La econom¨ªa espa?ola entre sorpresas y tinieblas
Tras haber superado la sucesi¨®n de ¡®shocks¡¯, surgen nuevos riesgos para la sostenibilidad del crecimiento
El trienio que se acaba deja buenas sensaciones para la econom¨ªa espa?ola. Ni la guerra en Ucrania, la inflaci¨®n o el ciclo de endurecimiento monetario iniciado en 2022 parecen haber hecho mella en el cuadro macroecon¨®mico: desde ese a?o, el avance del PIB ha superado netamente las previsiones. Destaca la resistencia del consumo de las familias, con un ascenso estimado del 9,5% en total durante el periodo, pese a la p¨¦rdida de poder adquisitivo de muchos hogares. Asim...
El trienio que se acaba deja buenas sensaciones para la econom¨ªa espa?ola. Ni la guerra en Ucrania, la inflaci¨®n o el ciclo de endurecimiento monetario iniciado en 2022 parecen haber hecho mella en el cuadro macroecon¨®mico: desde ese a?o, el avance del PIB ha superado netamente las previsiones. Destaca la resistencia del consumo de las familias, con un ascenso estimado del 9,5% en total durante el periodo, pese a la p¨¦rdida de poder adquisitivo de muchos hogares. Asimismo, el comercio exterior parece inmune tanto al par¨®n de los mercados centroeuropeos como a las tensiones geopol¨ªticas que proliferan por doquier. Las exportaciones se han incrementado un 21,3% en los tres a?os, m¨¢s del doble que las importaciones.
Algunos de los impulsores del crecimiento se mantienen: los costes de producci¨®n y los precios energ¨¦ticos son competitivos, la inmigraci¨®n suaviza los incipientes cuellos de botella y el sector privado est¨¢ saneado. Todo ello alienta la previsi¨®n del Banco de Espa?a de una tasa de paro por debajo del 10% en 2027 y un crecimiento de la inversi¨®n¡ªla variable m¨¢s rezagada¡ª del 7,4% hasta ese a?o. Ojal¨¢, porque habr¨¢ que esforzarse m¨¢s para cumplir las expectativas.
En primer lugar, porque nos enfrentamos a un desaf¨ªo may¨²sculo por uno de los flancos de vulnerabilidad: la deuda p¨²blica. Los ahorradores est¨¢n siendo implacables con las econom¨ªas como la francesa, que no consiguen cuadrar las cuentas al tiempo que se enfrentan a un panorama de crecimiento d¨¦bil. Tambi¨¦n son esc¨¦pticos acerca de las promesas de Trump de recortar los impuestos con el riesgo de generar m¨¢s deuda. En este contexto de nerviosismo, el auge del consumo p¨²blico espa?ol, cuyo crecimiento es uno de los m¨¢s elevados de toda la Uni¨®n Europea, es insostenible: la deuda espa?ola desciende levemente, y solo lo hace por el efecto inercial del crecimiento de la econom¨ªa. En todo caso ser¨ªa contraproducente corregir el desv¨ªo comprimiendo la inversi¨®n p¨²blica en infraestructuras o en educaci¨®n.
A¨²n m¨¢s relevante para Europa es el vuelco discursivo operado por la Reserva Federal, ante la perspectiva de una inflaci¨®n m¨¢s persistente de lo anticipado. La econom¨ªa americana, con se?ales de sobrecalentamiento que podr¨ªan agudizarse con la nueva administraci¨®n, atrae la inversi¨®n tanto real como financiera. Todo ello genera presiones a la baja sobre el euro, encareciendo los costes importados y complicando la labor del BCE. El cambio de tercio se refleja ya en los costes financieros que soportan los tesoros p¨²blicos europeos. En el caso de Espa?a, el rendimiento del bono a diez a?os cotiza de nuevo por encima del 3% (la prima de riesgo, afortunadamente, no se ha movido).
A ello se a?ade la amenaza proteccionista, cada vez m¨¢s palpable, y la retah¨ªla de represalias y contra-represalias que entra?ar¨ªa una guerra comercial. Ante estas presiones, la UE parece estar dispuesta a decidir compras conjuntas de gas y armamento de EE UU, cuando anteriormente result¨® imposible consensuar un presupuesto com¨²n para relanzar la inversi¨®n y la actividad de las empresas europeas. Inimaginable hasta hace poco. Veremos si, al menos, el esfuerzo de defensa sirve de acicate a la inversi¨®n en tecnolog¨ªa europea.
La econom¨ªa espa?ola dispone de impulso inercial, de modo que deber¨ªa todav¨ªa crecer a buen ritmo en el pr¨®ximo ejercicio, probablemente por encima del 2%. Pero el clima de incertidumbre es perjudicial para la inversi¨®n, base de la prosperidad futura. Y el papel tractor del sector exterior perder¨¢ fuelle, en consonancia con el contexto internacional, al tiempo que el turismo est¨¢ tocando techo. Un desacoplamiento permanente con respecto al l¨²gubre panorama de las otras grandes econom¨ªas europeas es en todo caso inveros¨ªmil. La trayectoria no puede ser corregida por las fuerzas del mercado: solo una pol¨ªtica econ¨®mica bien calibrada es susceptible de liderar la transici¨®n y generar la confianza que requiere el momento actual.
Industria
La industria ha sido el sector más afectado por los shocks que se han sucedido desde el inicio de brote inflacionario y de la crisis energética. Sin embargo, el impacto ha sido desigual entre países. En el caso de España, el valor añadido manufacturero registra un crecimiento superior al 13% entre los tres primeros trimestres de este año y el mismo periodo de 2021. La media de la UE se sitúa en el 1,9%, con Alemania en valores nulos, Francia cerca del 1% e Italia en torno a la media europea.
Raymond Torres es director de Coyuntura de Funcas. En X: @RaymondTorres_