Tic tac: empieza la cuenta atr¨¢s para exprimir el dinero europeo
Espa?a se enfrenta a dos a?os de v¨¦rtigo en la aplicaci¨®n de los fondos comunitarios del Next Generation. El Gobierno debe realizar m¨¢s reformas y hacer que las subvenciones y los pr¨¦stamos lleguen a las empresas
Se dice que cuando Europa encuentra la soluci¨®n a una crisis, puede que esta ya haya pasado. Es un chiste que dej¨® de tener gracia durante la pandemia. Cientos de miles de muertes hicieron que las disputas familiares comunitarias quedasen aparcadas y que los pa¨ªses del norte, incluidos los guardianes de las reglas fiscales, se mostrasen inusualmente optimistas para forjar un plan que ayudase a los pa¨ªses del este y del sur del continente a recuperarse de la covid. La respuesta viaj¨® en dos palabras: Next Generation, un programa gigantesco, de 723.800 millones de euros (la mitad en subvenciones), que naci¨® con unos cuantos elementos novedosos. Se financia con deuda comunitaria, en vez de proceder de los presupuestos de los Estados miembros, y se paga solo cuando los receptores demuestran que est¨¢n adoptando reformas legislativas y cumpliendo con los objetivos de la inversi¨®n.
Espa?a, con su vieja din¨¢mica administrativa y su peculiar arquitectura institucional de capas de cebolla, se puso manos a la obra. La zanahoria del dinero comunitario era demasiado poderosa para dejar escapar la oportunidad, aunque a punto estuvo de descarrilar en el Congreso, el 28 de enero de 2021, el decreto que convalidaba la ejecuci¨®n del fondo multimillonario (y que finalmente se salv¨® con el improbable apoyo de Vox).
El plan se convirti¨® en una especie de prueba de supervivencia sobre c¨®mo podr¨ªa funcionar la Uni¨®n Europea en el futuro ¡ªy de c¨®mo responder a la creciente irrelevancia de sus empresas en el mercado internacional¡ª. De paso, Europa avanzar¨ªa hacia la autonom¨ªa estrat¨¦gica en varios frentes y ser¨ªa m¨¢s verde e inclusiva.
La experta en gesti¨®n p¨²blica Paloma Baena, que ha sido directiva de la OCDE y del Banco Mundial, lo percibi¨® como algo realmente extraordinario. ¡°Se abri¨® una ventana, y por ella entramos. Los fondos abrieron un camino que no exist¨ªa¡±. El dinero se canaliz¨® en dos programas: el llamado Mecanismo de recuperaci¨®n y resiliencia (MRR) y la Ayuda a la recuperaci¨®n para la cohesi¨®n de los territorios de Europa (React-EU). La jeringuilla que inyectar¨ªa el dinero en Espa?a se bautiz¨® como Plan Nacional de Recuperaci¨®n y Resiliencia y fue concebido desde el Estado central, y no, como otros fondos europeos, con programas operativos desde las comunidades aut¨®nomas.
Agosto de 2026
Han pasado unos 30 meses y quedan otros tantos por delante hasta que en agosto de 2026 se d¨¦ por finalizado el plazo para la ejecuci¨®n de los 163.000 millones asignados al pa¨ªs. La cantidad suma a los 69.500 millones iniciales otros 93.500 a trav¨¦s de una adenda (10.300 en subvenciones y el resto, en pr¨¦stamos) aprobada por Bruselas el pasado oto?o. Queda una cuenta atr¨¢s vertiginosa. El Ministerio de Hacienda, a preguntas de este peri¨®dico, destaca que ya se han lanzado las convocatorias m¨¢s importantes de los 12 proyectos estrat¨¦gicos (Pertes). El ¨²ltimo balance del Ejecutivo, del mes de diciembre, asegura que se han resuelto convocatorias por valor de 33.600 millones, que est¨¢n financiando m¨¢s de 600.000 proyectos y que m¨¢s de 400.000 empresas y aut¨®nomos y 150.000 personas f¨ªsicas ya han recibido fondos europeos.
Pero la sensaci¨®n del lado de las empresas es bastante menos luminosa y no hay datos para conocer con exactitud cu¨¢ntos fondos han completado su ciclo: es decir, han sido autorizados, comprometidos, obligados y pagados. Adem¨¢s, una buena parte de ellos van a parar a entidades p¨²blicas (ayuntamientos, comunidades, centros de investigaci¨®n o fundaciones) y solo un 39% recaen directamente en empresas.
El Estado ofrece abundante informaci¨®n en la Base de datos nacional de subvenciones y en la Plataforma de contrataci¨®n del sector p¨²blico, pero no es tan f¨¢cil seguirle la pista a lo que est¨¢n ejecutando las comunidades aut¨®nomas ni saber qu¨¦ parte de los pagos se realizan finalmente al sector privado. El ¨²ltimo informe al respecto, publicado por Llorente y Cuenca a finales del mes pasado y elaborado por el equipo de Baena, habla de un balance mixto: la adjudicaci¨®n a beneficiarios concretos para actuaciones concretas rondar¨ªa el 46% de la dotaci¨®n original.
¡°Nos parece que va a un ritmo razonable, pero hay poco tiempo para ejecutar¡±, apunta Chus Escobar, socia responsable del Sector P¨²blico en EY Espa?a. ¡°De la parte de subvenciones yo apostar¨ªa a que vamos a ser capaces de absorber m¨¢s de un 90%¡±, aventura. Los c¨¢lculos que hace Joaqu¨ªn Maudos, director adjunto del IVIE, desgranando hasta junio de 2023 las licitaciones convocadas una a una y tambi¨¦n las subvenciones concedidas, estiman que ¡°a la econom¨ªa real hab¨ªan llegado 24.000 millones de euros, lo que supone el 29% del total de fondos no reembolsables asignados a Espa?a en la primera fase. Pero si comparamos esos 24.000 millones que ya est¨¢n en la econom¨ªa real con los hasta ahora recibidos de Bruselas (37.000), la ejecuci¨®n es del 65%. Lo que ocurre es que queda mucho por recibir¡±.
El panorama internacional no va mejor. Seg¨²n datos de la Comisi¨®n, se han desembolsado solo 143.970 millones en subvenciones y 80.150 en pr¨¦stamos, el 30% de los MRR, con una alta disparidad entre lo que hacen unos y otros. Italia y Portugal lideran los desembolsos y en total se han realizado 535 reformas y 402 inversiones, lo que supone un cumplimiento del 15% de todos los planes nacionales.
El Kit digital quiz¨¢ sea un buen ejemplo de c¨®mo hacer que algo funcione. Con 300.000 pymes beneficiadas, el Gobierno no duda en calificar sus datos de ¡°excelentes¡±, tanto por la participaci¨®n de empresas como, sobre todo, por la agilidad en la tramitaci¨®n. Pero, tras a?os de casos de corrupci¨®n destapados por uso indebido de dinero p¨²blico, es dif¨ªcil mover un euro dentro de la administraci¨®n sin garant¨ªas por duplicado. Jos¨¦ Am¨¦rigo, socio de PwC Tax & Legal, intu¨ªa desde el primer minuto que la burocracia iba a ser una de las grandes dificultades para desplegar todo el potencial de los Next Generation. ¡°La administraci¨®n se gasta el dinero b¨¢sicamente por dos v¨ªas, celebrando contratos y otorgando subvenciones. Gracias a mi experiencia previa en la Administraci¨®n, s¨¦ las dificultades que surgen a la hora de ejecutar el presupuesto p¨²blico cuando con los mismos funcionarios hay que multiplicar las licitaciones. Estos problemas, que estaban identificados, han aflorado. Eso no ha impedido que se lleve a cabo el trabajo, pero ha aplacado el ritmo y rebajado las expectativas de las empresas¡±.
Escobar recuerda que Espa?a tiene que seguir cumpliendo la ley de subvenciones y la de contratos y, adem¨¢s, la UE ha implantado controles adicionales que antes no exist¨ªan relacionados con la medici¨®n de hitos y objetivos. Fruto de ello se ha puesto en marcha el llamado Cooffe, un sistema de medici¨®n que soporta la gesti¨®n del plan que cuantifica lo que hacen 4.315 entidades p¨²blicas y 17.000 proyectos que contribuyen al cumplimiento de los objetivos.
Manuel Hidalgo, profesor de la Universidad Pablo de Olavide, es de los que piensan que todas las actuaciones necesitan un control, ¡°pero muchas veces esos controles se duplican y triplican. Eso lleva a un nivel de seguridad elevad¨ªsimo, pero tambi¨¦n vuelve locos a los funcionarios y paraliza inversiones. Hable con cualquier funcionario, seguro que le dice que lo m¨¢s teme es la llamada del interventor porque falta un papel¡±, ilustra. Cree Hidalgo que para el 2026 ¡°puede estar comprometido todo el dinero al ritmo que vamos si aceptamos pulpo como animal de compa?¨ªa. Es decir, si damos por bueno que las convocatorias se resuelvan¡±. Pero la ejecuci¨®n real de los fondos es, dice, imposible, ¡°no solo porque la administraci¨®n no sea capaz, sino por la propia naturaleza de algunas inversiones¡±.
El Ministerio de Hacienda se defiende recordando que el Plan de Recuperaci¨®n ha sido una buena oportunidad para simplificar los procedimientos. ¡°Se ha generalizado el uso de declaraciones responsables, se han digitalizado los procesos, se han mejorado los sistemas de interoperabilidad entre administraciones para intercambiar informaci¨®n y se han reducido los requisitos de presentaci¨®n de garant¨ªas, entre otras acciones¡±.
A los cuellos de botella burocr¨¢ticos se han sumado los operativos. Los mismos funcionarios que dise?aron, por ejemplo, el Perte del veh¨ªculo el¨¦ctrico tuvieron que trabajar en el de descarbonizaci¨®n industrial o en el Perte naval. ¡°A menudo las empresas no entend¨ªan c¨®mo no sal¨ªa convocado el suyo¡±, relatan desde varias consultoras. El af¨¢n de hacer programas muy ambiciosos, adem¨¢s, termin¨® recibiendo un ba?o de realidad. La convocatoria de 2022 del Perte del coche el¨¦ctrico dej¨® sin asignar nada menos que 2.182 millones de euros, el 75% de los fondos en juego. Un fracaso. Las alarmas comenzaron a sonar porque en el Plan de Recuperaci¨®n el dinero no tiene vasos comunicantes, no se pueden dedicar fondos sobrantes a otros objetivos. Cecilia Medina, gerente de Innovaci¨®n en Sernauto, recuerda por correo electr¨®nico que esa primera convocatoria fue muy compleja, ¡°tanto en burocracia como en estructura de los propios proyectos¡±. El avi¨®n tuvo que ser reparado en pleno vuelo. Las correcciones hicieron que el segundo intento fuese sustancialmente mejor, lo que anim¨® a las empresas a presentarse. ¡°Lo que siguen fallando principalmente son los tiempos, porque los proyectos de la secci¨®n de cadena de valor siguen esperando su resoluci¨®n desde mediados de septiembre, fecha en que cerr¨® la ventanilla¡±.
Cierto hartazgo
Algunos empresarios confiesan estar hartos. Una voz del sector tur¨ªstico que pide anonimato describe que opt¨® a unas ayudas a la digitalizaci¨®n que, te¨®ricamente, deb¨ªan publicarse en octubre de 2021. ¡°No salieron hasta junio de 2022. Contratamos a una consultora, hicimos el proyecto en el que nos gastamos 80.000 euros. Se resolvi¨® de forma provisional en mayo de 2023, con 10 meses de retraso. El secretario de Estado de Turismo ten¨ªa que firmar una encomienda a Segittur para que pudiera valorar los proyectos. ?Solo en esa firma tardaron seis meses!¡±. La propuesta de resoluci¨®n definitiva, por fin, les lleg¨® en julio de 2023. ¡°Otorgaron 25 millones a 148 empresas, y una fue la m¨ªa. Pero ahora falta otra firma para que sea definitiva, es un matiz legal. Llevamos un a?o y medio gastando dinero para ejecutar el proyecto, pero no nos han pagado nada. Cero. Mi sensaci¨®n es que la administraci¨®n p¨²blica se complica la vida de forma salvaje. Si una convocatoria de 2021 en el 2024 no se ha pagado, imag¨ªnese el resto¡±, protesta.
Otros testimonios trasladan problemas similares de manera an¨®nima, pero de las contactadas, ninguna empresa beneficiaria se atreve a hacer cr¨ªticas p¨²blicas a la tramitaci¨®n.
En sectores m¨¢s acostumbrados a manejarse con la administraci¨®n el acceso a los fondos ha sido, quiz¨¢, menos engorroso. En Hiperbaric obtuvieron subvenciones para dos proyectos en un consorcio de varios socios. Carole Tonello, su directora de ventas, desgrana que tienen una experiencia bastante amplia en I+D, ¡°con un equipo de tres personas altamente cualificado para montar las propuestas. Gracias a ello y con la ayuda de una consultora la verdad es que fue bastante r¨¢pido, con la sorpresa de que obtuvimos la mejor valoraci¨®n en el Perte chip de este a?o¡±.
Otra empresa, PLD SPace, est¨¢ desarrollando un lanzador espa?ol de peque?os sat¨¦lites, enmarcado en el Perte Aeroespacial, y fue seleccionada como ¨²nica contratista en una licitaci¨®n de 40,5 millones de euros. Recibir¨¢ el 80% del dinero cuando entregue el prototipo, pero tendr¨¢ que devolverlo ¨ªntegramente a trav¨¦s de los royalties durante una d¨¦cada. Ezequiel S¨¢nchez, presidente ejecutivo, explica que se trata de una compra p¨²blica precomercial y recalca que las empresas m¨¢s innovadoras suelen estar habituadas a pedir fondos europeos. ¡°En nuestro caso es un contrato, no una subvenci¨®n. Tiene una parte de carga administrativa, mecanismos de pago que tienes que entender. Pero es l¨®gico, la administraci¨®n es garantista¡±. Aunque ha pedido un aval para poder contratar con la administraci¨®n, admite que no se puede quejar: en el proyecto trabajan ya 170 personas.
Hay otro problema que quiz¨¢ sea m¨¢s doloroso que una burocracia poco saludable. A 31 de diciembre de 2023 podr¨ªan haberse generado m¨¢s de 10.000 millones en remanentes, fondos que no se ha llevado nadie. Las estimaciones hablan de que hasta un 20% del dinero podr¨ªa no llegar a ninguna parte cuando se complete el programa. Para Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas, hay quiz¨¢ un problema de base: ¡°En sectores muy potentes, donde hay una cadena productiva, puedes complementar proyectos con fondos p¨²blicos. En los casos en los que partes de la nada, sin que exista un sector detr¨¢s, es mucho m¨¢s complicado¡±.
El debate es complejo, tercia Carlos Victoria, profesor de econom¨ªa en Icade, ¡°porque por un lado est¨¢ el miedo a financiar lo que ya iba a suceder [en el caso de la digitalizaci¨®n de las pymes, o la producci¨®n de coches el¨¦ctricos] y por otro, cualquier promoci¨®n de un sector tiene que tener pol¨ªticas de impulso cuando estamos en una fase preliminar, como pas¨® con las energ¨ªas renovables¡±. Ese es el componente esencial del Next Generation, la letra T de transformaci¨®n, pero no se consigue de la noche a la ma?ana. Valent¨ªn Pich, del consejo de Economistas, pide un poco de sentido com¨²n. ¡°Nos hemos vuelto todos locos. Pensar que se pueden emplear estas cantidades tan enormes en el corto plazo no es realista. Se exager¨® todo, se habl¨® de que incrementar¨ªa la productividad. Pero eso no se crea as¨ª como as¨ª, necesitas la complicidad de los sectores empresariales. Muchas cosas no se improvisan¡±. Sin embargo, recuerda Paloma Baena, no deja de ser una cuesti¨®n de susto o muerte. ¡°Si desaparece este modelo vamos a una guerra de mercado interno. A que Alemania o Francia inviertan por su lado. Vamos al pasado, retrocederemos¡±. Europa tiene que competir, suspira. ¡°Nuestro futuro depende de que lo hagamos bien, y no solo en Espa?a¡±.
Reformas, pr¨¦stamos y la resaca del d¨ªa despu¨¦s
La adenda firmada en oto?o abre paso a la concesi¨®n de otros 83.200 millones
El Plan de Recuperaci¨®n tiene un lado que recuerda a aquella secuencia de Una noche en la ¨®pera de los Hermanos Marx sobre la parte contratante de la primera parte. Se estructura en cuatro ejes, 31 componentes, 111 reformas, 142 inversiones, 595 hitos y miles y miles de indicadores y mecanismos de verificaci¨®n. Bajo la mara?a de n¨²meros subyacen un centenar de leyes, planes e iniciativas, algunas aprobadas y otras en camino, como la ley de Start-ups, el Plan Nacional de Finanzas Sostenibles, la emisi¨®n de bonos verdes, el Plan estrat¨¦gico de impulso a la Formaci¨®n Profesional, el Plan de Digitalizaci¨®n y Competencias Digitales, las leyes de reforma de las Telecomunicaciones, del sector Audiovisual y de ciberseguridad 5G, el Plan Nacional Integrado de Energ¨ªa y Clima, la Estrategia de Transici¨®n Justa, la reforma de las pensiones y hasta la Ley del Deporte. Por ejemplo, uno de los casi 600 objetivos, el n¨²mero 33, exige que para el segundo semestre de 2026 se hayan renovado 40.000 viviendas y 690.000 metros cuadrados de edificios no residenciales con una reducci¨®n de la demanda de energ¨ªa del 30%.
El Gobierno ha dejado las reformas m¨¢s dif¨ªciles para el final, pero el escenario pol¨ªtico podr¨ªa llegar a poner en jaque la misi¨®n. Por si fuera poco, en el tiempo que le resta de vida, el Plan de Recuperaci¨®n tendr¨¢ que hacer frente a todos estos retos con una nueva herramienta: los 83.200 millones en pr¨¦stamos que se negociaron en la adenda aprobada por los ministros de Econom¨ªa y Finanzas de la UE el pasado 17 de octubre. ¡°Todos estamos callados sobre este asunto¡±, reconocen en una de las big four. Entrar¨¢n en escena Cofides, el Banco Europeo de Inversiones y el ICO con la manguera de dinero en condiciones presumiblemente ventajosas. ¡°Los centros directivos de la administraci¨®n ya tienen la vida bastante complicada, si adem¨¢s le a?ades otros 80.000 millones en pr¨¦stamos¡ la administraci¨®n tiene poca costumbre de manejar riesgo de cr¨¦dito¡±, advierte un consultor. ?Hasta qu¨¦ punto ser¨¢n atractiva esa monta?a de millones? Varios consultados creen que depender¨¢ de los tipos de inter¨¦s. ¡°Habr¨¢ que ver c¨®mo funcionan los sistemas de garant¨ªas y contragarant¨ªas, en qu¨¦ medida se pueden encarecer estos productos, y en qu¨¦ medida el coste indirecto de conseguir financiaci¨®n a costa de someterse a la burocracia compensar¨¢ a las empresas. Nos podemos encontrar con que el incentivo sea para aquellas inversiones que no tienen cabida en el mercado. Y si no la tienen, ya tienen riesgo de cr¨¦dito¡±, explica C¨¢ndido P¨¦rez, socio responsable de Infraestructuras, Transporte, Gobierno y Sanidad de KPMG en Espa?a.
En otro gran despacho ironizan con terminar haciendo un libro de an¨¦cdotas del Next Generation: ¡°Por aqu¨ª, sobre todo al principio, pasaban proyectos de lo m¨¢s esot¨¦rico, desde granjas de cerdos alimentadas con hidr¨®geno a hoteles submarinos¡±. Como ocurri¨® durante la pandemia con los pr¨¦stamos del ICO, la colaboraci¨®n de la banca ser¨¢ fundamental para determinar qu¨¦ vale la pena financiar dentro de un marco que no d¨¦ lugar a que Espa?a se haga famosa por sus proyectos de dudosa utilidad. Y luego vendr¨¢ (otra cosa de la que tambi¨¦n se habla poco) el fin del Next Generation, y con ¨¦l la retirada del mayor programa de est¨ªmulo en la historia del Viejo continente. ¡°Vamos a tener una peque?a resaca¡±, sonr¨ªe Chus Escobar, de EY, ¡°pero en el mercado seguir¨¢n estando los pr¨¦stamos. Adem¨¢s, tenemos los fondos del marco financiero plurianual 2021-2027 y vamos a tener un pa¨ªs mucho m¨¢s digitalizado, sobre todo desde el punto de vista de la administraci¨®n. El dinero para la transici¨®n ecol¨®gica no va a desaparecer¡±. Ser¨¢ el momento de comenzar a hacer auditor¨ªas de los a?os dorados de gasto.
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