productor de TIC el progreso t¨¦cnico es, en todos los pa¨ªses sin excepci¨®n, la principal fuente de crecimiento del valor agregado bruto (VAB), seguido en la mayor¨ªa de ellos por el capital intangible. Por su parte, los sectores menos intensivos en TIC son los que menos crecen, tanto en t¨¦rminos de VAB como de productividad.
En lo que se refiere a Espa?a, los resultados son desoladores, aunque no sorprendentes. Primero, Espa?a es, entre los pa¨ªses analizados, el que presenta menor peso del sector productor de TIC en el VAB (5,2% frente al 10,5% de EE UU). Por el contrario, es el pa¨ªs, junto con Finlandia, con mayor peso de los sectores menos intensivos. Segundo, Espa?a es el pa¨ªs que, tras Italia, ha experimentado las menores tasas de crecimiento de la productividad del trabajo. Tercero, es tambi¨¦n el pa¨ªs que destina una menor proporci¨®n de la inversi¨®n a intangibles. Cuarto, el crecimiento en Espa?a se ha basado en el esfuerzo ¡ªen el capital tangible y el trabajo¡ª y no en el progreso t¨¦cnico. Este mal resultado se debe, en gran medida, a la muy negativa contribuci¨®n del sector menos intensivo en el uso de las TIC.
En definitiva, Espa?a presenta un problema serio de productividad tanto en el total como en cada una de las tres agregaciones. Este se ve agravado, pero solo agravado, por el mayor peso de los sectores m¨¢s tradicionales, que son los que menos han sabido aprovechar las ventajas de la digitalizaci¨®n. A ello no es ajena la escasa inversi¨®n en intangibles, especialmente en I+D y en capital gerencial, activos claves para el crecimiento de la productividad.
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