M¨¢s de la mitad de las empresas considera que la inteligencia artificial ser¨¢ crucial para crecer en los pr¨®ximos tres a?os
La implementaci¨®n de esta herramienta es lenta en Espa?a. Solo una de cada diez compa?¨ªas admite estar us¨¢ndola en el d¨ªa a d¨ªa, seg¨²n un estudio de KPMG
Subirse a la ola de la inteligencia artificial (IA) conlleva riesgos, como han advertido a lo largo del a?o cient¨ªficos y personalidades del cosmos tecnol¨®gico. Pese a ello, en el mundo empresarial, su implementaci¨®n, aunque lenta, parece ser un destino inevitable. Los beneficios van desde automatizar las tareas m¨¢s mec¨¢nicas como la redacci¨®n de informes hasta personalizar los servicios de atenci¨®n al cliente. Sin olvidarse del potencial para acelerar la innovaci¨®n, ahorrar costes y mejorar la satisfacci¨®n de los empleados. As¨ª lo recoge un informe global de la consultora KPMG, que desglosa que m¨¢s de la mitad de los directivos consultados ¡ªel 55% de una base de 2.100¡ª considera que la inclusi¨®n de la IA ser¨¢ crucial para alcanzar los objetivos de la empresa durante los pr¨®ximos tres a?os.
El estudio subraya c¨®mo el sector privado depende cada vez m¨¢s de las apuestas tecnol¨®gicas para generar valor a?adido y desmarcarse de la competencia. Las empresas ya se enfrenaron al reto de digitalizar gran parte de sus procedimientos cuando la pandemia azot¨® hace casi tres a?os. Ahora, con la llegada de los bots de IA generativa, la historia se repite, al menos en parte.
Aunque el desarrollo de la IA lleva cocin¨¢ndose lejos de los focos por m¨¢s de una d¨¦cada ¡ªen 2010 un grupo de cient¨ªficos se reuni¨® con el af¨¢n de crear lo que luego ser¨ªa DeepMind, la IA de Google¡ª, no fue hasta el a?o pasado cuando el aterrizaje del programa de IA generativa ChatGPT, desarrollado por Open AI, caus¨® una revoluci¨®n. Fue una aparici¨®n secundada por la salida de una gama de programas de distintas compa?¨ªas ¡ªcomo Bard (Alphabet), Grok de X (antiguo Twitter) y, m¨¢s recientemente, Gemini (tambi¨¦n Alphabet)¡ª, que compiten por liderar al sector. Ninguna parece haber ganado a¨²n.
Ahora, compartir las horas de trabajo junto a un bot (programa) generador de texto, como el que acompa?aba al protagonista de la pel¨ªcula Her (2013), ya no parece ser un relato de ciencia ficci¨®n. Eva Garc¨ªa, socia responsable de An¨¢lisis de datos e IA de KPMG en Espa?a, explica que las empresas que est¨¢n utilizando herramientas basadas en esta tecnolog¨ªa han conseguido automatizar procesos que anta?o tomaban principalmente tiempo y poco conocimiento t¨¦cnico. La gran mayor¨ªa de tr¨¢mites ahora pueden ser escritos, analizados o resumidos por los bots de IA. Esta tecnolog¨ªa tambi¨¦n permite, destaca Garc¨ªa, que los empleados obtengan informaci¨®n de manera m¨¢s r¨¢pida y ordenada, aunque subraya que ¡°la calidad de la misma a¨²n no ha alcanzado un grado de madurez suficiente¡±. Sin embargo, en tareas como la atenci¨®n personalizada al cliente, la detecci¨®n de patrones en el consumo y la gesti¨®n de inventario empieza a ser una herramienta cada vez m¨¢s necesaria.
Pese a todo, en Espa?a su despliegue a¨²n est¨¢ siendo limitado. ?nicamente el 8% de empresas admiten haber integrado la IA de forma proactiva en los procesos diarios. Seg¨²n Garc¨ªa, esto se debe, por un lado, a la escasez de perfiles tecnol¨®gicos que sean capaces de instruir al personal de las compa?¨ªas y, por otro, a los sesgos que acompa?an a una tecnolog¨ªa: una especie de ¡°temor¡±, explica la experta, que aleja a las empresas de estos instrumentos.
El 57% de los l¨ªderes encuestados en Espa?a ¡ªaproximadamente de 100 empresas¡ª afirma que su progreso se ha visto retrasado por las dudas en torno a c¨®mo la IA toma decisiones (una cifra similar al resultado global del 55%). A las compa?¨ªas les preocupa el uso que se pueda hacer de los datos internos de la empresa. El litigio transcurre, principalmente, por dos v¨ªas: una donde la IA pueda presentar ciertos sesgos ¡ªde tipo racial, de g¨¦nero¡ª a la hora de tomar decisiones, y otra que aborda los problemas de privacidad.
El dilema ¨¦tico
Algunas empresas espa?olas, como Redeia ¡ªla antigua Red El¨¦ctrica¡ª, decidieron vetar el uso de ChatGPT tras alertar de ¡°posibles riesgos vinculados a la protecci¨®n de informaci¨®n¡±. Telef¨®nica solo lo permite cuando la cuenta ha sido contratada y controlada por la propia operadora. En el BBVA, en cambio, han prohibido su uso en general, pero se permite a los empleados que puedan acceder al bot mediante autorizaci¨®n. ¡°Los equipos legales deben trabajar junto a los equipos de negocio, innovaci¨®n y seguridad de la informaci¨®n para definir de forma coherente una pol¨ªtica responsable, atendiendo a par¨¢metros legales, pero tambi¨¦n ¨¦ticos¡±, subraya Noem¨ª Brito, socia responsable del ¨¢rea de Operaciones Legales de KPMG.
Aunque el debate ha avanzado con lentitud, empiezan a atisbarse los primeros resultados. Hace menos de una semana, la Uni¨®n Europea marc¨® un hito al escribir el primer borrador oficial con la intenci¨®n de regular de forma completa los usos de la IA en la regi¨®n. El texto, que entrar¨¢ en vigencia a finales de 2026, pretende, principalmente, poner l¨ªmites a los sistemas de categorizaci¨®n biom¨¦trica (por creencias pol¨ªticas, religiosas, filos¨®ficas o por orientaci¨®n sexual o raza); a los sistemas para expandir o crear bases de datos faciales y al reconocimiento de emociones en el lugar de trabajo, entre otras. Para los modelos de IA generativa como ChatGPT, la legislaci¨®n aspira, en cambio, a garantizar que los datos que empleen estos programas especifiquen si el material es producto de la IA y, al mismo tiempo, respeten los derechos de autor.
Otras tecnolog¨ªas fundamentales
No todo pasa por las bondades y los retos que ha tra¨ªdo la IA durante el ¨²ltimo a?o. Otro tipo de tecnolog¨ªas tambi¨¦n se han vuelto cruciales para avanzar hacia la digitalizaci¨®n. Una de ellas es el uso de amplios vol¨²menes de datos (Big data) y su aplicaci¨®n en la toma de decisiones. El 17% de los encuestados contesta que ha empezado a aplicar esta tecnolog¨ªa en las operaciones diarias y que, en consecuencia, los beneficios econ¨®micos han mejorado. Las empresas del sector de la log¨ªstica y la paqueter¨ªa, por citar un ejemplo, admiten que el uso masivo de datos se est¨¢ transformando en uno de los pilares de la industria.
Las firmas del estudio tambi¨¦n admiten haber aumentado en gran medida el uso de software por servicio (SaaS) ¡ªuna modalidad que implica usar un programa en internet en lugar de descargarlo e instalarlo en los ordenadores, por lo que normalmente se paga una suscripci¨®n a cambio¡ª. Esta categor¨ªa de negocio, incluida dentro de la computaci¨®n en la nube, se est¨¢ convirtiendo en una alternativa cada vez m¨¢s atractiva. El 61% de las compa?¨ªas espa?olas indica haber aumentado sus beneficios tras su implementaci¨®n y dos tercios conf¨ªan en que las oportunidades que brindan las tecnolog¨ªas SaaS compensan los riesgos que conllevan.
KPMG pone de relieve que las empresas necesitan aprender a optimizar la gesti¨®n de este tipo de recursos. ¡°Es una lecci¨®n importante que debe aplicarse sobre todo en un contexto de restricci¨®n presupuestaria, pues la transformaci¨®n digital debe estar orientada a impulsar la rentabilidad¡±, zanja el informe.
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