La productividad de la econom¨ªa espa?ola cae un 7% en lo que va de siglo

Una econom¨ªa puede crecer porque pone a m¨¢s gente trabajando; porque invierte en maquinaria y equipos que le permiten producir m¨¢s, o porque se organiza mejor, es m¨¢s eficiente y consigue hacer m¨¢s con los mismos medios. Esto ¨²ltimo es la llamada productividad total de los factores. Seg¨²n la manida frase del premio Nobel Paul Krugman, a largo plazo la productividad es casi todo. Cuando esta sube, crecen la producci¨®n y los salarios. Sobre todo aumentan el PIB y la renta per c¨¢pita, que es la verdadera medida del bienestar econ¨®mico. Muchos han sido los avisos de economistas y organismos en los ¨²ltimos a?os alertando sobre el p¨¦simo comportamiento de la productividad en Espa?a. Junto al elevado desempleo, explica que la econom¨ªa espa?ola no est¨¦ logrando converger en renta por habitante con la media europea. Es m¨¢s, en lo que va de siglo incluso ha ca¨ªdo: retrocede un 7,3%, seg¨²n advierte un informe del Observatorio de la Productividad y la Competitividad en Espa?a, creado por la fundaci¨®n BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (Ivie).

Esto significa que nos organizamos peor y que somos menos eficientes que hace 23 a?os. ¡°Indica un aprovechamiento deficiente de los recursos utilizados. Una parte del sistema productivo no es eficiente, frenando las ventajas de costes a la hora de competir y las mejoras de renta per c¨¢pita y bienestar¡±, dice el documento.

Cuesta creer que la productividad no avance en la ¨¦poca en la que se han desarrollado la digitalizaci¨®n, internet y el m¨®vil. Algunos economistas apuntan los problemas de medici¨®n: despu¨¦s de todo, no es algo observable y solo se calcula como un residuo. No obstante, en general todos los estudios se?alan en la misma direcci¨®n: un bajo rendimiento de la productividad espa?ola. Y as¨ª lo constata el an¨¢lisis de la Fundaci¨®n BBVA y el Ivie. Aunque estos expertos subrayan que ha habido una mejora de la inversi¨®n relacionada con la tecnolog¨ªa y la econom¨ªa del conocimiento, esta se ha visto lastrada por el boom inmobiliario. Con la burbuja se hizo un grand¨ªsimo esfuerzo inversor guiado por las alzas de precios y no por la intenci¨®n de mejorar la producci¨®n a largo plazo, se?alan. Pero este stock de inversi¨®n en inmuebles es muy duradero, sigue ah¨ª todav¨ªa, supone costes financieros y no est¨¢ generando ingresos. Se trata de pisos, bajos comerciales u oficinas que a¨²n est¨¢n sin utilizar. Incluso los pisos tur¨ªsticos no tienen una utilizaci¨®n plena. Todav¨ªa queda mucho exceso de capacidad por la burbuja, argumentan.

En definitiva, toda esta inversi¨®n creci¨® mucho m¨¢s que el valor a?adido, lo que hundi¨® la productividad del capital. As¨ª, aunque la productividad del empleo por hora trabajada ha crecido un 0,7% al a?o entre 2000 y 2022, la del capital ¡ªesto es maquinaria, equipamientos tecnol¨®gicos, inmuebles, infraestructuras¡­¡ª ha retrocedido un 1,2% anual. El lastre de la burbuja inmobiliaria explica este pobre rendimiento. Y el informe pone como indicio claro el porcentaje de viviendas que est¨¢n vac¨ªas o son segunda residencia: 28% en Espa?a frente al 17% en Francia o el 9% en Alemania.

Dicho esto, pese a esta mala evoluci¨®n, la buena noticia es que entre 2013 y 2019 se ha registrado una mejora de la productividad total de los factores, con un crecimiento anual del 1,2%, que solo se vio interrumpido por la pandemia. Y luego volvi¨® a recuperarse con un incremento anual del 1,4% en 2021 y 2022. El shock de la covid ha sido transitorio gracias a pol¨ªticas como los ERTE, apoyadas por el BCE y la UE. Adem¨¢s, desde 2014 la inversi¨®n se ha orientado m¨¢s hacia activos basados en el conocimiento y en los intangibles.

Aun as¨ª, la comparativa con otros pa¨ªses a partir de las mismas bases de datos deja a Espa?a en una mala posici¨®n. Tambi¨¦n a Italia, donde se pierde un 5% desde el 2000. Mientras que en estos dos pa¨ªses ha retrocedido, en Francia apenas repunta un 0,8%. En Reino Unido ha subido un 8,8%. En Alemania, un 11,8%. Y en Estados Unidos, un 15,5%.

Los motivos de esta evoluci¨®n tan dispar son que no han padecido una burbuja inmobiliaria del mismo calibre, poseen m¨¢s actividades de mayor valor a?adido y sus empresas presentan un mayor tama?o y, por tanto, invierten m¨¢s en intangibles. Esto es: formaci¨®n, marketing e imagen de marca, organizaci¨®n empresarial, software, bases de datos, dise?o, innovaci¨®n o I+D. Esta inversi¨®n en intangibles se considera fundamental a la hora de mejorar la productividad porque aumenta la eficiencia de las empresas. Y Espa?a ocupa la ¨²ltima posici¨®n en estas inversiones. Solo representan un 40% del total cuando en pa¨ªses como Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Finlandia o Suecia superan el 60%.

Otro factor importante es la especializaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, con una menor presencia de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y las comunicaciones (TIC), y de actividades intensivas en conocimiento, a pesar de que en la ¨²ltima d¨¦cada han ganado peso sectores m¨¢s productivos frente a la construcci¨®n.

Por otra parte, en Espa?a avanza la productividad del trabajo, pero lo hace de forma m¨¢s lenta que en otros pa¨ªses. Mejor¨® mucho con la Gran Recesi¨®n por la destrucci¨®n de empleo. Sin embargo, se ve muy perjudicada, seg¨²n el informe, por los pobres resultados educativos, la elevada temporalidad, el menor trabajo cualificado y una gesti¨®n de las empresas poco profesionalizada. Abundan aquellas donde la direcci¨®n y propiedad se concentra en una sola persona que, adem¨¢s, no cuenta con una formaci¨®n superior. Hacen faltan ¨®rganos gestores, directivos altamente cualificados y que las empresas ganen tama?o, concluye el observatorio.

La escasa productividad ha provocado que la brecha en renta por habitante con la UE-27 haya empeorado hasta el 14,4% en 2022, cuando en el 2000 solo era del 2,4%, apuntan los autores del informe. Estos expertos recuerdan que Bruselas exige la creaci¨®n de un Consejo de la Competitividad y recomiendan poner el ¨¦nfasis en la inversi¨®n productiva, el capital humano, la innovaci¨®n y otros activos intangibles, la digitalizaci¨®n y la din¨¢mica productiva de las empresas. Adem¨¢s, reclaman reformas que dinamicen los mercados de productos y servicios.

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